Siempre me ha encantado el arte italiano, y sobre todo el barroco
existente en sus distintas ciudades. Por ello me encanta el casco
antiguo de Cádiz. Siempre se ha dicho que Cádiz es similar a la Habana,
pero nadie habla de las influencias italianas en la ciudad. Su
arquitectura es una mezcla entre la tradición andaluza (el patio, el
encalado, etc.) y la veneciana (normalmente cuatro plantas, distribuidas
sus funciones al más puro estilo comerciante de la ciudad de los
canales). También recuerda en algunas zonas a Nápoles, sobre todo en su
arquitectura popular. Y por último a Génova, fueron muchos los
comerciantes de esta ciudad asentadas en Cádiz con el esplendor del
XVIII, tanto, que se puede decir que la capital gaditana es la ciudad
con más arte genovés del mundo, tras Génova, claro. En este sentido, la
abundancia de mármoles genoveses, debido, sobre todo, al taller de los
hermanos Andreoli, instalado en Cádiz algo más de un siglo fueron y
siguen siendo seña de identidad del patrimonio de la ciudad. Pero no
fueron los únicos talleres. La abundancia de mármoles, tanto en la
escultura, como en la arquitectura barroca gaditana, se completan con
maderas nobles,plata y oro traídas de las Américas. En resumen, no
podemos olvidar parte de nuestros orígenes, dejándonos ya de simplificar
el parecido a La Habana, algo que se ha exagerado en exceso, tanto, que
ya en Cádiz, todo es igualito a la ciudad cubana, cayendo en un
populismo barato y que ya, aburre. Sobre otras influencias ya hablaré
más adelante, para no aburriros.
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