Entre los efectos, en este caso pernicioso, del desarrollismo, se encuentra la desecación intencionada de multitud de lagunas en nuestro país. Hasta los años cuarenta había los llamados cuatro grandes mares interiores de España, que no eran otras que la Antela (Orense), Gallocanta (Zaragoza), la Nava (Palencia) y la Janda (Cádiz). Siendo estas dos últimas desecadas con el objetivo de ganar terrenos agrarios, de los cuales se produjeron más pérdidas que ganancias. Ya sean por su fácil encharcamiento,o porque o bien sean terrenos arcillosos, o bien salinos. No obstante de la Nava, al menos, se ha recuperado parte. Aunque no se haya restaurado del todo, sí lo ha hecho una mitad. Aquí en cambio, no se ha hecho ni el más mínimo intento por ninguna parte política de ningún lado del espectro ideológico. Está claro que es cosa de Andalucía y su caciquismo de terratenientes que aún existe.
La laguna de La Janda, que venía a ocupar una ámplia extensión de terreno de los términos de Vejer, Tarifa, Benalup y Medina; era la mayor laguna de tipo endorreico de España. Para hacerse una idea del tamaño basta con decir que ocupaba unas 4.000 hectáreas, unos 50 kilómetros cuadrados de cañaverales, bosquetes de tarajes inundados, etc. Pues la profundidad nunca superaba los tres metros. Sus aguas, en invierno, llegaban desde, prácticamente, Alcalá de los Gazules, hasta las mismas orillas del Barbate, donde se intercambiaban aguas cuando las lluvias abundantes inundaban todo. Creando un sistema mixto, muy interesante y rico, de aguas dulces y saladas. Hay que decir, en cambio, que el sistema fluctuaba en cantidad de aguas, llegando a secarse del todo algunos años. Aunque lo normal era que se llenara en la época de lluvias, y se fuera secando formando un rosario de lagunas a cada cual más rica en avifauna. Hasta llegar a secarse casi todo, y formar una estepa herbácea donde habitaban especies propias de estos medios como la avutarda. Pues la laguna, en cuestión era el lugar más rico, sin duda, en lo que a ecológico se refiere, de toda la provincia, y de haber pervivido, hoy sería parque nacional. Entre las especies citadas se habla de la última colonia nidificante de grullas comunes del sur de Europa. Hoy ya, sólo vienen como invernantes. Sin embargo, se anotaron la presencia de fochas cornudas, grullas damiselas (ya extintas en el occidente europeo), nutrias, el torillo (extinta en España), lechuza mora, halcón borní, e incluso en escritos medievales se habla de cisnes, aunque estos textos hay que tomarlos con cautela. Hoy en día pese a estar desecado, sigue siendo un centro importante para las aves. Como el ibis eremita o el águila imperial.
Todavía pese al drenaje que se le somete, la naturaleza sigue ganando terreno cuando puede, en años muy lluviosos, se suele inundar la laguna durante varios días, lo que sirve para dar una idea de lo que fue. Y también para darnos cuenta de que es más barato eliminar los drenajes y mantenimiento del terreno, que dejarlo volver a inundarse y recuperar el terreno y su prosperidad, por ella misma. Además, no se pierde más que pasto, pues Cádiz, al ser tierra arcillosa se inunda con facilidad, y no da lugar a buenos cultivos. No obstante, hay varios hándicaps, uno de ellos son los molinos de viento que tantas aves han matado con sus hélices, otro son las carreteras que cruzan zonas que hoy día tienen una abultada población. Y por último, y el más complicado es la cantidad enorme de mosquitos a los que daría pie, y que ya da lugar el mínimo arrozal que ocupa el centro de la laguna. Pese a todo, la Junta de Andalucía incumple en una irresponsabilidad sino incluye a la laguna dentro de sus territorios a proteger, y que ya han sido valorados por distintas organizaciones extranjeras. Un saludo desde el sur.
PD: Voy a poner unos enlaces donde se puede observar muy buenas fotos, y buscar mejor información que la que yo he dado.