domingo, 24 de marzo de 2013

El Palacio del Rey Don Pedro.

Vestíbulo
 Es Semana Santa, y la ciudad de Sevilla es el centro cofrade andaluz por excelencia. No obstante, si se opta por visitar algún monumento de la localidad, mi recomendación empieza por los Reales Alcázares. Excelente grupo de palacios que forma un ente monumental único en los terrenos del rey Al Mutamid, rey taifa de Sevilla. Junto con la enorme Catedral con su Giralda y el Archivo de Indias, los alcázares forman la milla de oro monumental de la ciudad hispalense que le valió para se declarara a la urbe como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. 

 Como ya he dicho, la pluralidad de palacios que abarca, y lo enorme de cada uno, hace que opte por explicar primero el más popular de ellos: el del Rey Don Pedro. Hay que explicar que aunque a primera vista nos engañe, por su aspecto árabe podría tratarse de un palacio del antiguo rey moro; pero no, la casona es de origen cristiano, castellano para más señas. Pero resulta que en la larga Reconquista española era normal que musulmanes, cristianos y judíos convivieran de forma más o menos pacífica. Y era normal que cristianos, ya sean obispos o reyes, encargaran alguna edificación a alarifes y albañiles musulmanes que se quedaban a vivir en territorio cristiano, eran los llamados mudéjares. 

Patio de las Doncellas
 Una bella fachada nos recibe en el llamado Patio del León; en el interior, tanto el vestíbulo como los distintos patios llaman la atención. Alguno como el de las Muñecas, tiene origen taifa, de la época de Al Mutamid, y sus columnas fueron traídas desde la Córdoba decadente postcalifal, sustraídas probablemente de algún palacio de la ciudad. O el de las Doncellas, restaurado recientemente, y donde se han vuelto a recuperar sus jardines, con sus naranjos semienterrados para que el rey Don Pedro tuviera a la altura exacta de su olfato el olor a azahar. Tanto patios como habitaciones están llenas de lujos: mármoles, azulejerías, etc. Las estancias dan paso a los extensos jardines, o a otros palacios, como el Gótico. 

Patio de las Muñecas.
 Una forma de vida sibarita, vivida por un rey de Castilla; tal vez, el reino más sobrio y espartano en sus formas, de toda la Europa medieval. Por ello, y por su tolerancia con los judíos (a los que los puso al frente de la economía del reino), el rey Don Pedro, apodado el Cruel, de forma injusta por la propaganda Trastamara, fue apartado del reino, y asesinado por Enrique II. Su principal error en la guerra contra éste último fue no cumplir sus promes as con sus aliados ingleses y portugueses. Mientras que el Trastamara pagó religiosamente a sus amigos franceses (Du Gluesclin), y aragoneses. Todavía el palacio se usa como residencia de los actuales Reyes de España cuando acuden de visita a Sevilla, así pues se considera un palacio oficial. Un saludo desde el sur.




Fachada del palacio



Vestíbulo.

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