lunes, 5 de junio de 2017

Recuerdos del Londres medieval.

La torre del Big Ben y la Abadía de Westminster.
 Por desgracia, una vez más, he de salirme de mi pequeña área geográfica para dedicarle, en mi particular homenaje, una entrada, a una ciudad que últimamente se está viendo castigada por el terrorismo, del mismo modo que hice con MontMartre, en París, cuando al igual que ahora sufría una racha de agresiones islamistas. Pero a diferencia de la ciudad del Sena, en la del Támesis no voy a optar por un solo barrio, sino que prefiero hacer un imaginario recorrido por ciertos puntos donde quedan restos medievales, prácticamente desaparecidos tras el Gran Incendio del año 1.666, que arrasó prácticamente a toda la City, aunque siguió conservando el trazado de sus calles. Tampoco tuvieron mejor suerte los de Southbanks, que sufrieron el impacto de la Revolución Industrial. Hay que decir que aunque hoy todo sea un conjunto uniforme, en tiempos medievales eran tres municipios independientes: London City, Westminster y Southwarks. Voy a obviar los monumentos exteriores, como Hampton Court, que compite con los Reales Alcázares de Sevilla, en ser el palacio aún en uso, más antiguo de Europa. Prefiero quedarme con los del centro, que se pueden disfrutar en un paseo, ahí van:

  • Winchester Palace. Pickfords Lane, En pleno Southwark, en la ribera sur del Támesis, en una estrecha calle peatonal, nos encontramos con los restos de un antiguo palacio gótico de comienzos del siglo XIII, y que sirvió de residencia para los obispos de dicha ciudad. 
Fachada y rosetón.
  • Southwarks Cathedral. London Bridge. Es la catedral anglicana del sur del Támesis, y es el templo gótico más antiguo de Londres, datando entre los siglos XIII y XV, aunque es sede catedralicia desde el año 1.905, No obstante, como lugar de culto es superior a los mil años, en el edificio adjunto a la misma, se encuentran distintos restos arqueológicos, destacando los restos del ábside de la anterior iglesia románica normanda. así como otros restos del siglo XII. Por debajo de estos, encontramos restos de la antigua calzada romana, del siglo I d.c. 
Ábside del anterior templo normando.

Catedral de Southwarks.
  • Abadía de Westminster. Aunque tenga el tamaño de una catedral, no lo es, es una abadía, como su nombre indica. Hay que aclarar esto, porque no es la principal sede de la iglesia anglicana, sino que lo es la Catedral de Canterbury. tampoco es la de Londres, que es la de San Pablo, en la City. Paradigma del gótico inglés, por su enorme tamaño y por sus particularidades, entre otras, la falta de un rosetón en la fachada principal. Destaca especialmente la capilla mariana de Enrique VIII, por su bóveda pinjante de abanico, única en su estilo. No obstante, algo queda de su anterior estilo románico normando, una pequeña capilla, que fue cripta, the Pyx Chamber, donde al parecer se guardaban objetos de valor, junto al claustro; también en el mismo, destaca en semisótano, the Chapter House o Sala Capitular de la abadía. Volviendo al templo destacan las tres enormes naves con impresionantes bóvedas de crucería. Es el templo donde se dan los principales momentos de la vida política y monárquica de Gran Bretaña, en ella se realizan bodas y bautizos reales. Asimismo, es panteón principal de los monarcas ingleses (principalmente) como Isabel I, así como de otras personalidades notables como Newton, Dickens o Livingstone, entre otros. 

Fachada lateral.

Entrada a la Chapter House.

The Pyx Chamber.

Claustro.

Patio del claustro.

Fachada principal.
  • El Salón Westminster y Jewel Tower. Dentro del recinto del famoso palacio del Big Ben, donde se discute los asuntos políticos del país, encontramos otras dos joyas del periodo medieval londinense. El primero es uno de los más grandes de Europa con un techo sin soportes, y es la parte más antigua del recinto, pues fue construido en el año 1.097; sirvió para la Corte del Tribunal del Rey, Corte de Alegatos Comunes y de Chancery, en tiempos medievales, posteriormente variaría su función. También sirvió como lugar de grandes ceremonias y banquetes reales. En cuanto a la mencionada torre, fue edificada por Eduardo III en el año 1.365 con objeto de albergar los tesoros personales suyos. Aún se conserva íntegra junto a su foso. 
El salón Westminster desde fuera, es la parte más antigua del recinto.
  • Tower of London. Abandonamos la zona de Westminster, para volver a la City, donde se encuentra el otro gran monumento medieval de Londres, Todo un conjunto románico normando que se conserva íntegro. La gran Torre Blanca, imponente, y central, da nombre a todo el recinto, fue edificada en tiempos de Guillermo I el Conquistador, en el 1.066. Posteriormente el perímetro amurallado sería ampliado, en arquitectura gótica, en tiempos de Ricardo Corazón de León, así como de Eduardo I y Enrique III, además de construcciones estilo Tudor. En su interior se conserva una auténtica joya arquitectónica: la pequeña capilla en estilo románico normando, así como el Salón del Trono. En tiempos posteriores, aparte de residencia real, fue prisión (de ello da fe la Puerta de los Traidores), armería, tesorería, casa de las joyas de la Corona... Su privilegiada situación le permitía controlar una amplia zona desde la colina en la que estaba situada, así como el paso del Támesis. Pero hay un ámplio conjunto amurallado, con infinidad de torres, algunas tan sugerentes, como la llamada Torre Sangrienta, además de poder observar al the Ravenmaster, quien se encarga de cuidar y amaestrar a los cuervos que viven en su interior. Dentro aún existe una pequeña población con su parroquia, por lo que se puede considerar un pequeño pueblo dentro de una de las mayores megápolis del mundo. En los exteriores conserva el foso, así como un magnífico mirador para el Tower Bridge. 
El recinto ha sido ampliado varias veces.

La torre y la Traitor's Gate desde el Támesis.

Entrada y foso.

Capilla de Eduardo IV

Aposentos reales.

Sala del Trono.

Detalle de las estancias reales.

Casa de las joyas.

Viviendas de intramuros.

Los cuervos, los habitantes más famosos.


Torre Sangrienta.

The Bell Tower.

La Torre Blanca, más antigua y principal.

  • San Bartholomew the Great. E aquí una joya escondida (y mi favorita) entre las modernas edificaciones de la City, pues se trata del templo más antiguo de la ciudad, tras la capilla de la Torre de Londres. Se encuentra detras de una estrecha portada de estilo Tudor, que fue pórtico de la iglesia y que se encuentra encajonada entre edificaciones posteriores. Una vez cruzado el portón, una anodina fachada y el patio del cementerio no llaman en exceso la atención, pues son muy posteriores (s. XIX) y de escaso valor arquitectónico. Pero donde hoy se encuentra el camposanto, fue parte edificada de la parroquia, que conserva apenas un tercio de lo que fue, por lo que una vez dentro, lo impresionante de sus naves y arcadas de estilo románico normando, con girola incluida, dan fe de la magnificencia que tuvo el templo.  Fue priorato, asociado al hospital que se encuentra justo al lado, pero las disoluciones de los monasterios dictada por Enrique VIII, hicieron desaparecer gran parte del edificio. Se conservan asimismo, una pequeña iglesia, bajo advocación de San Bartolomé el Menor, además de algunas partes del claustro. ambos en estilo gótico; como curiosidades destacar que se usó como imprenta, donde estuvo trabajando Benjamin Franklin, que fue lugar de bautizo del pintor William Hogarth, y fue lugar de rodaje de varias películas (básicamente en el claustro) como: Robin Hood, príncipe de los ladrones (1.991), Shakespeare in Love (1.998), Elizabeth, la edad de oro (2.007) o las Hermanas Bolena (2.008), entre otras. 
Claustro.

Interior del templo.

Típicas columnas normandas.

Antigua portada.

Fachada actual y cementerio.

Parte trasera del pórtico.

San Batolomé el Menor.

  • Plaza de West Smithfield. Plaza que se encuentra junto al anterior templo, no tiene ya restos medievales. Aunque sí un interesante mercado de la carne, el mayor de Europa, aunque su edificación es posterior, con una arquitectura del hierro del XIX, su origen es claramente medieval. Pero para muchos cinéfilos, y nacionalistas escoceses, es un punto de gran valor sentimental, pues aquí se presupone que ocurrió la ejecución del famoso héroe escocés William Wallace. Todo viene perfectamente explicado en una placa que encontré por casualidad, en la pared del mencionado hospital, y flanqueado por reproducciones de la bandera escocesa.
La iglesia de S. Bartolomé el grande.

La plaza hoy en día.
  • La iglesia del Santo Sepulcro. Seguimos en la City. Vinculada con la anterior plaza y la desaparecida prisión de Newgate, pues la campana de la torre de la iglesia se utilizaba en el pasado para avisar a los ciudadanos de que se iba a proceder a una ejecución de algún reo. También como su nombre indica, estaba relacionada a los Cruzados que iban y volvían a Tierra Santa, pues cerca se encontraba la puerta de la muralla por la que salían los mismos hacia el largo viaje. Gran parte de la iglesia fue destruida con el Gran Incendio de 1.666, pero quedan la torre y la portada, góticos del año 1.450, el resto fue reconstruido por el arquitecto Wren, que dio su particular sello a gran parte de las iglesias de la ciudad. 
La campana de la torre servía como aviso de ejecuciones.

  • Palacio de St. James.Vamos ahora hacia la zona de Buckhingham, cerca del famoso palacio, se encuentra éste otro, que es uno de los más antiguos de la ciudad. Y que da nombre a un bello parque cercano. Fue construido en estilo Tudor por Enrique VIII, allá por 1.530. Está edificado por entero en ladrillo visto, y destaca en él, su poderosa fachada, rematada por un espectacular reloj. Fue residencia real hasta que la reina Victoria prefirió trasladarse al vecino palacio de Buckhingham, quedando en desuso.
Patio interior.

Fachada principal.

 Termino aquí la lista de monumentos medievales de una ciudad increíble; es éste, mi particular homenaje a la misma. Sé que muchos echarán en falta otras joyas escondidas entre sus calles y exteriores, pero sinceramente, tres días de visita no dan para mucho en una megápolis con tanta historia. También sé que he reducido a la mínima expresión los datos de interés de cada monumento mencionado, pero mi intención era hacer un pequeño resumen, de algunos edificios, que son, en muchos casos, auténticos desconocidos, y que cada uno, daba no para una entrada, sino para todo un libro. Pero cada uno busca su Londres, y éste, sin duda, es el mío. Un saludo desde el sur.

Torre de Londres y the Tower Bridge, como fondo.

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