martes, 28 de febrero de 2012

El arco de herradura

 Hoy es el día de Andalucía, y les podría hablar de muchas cosas de nuestra tierra, sobre su orígen, política, estructuras sociales, etc. pero me metería en un terreno bastante fangoso, del que me costaría salir. En cambio, he recordado que hay un elemento de nuestra arquitectura tradicional, más bien histórica, que nos une a casi toda la nación española, pero que tuvo su esplendor en nuestra tierra, me refiero al arco de herradura.

Dicho arco es para profanos en la materia, el famoso que adorna los ventanales y estancias, de por ejemplo, la Mezquita de Córdoba. Y es que sin duda, los que más lo utilizaron fueron los musulmanes españoles en la época del Califato cordobés, etapa gloriosa, sin duda de la historia andaluza, pues fue la única cultura propiamente urbana, junto con Bizancio, de Europa. Sin embargo, a pesar de que todos asociamos el arco de herradura a la cultura musulmana, ya que casi se lo apropiaron, la realidad es, que su orígen es bastante anterior, y curiosamente de una civilización bastante rural: la visigoda. Éste elemento decorativo se trajo a la antigua Hispania en tiempos tan tempranos como el siglo V, pues aunque los visigodos estaban instalados en la península en siglos anteriores, no sería hasta su etapa de esplendor, casi para la sexta centuria, cuando casi toda la península estaba gobernadas por ellos, se empezaría a desarrollar una arquitectura propia, pues las anteriores eran de pura imitación romana. Curiosamente, hay otras fuentes que hablan de una autoría propiamente íbera, es decir, prerromana, que de llegar a ser cierto, hubiera sido transmitido a través de los siglos; aunque cuesta creer que lograra sobrevivir a la uniformidad extrema de la arquitectura clásica. El arco en cuestión como su nombre indica, tiene forma de herradura, con un exagerado tono ultrasemicircular. Sin embargo, como ya dije, fueron los árabes los que fueron sofisticándolo, añadiendo múltiples variantes, como por ejemplo: árcos de herradura apuntados, lobulados o entrelazados entre otros. Todo ello dependiendo del gusto de la dinastía reinante en el momento; siendo los más puristas los califas omeyas cordobeses, y los más barrocos, los nazaritas de Granada, que habían llegado al punto álgido de sofisticación. También es interesante decir, que el árco musulman de herradura es más peraltado que el visigodo, pero mucho menos exagerado que el mozárabe, pues la arquitectura de éstos últimos, inspirada en el románico, era tan rudimentaria, que de no cerrar en exceso en propio arco, o ventana, el techo podría tener peligro de derrumbe. Posteriormente, los mudéjares (alarifes musulmanes que quedaron en tierras cristianas) seguirían adoptando dicho arco en la construcción de las distintas iglesias y palacios; aunque eso sí, adaptándolo a la arquitectura cristiana. Así pues, se da en España un fenómeno único: el mudejar. Que es un estilo propio de nuestra patria y la vecina Portugal; en ella se conjugan los elementos arquitectónicos musulmanes en los templos cristianos, por eso, hay muchas iglesias en nuestro país que tienen decoraciones similares a la de las mezquitas, pero con una estructura propia cristiana, es decir, la planta basilical, y sobre todo la de crucero (con forma de cruz). Así es posible observar campanarios con formas de alminares, arcos de herradura en ventanales y puertas, yeserías, azulejos morunos, y sobre todo, una arquitectura de ladrillo, que es la que predomina en Andalucía a diferencia de la existente en el resto de España, en la que la piedra se hace presente en todas sus formas. Esto da a lugar a una arquitectura muy ligera, suave, y con una estética, en muchas ocasiones superior al resto, pues el uso del ladrillo y el cemento, evolutivamente superiores en arquitectura, logra definir formas que serían de otro modo imposible con materiales más pesados. El mudejar tuvo su esplendor, curiosamente en dos tierras muy distintas, Aragón y Andalucía, y según etapas de la Reconquista se mezcló con diferentes estilos arquitectónicos cristianos, románico en la primera comunidad, y gótico y renacentista en la segunda.

La arquitectura española, es cuanto menos apasionante, y debido a su rica historia, y a los distintos climas reinantes en nuestro suelo patrio, es bastante diversa. Hay que observar, como ejemplo, que incluso dentro de una misma provincia un estilo recibe influencias distintas según la localidad en la que nos encontremos. Asimismo, la historia española ha dado estilos únicos que sólo han existido aquí, como es el caso del herreriano, el plateresco, los mencionados mudéjar y mozárabe, y el neoherreriano. Pero eso sera historia para otra entrada. Un saludo desde el sur.


Ejemplo de tres arcos de herradura en la mezquita almohade de Jerez de la Frontera.

Campanario con forma de alminar en la iglesia de San Dionisio, Jerez de la Frontera.

Ejemplo de arco lobulado, en la misma iglesia. Ejemplo de mudejarismo.

Iglesia mudéjar de San Dionisio, Jerez de la frontera.

Arco de la Pastora, Medina Sidonia, del siglo X.

Arco de herradura visigodo, ermita de los Santos Mártires, del siglo VII, Medina Sidonia.

Ejemplo de arco de herradura apuntado, en el palacio de los Duques de Medina Sidonia, en Sanlucar de Barrameda.
 

domingo, 26 de febrero de 2012

El eucalipto maldito

Todo el mundo sabe que el medio que nos rodea es dinámico y que a la par que existen especies que desaparecen, otras nuevas colonizan un determinado lugar, eso sí, de modo natural. Las especies en peligro de extinción deben ser protegidas a toda costa, fomentando el crecimiento de la población de un determinado tipo de animal o vegetal para que recolonice sus antiguos dominios, y llegado en caso extremo, repoblarlo o reintroducirlo, de modo artificial. Dejando a un lado el peligro de extinción de, ya demasiadas, especies, hay que dar una, relativa, buena noticia: en nuestro continente, Europa, son muchas las especies las que se van recuperando, y algunas, como el lobo, colonizan sus antiguas moradas. Éste optimismo tiene letra pequeña, pues el crecimiento de una mentalidad acorde con los tiempos actuales no son compartidas por todos los habitantes de nuestro planeta; mientras en los paises desarrollados, como EEUU, Australia, o gran parte de Europa, se están recuperando hábitats, ecosistemas y especies, en los del tercer mundo, o los que están en vías de desarrollo el panorama es precisamente al contrario; sino basta con mirar el ejemplo chino, donde nueve de las diez ciudades más contaminadas del mundo se encuentran en el gigante asiático, y donde el índice de deforestación alcanza grados alarmantes. Sin embargo, todavía nos falta por corregir ciertos puntos en nuestra visión ecologista, como para mirar la paja en el ojo ajeno; la gran mayoría del contrabando de especies exóticas existentes en naciones, como Brasil, de gran riqueza ecológica, tienen como recorrido final el mercado negro (siniestro diría yo) de los países del primer mundo. También es un indicativo de que tenemos que mejorar nuestra percepción naturalista el rechazo hacia ciertas especies que se han naturalizado en nuestras tierras por mano del hombre, como si el ser humano no participara de la naturaleza. Hay que decir que está claro, y no tienen que convencerme de ello, de que toda especie que se convierta en plaga hay que quitarla de en medio. Pero en ocasiones, hay demasiada leyenda negra con determinadas especies, sobre todo las vegetales. Para mí, el ejemplo más claro es el eucalipto.

Dicho árbol, que hoy día, es una estampa común en muchos de nuestros campos, está considerado como uno de los criminales más peligrosos de nuestra naturaleza. Se ha expuesto que consumen demasiada agua y acidifican el suelo, auyentando al resto de especies autóctonas del radio que ocupa el susodicho árbol. Evidentemente, cuando río suena, agua lleva, pero eso lo he observado en las plantaciones monoespecíficas que tanto abundan en Galicia o el Golfo de Cádiz. Hay que decir que las especies de uno y otro lugar son distintas, siendo las primeras Eucaliptos Blancos (Eucalyptus Globulus) y las del sur, rojos (E. Camaldulensis). He observado, que en efecto, en una plantación pura de éstos gigantes procedentes de Australia, que el suelo se empobrece, pero exactamente igual, que en cualquier otra en la que sólo hay una especie, como ocurre con los pinos. Pero en cambio, también les debemos algunos favores, ya que en tierras gaditanas, por ejemplo (no sé en el resto), la especie se ha naturalizado con éxito, sin ocupar ningún nicho preponderante, y mezclándose con especies autóctonas sin mayor problema alguno. Tengo fotos (en el extremo inferior de la entrada), donde éstos colosos se mezclan con alcornoques y acebuches en una formación espesa. Asimismo, ocupa terrenos pobres, normalmente arenosos, en lugares cercanos a las dunas costeras, y ya fijados, donde comparte espacio con los pinos piñoneros (P. Pinea) y carrascos (P. Halepiensis); donde sustentan un suelo, que de otro modo estaría suelto, y tendría escasos nutrientes, dichas especies colonizan en segundo lugar una duna, tras el primero, que es el barrón; para después crear humus, en un principio delicado, pero que obtiene su recompensa, a medida que el bosque se va haciendo más presente, empiezan a aparecer otras especies autóctonas, como alcornoques (Q. Suber), acebuches (O. Eureopaea) y algunos álamos (Populus Ssp.). Hay que decir, que nuestro eucalipto rojo, aunque procede del otro lado del mundo, tiene en su patria original, la cuenca del río Murray, en el sur de Australia, un clima, y unas condiciones similares, con lluvias invernales, que vienen a inundar parte de su bosque, y una dura sequía estival. Otra especie que comparte idéntico odio ecológico es la palmera washingtonia, de origen californiano. Igualmente de un lugar con clima mediterráneo, y que le ha tomado la vez a las palmeras tipo Phoenix, es decir, las datileras y las canarias, poco adaptadas a las condiciones de nuestra tierra, aunque también se encuentran naturalizadas en el sur peninsular. Sin embargo, la californiana palmera de abanico, crece como perico por su casa, sin echar de menos ningún elemento de su lugar de origen, pues aquí las condiciones climáticas son prácticamente iguales a las de la costa suroeste de EEUU. Pero a diferencia de las mencionadas Phoenix, no tienen el cariño de la población, y ninguna tradición local, pero en cambio, es más fácil de mantener en un jardín o huerto local, pues las exigencias son mínimas. Tal vez les sorprenda saber, ya por último, que algunas de las especies hoy protegidas, no sean autóctonas de aquí, y ahí van varios ejemplos:

  - En cuanto a la fauna, la gineta, el meloncillo o el camaleón, fueron aportaciones de nuestra fauna por los árabes que conquistaron España. Aunque del último, pesan mis dudas, pues es casualidad, que tras el pelotazo urbanístico costero (que afecta de pleno sus ecosistemas) ahora resulte que no es paisano nuestro. También lo es, el famoso mono de Gibraltar, que fue un regalo de los oficiales británicos hacia sus tropas para que se entretuvieran cazando en el peñón en sus tediosos asedios. Dos grandes hervíboros, como el gamo y el muflón fueron aportaciones romanas, pues sólo quedaban en Siria, el primero, y en Córcega y algunas islas mediterráneas el segundo.
  - Las especies vegetales foráneas son más abundantes, como ya dije, las tradicionales palmeras datileras y canarias, son otra aportación de los árabes, la primera, y la segunda, natural de nuestro país, pero no de nuestra península, probablemente viniera en la época moderna. Otras que pueden causar una sorpresa a más de uno son dos clásicos de nuestros montes: el algarrobo, procedente de Asia Menor, que fue una aportación fenicia; y el castaño, un regalo de los romanos. 

 En fin, por no alargar más la entrada, pues si me pongo a enumerar, no terminamos, expongo como conclusión, y claro está, sin descubrir América, que el ser humano es un elemento más, y muy activo del mundo que nos rodea. Es imposible aislar el medio natural de la historia humana que le rodea, por ejemplo, si en vez de conquistarnos los romanos, lo hubieran hecho los mayas (en un ejemplo extremo), el cultivo local sería, a lo mejor el tabaco, y no los viñedos. No se trata de proteger en extremos, ahora, al eucalipto, sino dejarlo tranquilo, y evitar las campañas demagógicas en las que se eliminan algunas especies para favorecer a otras. Ya he dicho, y estoy de acuerdo, con la erradicación de las que se convierten en plaga, pero éste no es el caso, sino que su problema radica, precisamente, en su cultivo monoespecífico, que sí empobrece el suelo, y creanme, eso pasa también con un sembrado tradicional de nuestro país, el de los cereales, y sino ¿por qué creen que existe el barbecho?. Un saludo desde el sur.

Bosquete de eucaliptos en el P.N. del Estrecho, color claro con respecto al verde oscuro de los pinos.

Ejemplares de eucaliptos mezclados con otras especies en un bosquete del P.N. Bahía de Cádiz.

Un solitario ejemplar de eucalipto sobresale en el alcornocal existente en la Cañada de los Marchantes, Chiclana.

Bosquete de eucaliptos y pinos inundable en la carretera de la laguna, Chiclana. Como se observa, existe un rico sotobosque.

Una vez sujeto el suelo por los pinos, eucaliptos y diversos matorrales, crecen otros árboles, como el alcornoque de la imagen.

Eucaliptos flanqueando una carretera de Tarifa.

domingo, 19 de febrero de 2012

El Gran Teatro Falla

 Era casi por obligación, escribir hoy algo relacionado con el carnaval de Cádiz, pero dado que no soy un experto en el concurso de agrupaciones, ni tampoco son extensos mis conocimientos sobre la fiesta grande en la Tacita de Plata, poco más tengo que decir sobre los orígenes de la misma y su desarrollo. De todos modos, a groso modo, puedo decir de los carnavales gaditanos, que su origen procede, probablemente, de la amplia población genovesa que arribó a la ciudad allá por el siglo XV; cuando Cádiz, cuyo perímetro ocupaba entonces los actuales barrios del Pópulo, Santa María y Santiago (Candelaria y Pelota, para entendernos) empezaba a ser un puerto de importancia capital para el tráfico marítimo entre Europa, América, y sobre todo el norte de África. Dichos comerciantes italianos fueron desplazados del Mediterráneo occidental por el potente Imperio Otómano, y por ello, dirigieron su mirada hacia occidente, y el nuevo yacimiento de riqueza que prometía ser las nuevas colonias americanas. El uso de confeti, serpentinas y máscaras, parecen confirmar el orígen transalpino de los carnavales gaditanos. Parece ser de todos modos que la fiesta, a pesar de estar arraigada ya, en el siglo XVI, no tiene su aúge hasta el siglo XIX y el XX, curiosamente, cuando han existido más tentativas para eliminarla, pero al igual que ocurre con las páginas de descargas, el "efecto hidra" hacia sino, que una vez cortada la cabeza de la fiesta, ésta creciera aún más en forma de protesta. Precisamente de ahí viene el ingenio gaditano, aquel que supo sortear todas las censuras que se les iba imponiendo, diciendo todo sin decir nada en concreto, todo se da a entender, pero con un doble sentido, lo que dificultaba el tachón del censurador. Un ejemplo práctico para que lo entiendan, con alguna noticia de hoy día: Quillo, le he regalado un viaje a todos los políticos españoles y al rey, me ha costado un pastón, pero merece la pena, los he metido a todos en el Vaporcito, siguiendo la ruta del Titanic y con el capitán del Costa Concordia. Hoy día es uno de los carnavales más seguidos de España, y del mundo, especialmente en Andalucía, donde suelen televisar su concurso de agrupaciones, que puede durar un mes, más o menos. Sea como fuere, el carnaval gaditano también extendió sus tentáculos por el planeta, y algunos de los que existen en Iberoamérica son herederos directos del nuestro, siendo especialmente parecido, sino gemelo, el de Montevideo, en Uruguay.

Es un tópico, y puede que muy chauvinista hoy día, decir que Cádiz ha sido una de las ciudades más culta del mundo, pero es lo cierto. Incluso hoy día hay un sustrato de libertad de pensamiento que no hay en otros rincones de España. Como ejemplo que sirva para entender mi afirmación, valga éste que les cuento: tal vez fuera aquí, junto con Cataluña y País Vasco, donde la selección española (en el partido contra Rumanía) se llevó una sonora pitada, y un cachondeo acosta suya, en una ciudad de nuestro suelo patrio, pero a diferencia de las comunidades mencionadas, en Cádiz se aplaude o se abuchea por mérito y no por ideas políticas; aquí la selección de futbol pasó de los cánticos de apoyo, al desprecio con el grito de "Chirigota, chirigota". El público aquí es exigente, y eso lo saben todos los autores de carnaval, por eso nunca se conforman con cualquier cosa, y siempre están innovando año tras año, en el concurso que se celebra en el Gran Teatro Falla. Aunque hoy día se denomine "El Teatro", por ser el único que queda, lo cierto es, que en sus mejores tiempos Cádiz llegó a tener, al menos, cinco teatros en la ciudad; algunos en los que sólo se cantaba ópera, otros en francés, o en italiano, etc. Todos eran admirados por los extranjeros que pisaron nuestra tierra, y hablaban del enorme lujo existente, llegando a decirse, que las mejores salas fuera de Francia estaban en la Tacita (palabras del viajero inglés Richard Twiss). No obstante, hay que tener en cuenta que hablo de los teatros de tipo italiano, es decir, como los actuales; porque corrales de comedias habría muchos más. De todos modos, nuestro Gran Teatro Falla empezó a construirse a finales del siglo XIX, en 1.885, en plena época historicista, cuando los edificios se hacían inspirándose en la arquitectura y decoraciones de tiempos pasados, de ahí el aspecto califal, casi cordobés del mencionado teatro. Vino, éste, a sustituir a otro anterior, que ocupaba el mismo solar, pero que fue devorado por un pavoroso incendio años atrás. Las obras finalizaron allá por 1.910, año en el que el teatro tomaba el aspecto actual, bajo la dirección del arquitecto Adolfo Morales; hoy día, se conserva íntegro, sin modificaciones externas, y con sólo alguna interna, por la lógica modernización que con el tiempo se han ido requiriendo (a efecto de cableado, iluminación, etc. me refiero). El exterior, como ya he dicho, es de ladrillo rojo visto, adornado con frecuentes ventanas con el típico arco de herradura tradicional de la arquitectura andalusí existente durante el califato cordobés; el interior, aunque también es neomudéjar, toma características más propias de la época nazarita del Reino de Granada, al igual que el cercano Casino de la Plaza de San Antonio; lo más destacable, sin duda, es el inmenso lienzo que ocupa el techo de la sala de butacas del teatro, con una alegoría del edén, obra realizada por Felipe Abarzuza y Julio Moisés; por eso, al gallinero, aquí se le llama "el paraíso". La plaza que ocupa, llamada Fragela, es pequeña, pero coqueta, permite admirar, además, de una buena perspectiva de todos sus edificios principales; siendo tres de larga historia en la ciudad: el mencionado teatro, la antigua casa de las Viudas o de Fragela y la Facultad de Medicina, la primera en ésta ciencia de España. Todo éste escenario urbano se adorna la estatua, y su fuente, de Cayetano del Toro, antiguo alcalde de Cádiz de finales del XIX, además de oftalmólogo y otorrinolarongólogo de conocido prestigio, siendo, asimismo, presidente de la Academia de Medicina de Cádiz. El monumento fue realizado en bronce por Gabriel Borrás en 1.915.

Asociado hoy día al carnaval, en el Gran Teatro Falla, no todo es concurso de agrupaciones, incluso actualmente, existe una rica oferta cultural que es seguida de cerca por muchos gaditanos. También es el centro neurálgico de otro festival tradicional, el FIT, el Iberoaméricano de Teatro. Pero es sobre todo, un referente de la libertad, pese a que se mencione poco en los edificios relacionados con el Bicentenario de 1.812; pues a pesar de que no existía en aquella época, es el único representante, de éste tipo de edificios, de un tiempo en el que Cádiz, pese a las dificultades, fue un faro para la libre opinión, mientras en el resto de nuestro país se defendía a reyes absolutistas. Aquí se logró esquivar la censura como nadie hizo jamás, y si eso no tiene mérito, que venga Dios y me lo cuente. Pues para empezar a hablar de democracia, hay que recordar siempre las dificultades existentes en tiempos de dictadura, pues es la única manera de acordarnos de lo que hemos ganado, y que es lo que define al humor gaditano tradicional. No viene mal tenerlo en cuenta en los tiempos que corren. Un saludo desde el sur.

Imagen de la fachada del teatro.

Vista desde el monumento a Cayetano del Toro.

Interior, destacando el lienzo de "El Paraíso"

domingo, 12 de febrero de 2012

El complejo de comedia romántica

Dentro de nada es San Valentín, una fiesta, de la que dicen las malas lenguas que fue inventada por El Corte Inglés; realmente no lo creo así, porque la festividad en sí, es anterior al nacimiento de la citada cadena española, pero sí está claro que se la sacaron de la manga, y le dieron bombo, unos grandes almacenes, no sé de dónde, pongamos que uno de Kentucky, por decir algo. Lo cierto es, que por estas fechas muchas parejas que se tiran lo mejor de su vajilla a la cabeza, se gastan auténticos dinerales en regalos, que lo dicho, después se lanzarán a sus respectivas testas. Y créanme, la pelea más bruta que he visto yo, era la de una pareja de novios que se pegaban de lo lindo, pero no era maltrato de género, pues ella casi atizaba más que él; así pues, después de lo visto, el barrio, a partir de entonces, prefería burlarse del novio antes que de ella, ya que la "guantá" que te podías llevar era digna de dejarte la cara como un mapamundi de Piri Reis, con dibujitos de arbolitos en La Antártida y todo. Pero en un día como el que se nos aproxima, uno no puede hablar de peleas, sino de amor; y es que si la humanidad rezuma por todos los poros una gilipollez constante, como si de sudor se tratara. En el caso del amor, los carajotes se multiplican por mil, llegando a decirse que si volaran, taparían el sol.

Hace tiempo, en un telediario de un canal, no sé exactamente cual, hablaban de algunos de los síndromes más curiosos, entre ellos el del peregrino (de Santiago de Compostela), o el de Jerusalén; pero además, hacían mención a uno que me llamó especialmente la atención porque tal como me enteré de que existía, me dije: no puede ser...lo que me faltaba por ver ya, creí que nada sería igual en la vida desde que vi a Fidel Castro recibiendo una camiseta del Real Betis C.F. por parte de Lopera. Pero la vida sorprende, y al cabo del día te enteras y aprendes de muchas cosas nuevas, algunas de ellas, auténticas pamplinas que no hay por donde cogerlas. El síndrome en cuestión, no sé cómo se llama, y lo he buscado por Internet, y a pesar de San Google, no lo encuentro por ningún lado, pero sé que existe. No soy psicólogo, y no tengo nada de idea de la materia, así que no me la puedo dar de experto, pero si algún profesional ve algún fallo que otro, sino en todo, que me corrija, no le guardaré rencor, todo lo contrario, lo que sea aclararme una duda es de agradecer. El caso es que dicho complejo ocurre en personas que se creen que viven eternamente en una comedia romántica, de esas insulsas, con guión previsible, que tanto abundan, sobre todo en el cine americano. Según recuerdo, las características, bordadas del tipo películas nombradas son los siguientes: constantes peleas entre los miembros de la pareja por cosas sin importancia, un ora rompo y ora vuelvo como el que no quiere la cosa, hacer constantes locuras y gilipolleces delante de todo el mundo para que vean lo mucho que quieren a su pareja, y poco más recuerdo, salvo que imagino, que igualmente, cuando su novio/a se marche en avión, hará una persecución a contrarreloj, liándola en el tráfico de la ciudad, y saltándose los controles del aeropuerto, para decirle "Te quiero" y así darle un beso. Ya que en esto terminan todas las dichosas comedias románticas. Pero lo cierto, es que en las películas, todo sale perfecto, incluso lo que sale mal, pero la vida real es más cruda, y hacer el tonto de manera soberana no garantiza que tu perico/a te responda afirmativamente. Sino que al contrario, puedes llevarte un par de tortazos (bien dados, dicho sea de paso), para que te espabiles, y dejes la edad del pavo, que ya debías haber abandonado hace quince años. Y de paso "agradecerte" el ridículo tan espantoso al que la has expuesto. Ciertamente, conozco a algunos que creo que tienen dicho complejo, se comportan y visten igual Richard Gere o Julia Roberts en una de sus películas, sin que se den cuenta (y perdonadme por ser cruel aquí, pero es la verdad), que la gente se chotea de ellos de mala manera. Hacen hasta los mismos movimientos, cometen torpezas, y los mismos errores, incluso intencionadamente, con tal de parecerse a los personajes que tanto adulan. Finalmente, decía la noticia en cuestión, que esto se debe, a que se tragan multitud de películas de éste tipo, tantas, que al final acaban embebidos de sus historias, y acaban creyendo, igualmente, que las viven.

Hay que decir que esto no es nuevo, en todas las épocas ha habido tontos del haba que se creían algún determinado personaje de ficción, sino recuerden la cantidad de niños que se tiraron por un balcón en los años 80 por creerse Supermán, o más antiguo aún, aquellos escritores y poetas románticos del siglo XIX, cuyos libros se prohibieron en ocasiones porque siempre había algún carajote que se suicidaba por no conseguir su amor pretendido, al igual que el personaje del libro que estaban leyendo. Pero sin duda, quien bordó éstas locuras, fue un escritor español del siglo de oro, el más ilustre de todos los que hemos tenido, quien describió como cierto personaje, en su novela más conocida, impregnado de las características de los protagonistas de sus novelas de caballería, se creyó un caballero andante que iba "desfaciendo entuertos", era Don Quijote, y el escritor que ya se dio cuenta de esto, antes que miles de expertos de la Universidad de Massachussets, fue Don Miguel de Cervantes, no tenía tantos estudios, pero no le hacía falta para darse cuenta, que en todas las épocas y lugares, que de carajotes está el mundo lleno. Un saludo desde el sur.




Disfruten de su San Valentín, pero por Dios, compórtense con dignidad.

miércoles, 8 de febrero de 2012

El turismo paranormal en España

  Hace unos días se ha celebrado la Feria del Turismo Internacional en Madrid; donde nuestra provincia de Cádiz, éste año tiene mucho que decir, sobre todo a raiz del Bicentenario de las Cortes de 1.812, vulgo: La Pepa. No he estado, pero supongo, que será más de lo mismo en el Stand de nuestra provincia: más playas, más campos de golf, y más arza, quillo, arriquitaun. Cádiz como buena provincia española, sigue ofuscada en plena crisis a la búsqueda del mercado anglosajón para ofrecerles un tanto menos de lo que se ofrece en Marbella, Benidorm o Ibiza. La cabezonería, propiciada por el dinero fácil, de hacer una costa de cemento, que hasta hace poco era verde, pues sus bosques de pinos y eucaliptos llegaban hasta las dunas y bordes de acantilados; sin darnos cuenta de que, sólo, las citadas ciudades vivirán un año más del turismo de lujo y masas, según sea el caso. El resto sobramos ya, pues el mercado turístico de una sola dirección que ofrece nuestra nación está saturado de tanta oferta y poca demanda, sin caer, que para los ingleses, ya les llega con Mallorca, y para los estadounidenses y canadienses les es más económico, y más cercano, jugar al golf o disfrutar de la playa en San Diego (California) o Miami (Florida). Así pues, si sólo les ofrecemos eso, nada se les ha perdido aquí, y con razón.

  Sin embargo, basta con explorar un sólo instante, el mercado turístico anglosajón, para darse cuenta de que lo paranormal vende. Sino me creen, les voy a poner cuatro ejemplos de los más gráficos y conocidos por todos, cuatro poblaciones, que se encuentran en distintas latitudes y climas distintos, pero que a cambio, viven de lo mismo:

 - Las poblaciones de los alrededores del Lago Ness, donde supuestamente existe un plesiosaurio que gusta de jugar al escondite con nosotros.

 - Rosswell, donde supuestamente cayó una nave extraterrestre, y donde hoy día, viajan miles de personas para visitar sus museos sobre humanoides, y comprarse multitud de souvenires.

 - Otro ejemplo, más descarado si cabe, es el de los pueblos que existen alrededor del famoso Área 51, donde muchas personas llegan para, simplemente ver, una verja que les prohíbe el paso. Sin embargo, la gente va a allí a dejarse el dinero.

 - El último, aunque fuera del mundo anglosajón, pero aupado por él, es la región de Rumanía de Transilvania, a la que Bram Stoker le hizo un flaco favor popularizando Drácula. Hoy día, su turismo se centra en dicho personaje.

  En España, creemos que eso de los fantasmas y los extraterrestres suponen un atraso para nuestra mentalidad, como si beber como un desgraciado y tirarse a una piscina desde un balcón fuera de lo más inteligente. Seamos sensatos, teniendo un estrato cultural tan ámplio, que incluye, monumentos, palacios, bosques, desiertos, etc. al final, sólo vendemos la playa. Y nos olvidamos de nuestra cultura, que es de las más antiguas y completas del mundo. La inclusión de nuestras leyendas en el plano turístico sería muy bien aceptada por la comunidad angloparlante, que no huye de éstos fenómenos, sino que los busca. De hecho, en Inglaterra, patria chica de los fantasmas, los hoteles se anuncian con sus fantasmas. Y aquí, no sólo hay leyendas de fantasmas, los hay de demonios, de ovnis y humanoides, los hay religiosos, de vampiros, hombres lobos, monstruos mitológicos, y hasta la más pura mitología griega, como las leyendas de Hércules o de la Atlántida. En otros países ya se habrían hecho parques temáticos, dando miles de puesto de trabajo, donde aquí sólo nos dedicamos a urbanizar sin sentido alguno, dando labor, sólo, a unos cuantos albañiles durante un determinado tiempo de construcción. El primer anglosajón que promocionó las leyendas de un lugar en España, fue mire usted, Washington Irving, en su mítico viaje a La Alhambra, donde cuenta todas las historias de fantasmas acontecidas en el maravilloso recinto granadino. A partir de aquel momento, el monumento pasa de estar abandonado, a ser una de las perlas de España, y con mérito. Y es que tienen que venir desde fuera para enseñarnos lo que tenemos. No obstante, el célebre escritor, dió fama a otras leyendas en otros lugares, como la célebre de Sleepy Hollow, más conocido como el "Jinete sin Cabeza".

 Hoy día, todos sabemos separar la paja del grano, y el contar nuestras leyendas no es motivo de vergüenza, sino que encima puede darnos de comer. Hay que estar de enhorabuena, ya, en Madrid, se citan grupos con guías, en las noches de su casco antiguo, para visitar las casas encantadas. Espero que ésta inciativa no se quede en el tintero, y se expanda al resto del país. Pues ya estoy harto de tantos Pocholos y Cachulis, que siguen haciendo de nuestro turismo, una forma de vivir de lo más bizarro. Un saludo desde el sur.

domingo, 5 de febrero de 2012

Récords Metereológicos

  Hoy era el día adecuado para escribir el tema que les pongo en la mesa. Todo el mundo se quejaba de que el frío no había llegado éste año, y por fin lo ha hecho, el problema es que han llegado todos los fríos a la vez. Se quejan muchos ecologistas de que cada vez hay menos hielos en los polos, y lo que no se dan cuenta, que como siga habiendo estas olas de frío, va a resultar que el casquete se va a venir para la Tacita de Plata. Así me lo ha explicado una morsa que me he encontrado hoy en el ascensor. De hecho, ya han cambiado la canción de Carlos Cano, y resulta que Cádiz ya no es como La Habana, sino que es como Moscú, pero con más salero, y menos mafiosos. Fuera lugar ya, de toda broma, les voy a numerar unos cuantos récords mundiales, y alguna que otra curiosidad climática peninsular, porque Canarias, es como cuando los niños juegan "al coger", es cascarón de huevo en ésto del tiempo. Y ya que no se habla de otra cosa que del tiempo en éstos días, voy a darles ciertos datos con el que se pueden tirar el farol delante de todo el mundo. Así que como decía Becquer, ahí van, como la sota de bastos:

  Vamos a empezar con los récords mundiales, y como es menester, es lógico iniciar el listado con las temperaturas más de su padre y su madre, jamás registradas. Para los que se quejan del frío les voy a helar más la sangre si cabe; nunca se me ha ocurrido ir a La Antártida, ya que allí no abundan los Taco Bell, pero con éstos dos datos menos; la media anual más fría de todo el planeta se encuentra aquí, en el llamado Polo de la Inaccesibilidad, que es sencillamente de -57,8º C, un lugar desde luego, que invita al botellón; asimismo, se alcanzó la temperatura más baja jamás registrada en nuestro planeta, unos -89,2º C, en la estación antártica de Vostok (no confundir con la ciudad siberiana de mismo nombre, y casi misma temperatura...), el día 21 de julio de 1.983. Sin embargo, todo lugar tiene su propia antípoda, y en el caso de las temperaturas, se encuentra en un enclave africano, en Dallol, Etiopía, donde hay una media anual de 34,4º C, y ninguna sombra donde refugiarse. También en África se encuentra la temperatura más alta registrada en la tierra, nada más y nada menos que 57,8º C el día 13 de septiembre de 1.922, en Al' Aziziyah, Libia. Sin embargo, yo creo que lo peor para todos son los cambios repentinos de temperatura, y no hablo del Corte Inglés, donde hay que ir en bañador en febrero, y con abrigo en agosto. Ahí les dejo dos datos, que sencillamente hacen que uno sienta escalofrío, y le suden las manos. El mayor cambio de temperatura en un día que se registró en el mundo fue un 23-24 de enero de 1.916, en Brownig, Montana, EEUU, donde hubo una diferencia de 55,6º C, nada más y nada menos, de 6,7º C a -49º C, en 24 horas. Para salir con un abrigo y unas calzonas debajo. Pero tal vez lo peor que he escuchado fue lo de Spearfish, en Dakota del Sur, EEUU, pues en un 22 de enero de 1.943 hubo el cambio de temperatura más rápido y holgado de la historia, ¡unos 27 grados de diferencia en sólo dos minutos!, el termómetro subió de -20º C a 7º C, y seguramente provocó que muchas mujeres creyeran que tenían una menopausia anticipada. 
  Otros récords mundiales que asustan son, sin duda, las precipitaciones, es decir las lluvias registradas en determinado lugar. Empezaré suave, para no asustar mucho, con el lugar más seco de nuestro planeta, el desierto de Atacama, en el norte de Chile, allí prácticamente no caen precipitaciones, según estadística unos 0,08 mm o litros anuales, sin embargo, puede que haya años que no caiga una gota, en algunas zonas, incluso, para que caiga un chaparrón, sin importancia, de unos minutos, puede uno esperar, incluso siglos. El otro extremo pluviométrico lo encontramos, como no, en la India, donde cae más agua que en el entierro de bigote, en una ciudad llamada Mawsynram, en el estado de Meghalaya (vaya nombrecitos), donde cae una media anual de 11.874,5 litros anuales, una barbaridad, sobre todo, teniendo en cuenta, que en el lugar más lluvioso de España no se llega a superar los 2.500 litros, y muy excepcionalmente los 4.000. Igualmente en el mismo estado hindú, para no repetir nombre, se encuentra el récord de precipitaciones en un año registrada en la Tierra: unos 26.461,7 litros desde el día 1 de agosto de 1.860 al 31 de julio de 1.861, en la ciudad de Cherrapunji. Y por fín nos vamos de la India para no volver, para dar otro dato escalofriante, el mayor índice de precipitaciones registrado en 24 horas, y menos mal que se encuentra en la isla de Reunión, cuyos nombres son más pronunciables. Unos 1.869,9 litros entre el 15 y el 16 de marzo de 1.952, en la estación meteorológica de Chilaos. Con éstos datos, se le puede refutar a un gallego que se queje de que en su tierra llueve demasiado. También entra dentro del índice de precipitaciones la nieve, cuyo récord está registrado entre el 19 de febrero de 1.971 al 8 del mismo mes de 1.972, en Paradise, monte Rainier, en el estado de Washington (no confundir con la ciudad del Distrito Federal que se encuentra en la costa este, mientras el estado se encuentra en el norte de la costa oeste, al sur de Vancouver), aquí cayeron 31.102 litros de nieve. Sin embargo, la mayor cantidad de nieve caída en una sola nevada ocurrió en marzo de 1.911, en Tamarack, California, con 11.455 litros. Pero para chichones los que produjo la granizada ocurrida en el distrito de Gopalganj, Bangladesh, el 14 de abril de 1.986, donde cayó una piedra que pesaba 1,02 kilos. Sin embargo, como buen gaditano, no me puedo ir sin hablar de vientos, y creánme, hay sitios donde hay más ventosidad que aquí, sino pregúnteselo a los pingüinos de la Bahía de Commonwealth, en la costa de Jorge V, la Antártida, donde los vientos suelen, en ocasiones, alcanzar los 322 Km/h. En cambio, la mayor racha registrada fue bastante lejos de allí, unos 372 km/h, y no fue en Tarifa, sino en el monte Washington (que original) en New Hampshire, EEUU, a unos 1.916 metros de altura sobre el nivel del mar, y ocurrió un día 12 de abril de 1.934. Y para terminar los récords mundiales, otra de vientos, los más fuertes registrados en un huracán, unos 322 Km/h de media, con ráfagas de hasta 338 Km/h, en los días 17 y 18 de agosto de 1.969, a lo largo de la costa de Alabama y Missisipi, EEUU, en un huracán llamado Camille. 

  Una vez, descompuestos los cuerpos por éstos datos más propios de otros planetas como Júpiter o Venus, nos vamos a centrar en nuestra península, dejando a un lado, como dije antes las Canarias, que nos ganan al resto en todo, como si fueran el primo de Zumosol. Voy a comenzar con una buena noticia para nosotros, aunque hoy nos olvidemos de ello, las medias anuales más cálidas por capitales son las siguientes: Almería con 18,5º C, Huelva con 18,3º C y Cádiz con 18,2º C. Por zonas más cálidas son por temperatura media anual, la zona costera de Huelva, el bajo Guadalquivir, y el extremo sureste peninsular. No obstante, ésto son datos estadísticos, que no tienen en cuenta la menor diferencia de temperaturas entre el verano y el invierno, que se produce en la meridional ciudad de Tarifa, cuyo microclima, junto con el Campo de Gibraltar, permiten las únicas manchas de bosque subtropical de la Europa continental: la laurisilva existente en Los Alcornocales, aquí la temperatura del mes más frío es de 14º C, mientras que la del verano, apenas llega a los 24º C. En cambio, las medias más frías por capitales son todas de Castilla y León: Burgos con 9,9º C, Ávila con 10,4º C y Soria con 10,5º C. Los récords por temperaturas máximas tienen dos factores, una por las máximas frecuentes en verano más elevadas, 47º C en Écija,  y 48,8º C en Cazalla, ambas en Sevilla; y por récords en un día, las zonas más propensas a freir un huevo en la acera en verano son las Vegas Bajas del Guadiana en Badajoz y el valle del Guadalquivir, en la zona comprendida entre el sur de Córdoba y Sevilla. Entre los récords más calurosos en un día tenemos uno de los Récords Guiness en nuestro haber, 51º C registrado en la capital hispalense el 30 de julio de 1.876; sin embargo, el material con el que se midió tenía unas condiciones técnicas deficientes. No obstante, ese mismo día se registraron temperaturas de 44,2º C en Madrid, 42,5º C en Bilbao y 41º C en Salamanca. Los récords de frío son para quedarse helado, literalmente, -30º C en Calamocha el 17 de diciembre de 1.963, -28º C en Molina de Aragón el 12 de diciembre de 1.963, -24,6º C en Reinosa el 4 de enero de 1.971, -24º C en Albacete el 3 enero del mismo año, -23ºC en Riaño y -22º C en Burgos, el mismo día y mismo año, -21,5º C en Teruel el 28 de enero de 1.958, y  -21º C en Vitoria el día 25 de diciembre de 1.962. Sin embargo, la más baja de todas las que se han medido en España fue el 2 de febrero de 1.956, con -32º C, en el lago Estangento, en el Pirineo leridano. Por precipitaciones, tema preferido de los gallegos, las zonas con mayor índice se localizan, como no, en Galicia, cornisa cantábrica, Pirineo Vasco-Navarro, el Sistema Central, y la Sierra de Grazalema. Como localidades más lluviosas destacan Arruazu y Articuza, ambas en Navarra, con 2.800 y 2.654 litros anuales respectivamente, Grazalema, Cádiz, con una media cercana a los 2.500 litros anuales, Visuña y Villarbacu, ambas en Lugo, con 2.369 y 2.346 litros anuales respectivamente. Por récords de lluvias registradas en un año, destaca nuestra Grazalema con unos 4.346 litros en 1.963; Arruazu y Aticuza, con 3.867 y 3.398 litros en 1.965 y 1.960;  Visuña y Villarbacu con 3.191 y 3.237 litros en 1.977 y 1.984 respectivamente; Vigo y Santiago de Compostela, con 2.859 y 3.159 litros respectivamente, ambas, en el año 1.960. Sin embargo, conviene destacar un dato que el libro que tengo en mis manos no cuenta, pues se refiere a datos meramente estadísticos, la cantidad de lluvia caída en Grazalema difiere con el resto de las localidades norteñas nombradas, el pueblo gaditano al situarse en el sur, a diferencia del resto, registra las precipitaciones solamente en una estación húmeda, contando luego con una seca que suele durar unos cinco meses, por tanto, aquí habría que contar otro hito, el del mayor índice de precipitaciones en un periodo de tiempo anual. Por récords en días destacan los 600 litros caídos en Albuñol (Granada) y Zúrgena (Almería), el 19 de octubre de 1.973, los 426 litros de Cofrentes y Jalance, ambas en Valencia, el 20 de octubre de 1.982, y por último, los 503 litros de Larrasquitu (Vizcaya), el 31 de agosto de 1.983. Por precipitaciones en una hora destaca el levante español: 110 litros en Cofrentes, 82 en Alicante y 159, 6 en Altet, todas el día 20 de octubre de 1.982. En el otro extremo, el de la sequedad, destacan tres localidades almerienses, Cabo de Gata, Huercal-Overa y Aguadulce, con 152, 171 y 182 litros anuales de media. Sin embargo los récords de años secos se quedan en las mismas localidades, 37 litros en la primera, en 1.998, 74 litros en la segunda en 1.995 y 51 litros en la tercera en 1.966. Curiosamente, he quitado las Canarias, Ceuta y Melilla para evitar que los datos estadísticos se me fueran de madre, sin embargo, como dije antes, las islas afortunadas ganan en casi todo, con la media más cálida, en torno a los 21º C en la costa, y el observatorio de Izaña (Tenerife) con la media más fría del país, 9,7 º C, más baja que muchas capitales peninsulares, asimismo el índice más escaso de precipitaciones se encuentra en las islas orientales, las zonas de más auténtico desierto en España, con una media entre 125 y 140 litros anuales.

  En fin, espero no haber dado demasiado la murga con el tema, y es que encontrarse conmigo en un ascensor tiene su peligro, y no precisamente, porque sea un maniaco asesino y violador, sino porque te puedo salir por peteneras con algún dato de éstos. Pero no se preocupen, es mejor hablar de ésto que de la dichosa prima de riesgo, que ya empezaba a ser demasiado cansina, y nos tenía a todos asustados. Y es que aquí en el sur, no estamos acostumbrados a éstas olas polares, pues a los únicos negativos a los que estamos habituados en Cádiz, es a los que había en la clasificación cuando la liga era de dos puntos, y el Cádiz C.F. metía los goles con el tren del gol, cuando la vía no estaba soterrada. Para ser honrado terminaré diciendo las fuentes de donde he sacado los datos que hoy han salido a relucir: "Observar el Tiempo"  de la editorial Geoplaneta y el libro "Meteorología" de Biblioteca Visual. Un saludo desde el sur.

Después de leer ésto no te quejarás más del frío ni de la lluvia.