Hoy vuelvo a mirar al Pópulo, en Cádiz, uno de los barrios menos conocidos de nuestro país, y uno de los que tiene mayor patrimonio histórico y artístico. Cada esquina, cada calle, pared, patio o sótano, merecen una mirada relajada en pos de descubrir algo nuevo que antes no se había observado. Uno de los rincones más bellos, es sin duda, la plaza Fray Félix, donde se encuentra entre otras joyas la Catedral Vieja. Y cuya urbanización se encuentra, exactamente igual, que en el XVII, incluso con los cantos rodados que se traían de varios ríos americanos que servían de lastre para los barcos.
No obstante, hay un pequeño rincón, con una fea cancela, fuera de toda armonía con el conjunto, y que se encuentra, justo detrás de la torre de la Catedral. Me refiero al Pasillo del Padre Ventura. Hoy no es ni conocido, pero antiguamente, era un callejón medieval que venía a bordear el ábside de la catedral, y comunicar la plaza con el Campo del Sur, justo por donde andaban los Talleres Vigorito, y ahora se encuentra el Teatro Romano. En dicho pasillo se encuentra, sin duda, la fachada más antigua de la ciudad, de aspecto muy sobria. Con una puerta de dintel simple, y sólo una licencia a la fantasía en el ventanal de aspecto mudéjar, propio del XVI. Pero creánme, lo mejor está en el interior, al que curiosamente, se accede por otro palacete, el de la Contaduría. De corte renacentista, manierista, concretamente. Y también única, en su estilo en la ciudad. Otra joya. Una vez, dentro, de lo que es el conjunto de palacetes, se encuentra el museo de la Catedral, con el tercer tesoro en importancia de España. Sin embargo, para mí, la joya, es una arquitectónica: un precioso patio, de estilo mudéjar, único en la ciudad. Con columnas de mármol de tipo árabe, con capiteles con acantos poco resaltados, de tradición levantina, y de uso común en la arquitectura, del momento, andaluza. De clara inspiración nazarí. Se accede a él por una bella puerta con alfiz, típico del mudejar. El patio en cuestión tiene dos plantas, una baja en la que los arcos se orientan en torno al centro. Y una primera, donde hay una serie de arcadas de medio punto, de aspecto compacto.
Otra sorpresa nos aguarda, justo al lado del patio, en una habitación, oscura, y en la que hace unos diez años (cuando visité el lugar), no dejaban pasar, se puede observar tras una balaustrada, justo debajo de nuestros pies, parte del Teatro Romano sobre el que está construido el edificio, y una calle del Cádiz medieval. Todo un compendio de historia y de arquitectura de Cádiz anterior al 1.596, año del asalto de del Duque de Essex, el cual provocó un gran incendio y la desaparición de gran parte del patrimonio medieval y renacentista gaditano. Un saludo desde el sur.
Vista del pasillo del Padre Ventura. |
Palacio de la Contaduría. |