miércoles, 21 de febrero de 2018

Los ensanches españoles.

Paseo de Gracia, Barcelona.
  No es muy común aquí en Andalucía, pero en muchos lugares, más allá de intramuros, del centro histórico, existen una serie de barrios de ordenada organización, cuyo origen hay que buscarlo a finales del XIX o principios del XX. Se tratan de los típicos ensanches que prosperaron, sobre todo en las ciudades más ricas e industriales de la época. Es algo que llegó con la segunda Revolución Industrial, y la generalización del ferrocarril, que empezaba a unir distantes lugares de España. Aunque hay que afirmar, que el fenómeno urbano de los ensanches, es prácticamente europeo, occidental, casi afirmaría, aunque también se dio en territorios coloniales de otros continentes que fueron gobernados por una metrópoli, un ejemplo de ésto es el Ensanche de Tetuán, capital administrativa del Protectorado español de Marruecos. En países cuyas ciudades son prácticamente de nuevo cuño, el fenómeno apenas se aprecia, ya que no suele haber un centro histórico anterior al XVIII, por lo demás, el propio núcleo urbano ya nació con formas ortogonales, como sucede en Nueva York o México DF.

  Dentro de España, ya llegada de la modernidad y los avances científicos, lo tradicional solía ser el derribo de las viejas muralla medievales que daban lugar a paseos o ámplias avenidas, muchas ajardinadas, como sucede con las famosas Ramblas de Barcelona. No obstante, hay muchas que supieron conservar casi todo o parte del amurallamiento de la parte antigua, como sucede con Melilla. Ahora bien, ¿que ciudades españolas tienen ensanche?, ahí van algunas: 
  • Barcelona: tiene tal vez, el ensanche más famoso de nuestra nación, y donde se concentra algunos de los más famosos monumentos de la localidad, como la Sagrada Familia, la Pedrera o la Casa de los Pinchos, entre otros muchos. Ideado y ejecutado por Idelfonso Cerdá a finales del XIX, es el mayor ensanche español, y el más poblado. Y para mi gusto, el más ordenado y el mejor planificado de todos; dividido de forma ortogonal, en cuadrículas con chaflán y cruzado por una avenida Diagonal, que agiliza al tráfico para que pueda atravesar la urbe. 
La Pedrera, emblema del Ensanche.

Chaflán en La Diagonal.

  • Madrid: tiene varios ensanches y proyectos urbanizadores, entre los más famosos se encuentra el Barrio de Salamanca, es un barrio de origen burgués, y de los de mayor nivel de vida en Europa. Diseñado por Carlos María de Castro y Carlos Ibáñez, y promovido por el Marqués de Salamanca, tiene una arquitectura elegante, muchas veces de corte francés. Hay varios edificios notables, como la Casa de las Bolas, el Convento de las Maravillas o el Mercado de la Paz. Otro ejemplo de ensanche, esta vez de tipo ciudad- jardín, se encuentra en la llamada Ciudad Lineal, ideada por Arturo Soria, pocos chalets originales quedan de entonces. 
Biblioteca Nacional.

Puerta de Alcalá, límite del barrio.

  • Pamplona: El ensanche pamplonés se divide en dos: el Primer Ensanche, que quedó en unas pocas manzanas a causa de las prioridades defensivas por parte de instituciones militares; y el segundo, tras la I Guerra Mundial, cuando se demostró que la aviación hacía inútil el cinturón defensivo de murallas que rodea el núcleo central. Ambos tiene la típica urbanización reticular, si bien el segundo, tiene herencia directa del ensanche barcelonés. Entre los edificios más destacados se encuentran el Teatro Gayarre o el Palacio de Navarra, en el segundo, o el edificiod el Parlamento en el primero. 
Típico chaflán.

Teatro Gayarre.

  • Málaga: Aquí en Andalucía, tan sólo está reconocido como tal, el pequeño ensanche malagueño, no siguió la estela de Cerdá, sino que opta por modelos de la Ilustración. A finales del XIX, y tras la ampliación del puerto, el terreno ganado al mar, delimitaría el futuro ensanche Heredia, llevado a cabo en 1.929 por el arquitecto Daniel Rubio. Entre los edificios más destacados se encuentran el Teatro Alameda o el edificio de La Equitativa.
Vista de la ciudad, el ensanche, al fondo a la izquierda.

  • Tetuán: No es actualmente una ciudad española, pero en tiempos fue capital administrativa del Protectorado español, y por ello, la ciudad, y sobre todo el el ensanche sigue conservando un marcado sello español. De hecho, la arquitectura es de corte regionalista, similar a las de Sevilla o Cádiz, en un imaginario ensanche que se hubiera dado en la capital hispalense o en Jerez de la Frontera. Tanto edificios como ensanche fue diseñado por Carlos Óvilo. Aún así, existen edificios de corte racionalista o del tipo tradicionalista tan propio de la primera época de Franco. Dicho ensanche se adapta a la antigua medina, respetándola, y se articula en torno a una plaza central, de forma circular.
Vista de una plaza en el Ensanche Español.

   En Andalucía no hay más ensanches, pero podrían considerarse como tales, ya que fueron ambiciosos proyectos urbanísticos:

  • Sevilla: Exposición del 29, y Avenida de las Palmeras.  Curiosamente, la ciudad hispalense, pese a tener entidad para ello, y ser un importante nudo para el ferrocarril en Andalucía, no gozó de un gran proyecto a finales del XIX; éste llegaría con la Exposición internacional de 1.929, con el famoso recinto de pabellones en torno al Parque María Luisa, pero no fue lo único, la prolongación de la Avenida de las Delicias, vertebradora de la exposición, da lugar a la Avenida de la Palmera, donde se ejecutan más pabellones y una serie de viviendas, también de corte regionalista, al modo de ciudad- jardín. Otro proyecto de viviendas, al parecer de carácter social, a primeros de siglo, o en la II República, se da en el otro extremo de la ciudad, más allá de la Ronda de Capuchinos. Aunque es algo que deduzco por su similitud con las casas baratas de San Fernando (Cádiz), sin tener datos concretos. Son unifamiliares y casas bajas, de corte regionalista, y con un barrio ordenado en cuadrículas. 


Detalle del parque.

Plaza de España.
    Otros casos fueron producto del periodo ilustrado del XVIII, precursores de dichos ensanches, destacando uno de los escasos ejemplos:
  • Cádiz: Barrio de San Carlos y La Viña. Nacidos con diferente carácter, fueron ambiciosos proyectos urbanísticos en el XVIII, viniendo a ocupar espacios vacíos de intramuros (de ahí reside la diferencia con el típico ensanche). El primero nace de la mano del Conde O' Reilly, y tiene una trama reticular que se adapta a las murallas del mismo nombre, y es de típico carácter burgués, con amplios palacetes de corte neoclásico. El segundo barrio, tuvo un carácter más social, de construcciones hechas para los pescadores de La Caleta con viviendas populares. 
Barrio y muralla de San Carlos.

Calle típica de La Viña.

   Termino aquí una larga entrada, en el que se resume, a groso modo, algunos de los grandes proyectos urbanísticos de nuevo cuño en España. Siento haber desechado explicar más sobre otros ensanches de otras ciudades que bien lo merecían, como Vitoria, Valencia o San Sebastián, pero al no tener material gráfico sobre ellas, he optado por la prudencia. Un saludo desde el sur.

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