Cuando pensamos en el románico, solemos pensar en paisajes
norteños, en calles silenciosas, con casas de piedras cubiertas de musgo y
nieblas o lloviznas constantes. Nos cuesta creer que en nuestra tierra pueda
existir algo que corresponda a éste estilo, pues la imagen es la contraria,
casas encaladas, calles ruidosas y acompañadas, y sobre todo por una enorme
herencia musulmana, que en tiempos de la citada corriente artística, eran los
pobladores del sur de la península. Aún así, se puede observar retazos, sobre
todos en las primeras iglesias que se construyeron en Andalucía tras la
conquista cristiana del valle del Guadalquivir por parte de Fernando III, el
Santo, y Alfonso X, el sabio, que tomaron toda ésta zona a lo largo del siglo
XIII. Asimismo, parte de Andalucía oriental no se vería privado del románico,
sino que además conservaría su forma más pura en nuestra tierra: la torre de la
iglesia de Santiago en Almería. Dicha ciudad fue conquistada por los
aragoneses, acompañados por multitud de cruzados, allá por el año 1147, aunque
su dominio duró poco, pues los musulmanes volvieron a conquistarla pronto. En
el periodo que permanecieron pudieron empezar a construir una templo que se
terminaría ya, en el siglo XVI, bajo patrones tardogóticos y renacentistas,
pero aún así la torre se conservaría, y nos ha llegado hasta nuestros días. Hay
que decir, que nadie espere encontrar en ella espectaculares arcos, ni nada por
el estilo, sin embargo, es un testimonio único en el sur, pues es la única
torre auténticamente románica de Andalucía.
Sin embargo, las tierras más
ricas del estilo de transición del románico al gótico, las llamadas iglesias
fernandinas (por ser de la época de Fernando III, el Santo), se encuentran en
las provincias de Córdoba y Jaén, que fueron las primeras que cayeron en manos
cristianas tras la batalla de las Navas de Tolosa. En ellas se encuentran
multitud de iglesias, como la de Santa Marina, que apuntan ya algunos arcos
ojivales, pero que aún conservan el abocinamiento en las puertas y ventanas
(véase imagen para saber que es abocinamiento), además de la utilización de
contrafuertes en vez de arbotantes. También algunas iglesias y edificios de la
parte occidental de la provincia de Cádiz tienen algunas formas románicas, ya
escasas, y muy mezcladas con el gótico, y sobre todo con el mudéjar. Aquí las
iglesias tienen mucha influencia de Sevilla, primero con el mudejarismo, y
luego más tarde con el último gótico, cuya máxima expresión se encuentra en la
enorme catedral de la citada ciudad de la Giralda. Por ello, encontramos sólo
retazos, pues muchas de las primeras iglesias se derribaron para construir las
góticas, o en el mejor de los casos, como la del Divino Salvador de Vejer de la
Frontera, donde el templo se encuentra claramente dividido en dos partes: una
moderna, del siglo XVI, muy luminosa, que sigue los patrones de la catedral
sevillana; y la antigua, oscura, que tiene una fuerte presencia del románico y
del mudéjar más puro, a pesar de que ya despunta un gótico arcaico. De ello dan
fe, las columnas y arcos que se sitúan junto al altar, además de algunas
ventanas y la torre, que era un antiguo alminar, del que se conserva la primera
parte, y siendo la segunda ya románica, aunque su chapitel es barroco. Asimismo
en Arcos de la Frontera es posible también, encontrar elementos góticos en la
extraña iglesia de Santa María (tiene dos rosetones) que tiene una arquitectura
propia del siglo XV y XVI en su mayor parte, pero su ábside es anterior, y está
rodeado de contrafuertes al modo románico, formando una girola, también es
posible ver ventanas abocinadas en un cercano edificio.
Ya poco más se puede
encontrar en nuestra tierra de éste bello estilo, que fue el primero que se
internacionalizó por toda la Europa cristiana. Después llegaría el auge del
gótico, correspondiente ya, a un arte propiamente urbano, alejado del rural que
representaba el románico. Y Andalucía, ya tenía grandes urbes en un periodo en
el que solían existir pequeñas ciudades. Además llegó tarde para tener ésta
corriente, pero su compensación fue la de tener el mejor legado musulmán del
mundo occidental, el del Al Ándalus, un sueño que aún perdura en muchos de
aquellos que añoran tiempos mejores. Un saludo desde el sur.
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Iglesia fernandina de Santa Marina en Córdoba |
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Torre románica de la iglesia de Santiago, en Almería |
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Basílica de Santa María en Arcos de la Frontera, aunque poco, se puede observar el ábside a la derecha la torre. |
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Ventana abocinada en Arcos de la Frontera |
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Columna románica en el Divino Salvador de Vejer de la Frontera |
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Torre de la misma iglesia, cuya primera mitad fue un alminar. |
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Ventana abocinada de dicho templo. |
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Arco románico cercano al altar. |
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Bóvedas de medio cañón con adornos góticos de la parte antigua del templo. |
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Parte nueva del templo, más luminosa, y con influencia de la catedral de Sevilla. |
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Restos árabes del mismo templo vejeriego. |
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