domingo, 30 de octubre de 2011

Historias de fantasmas gaditanos

Ahora que está de moda el Halloween, gracias sobre todo a los grandes almacenes, se ve a los niños, de distintas edades (de 0 a 40 años), disfrazados de personajes desagradables, ya sea pidiendo chucherías por las casas o tomándose una cerveza tras otra en uno de los quinientos pubs irlandeses (regentados por paisanos) que abundan en nuestras ciudades. Hay de todos los tipos: Frankestein, Drácula, Hombre Lobo, político...Pero yo siempre he sido más de Tosantos, puede que sea porque soy más soso que un churro sin chocolate, pero a decir verdad, también es cierto que las historias de miedo españolas, y europeas en general, asustan más que las que vienen importadas de EEUU, pues son bastantes más descafeinadas que las nuestras. A cada país le asusta lo suyo, y cada lugar tiene sus distintos tipos de terrores; evidentemente el mencionado país sólo posee unos doscientos años de historia, mientras que  nuestro continente es de tradición milenaria, con lúgubres castillos, maldiciones medievales, brujas paganas, vampiros fantasmales, y demás parafernalia. Y sobre todo, hay que decir que en España hay más fantasmones de carne y hueso que espectrales. Aunque sin embargo, hay que reconocerles el mérito de acongojar al personal con historias como la de Amityville o la finca de Hinsdale. 

       Como me dijeron el viernes que no tenía puente, ando escaso de inspiración, así que enumeraré una lista de leyendas fantasmales de una provincia que se caracteriza por tener cascos antiguos enormes, y ensanches de ciudades que se construyeron sobre necrópolis romanas, púnicas, o fenicias (y se asustan los americanos por un sólo cementerio indio). Para ser honrado me remito a un artículo del diario de la Voz de Cádiz de hace algún tiempo, además de alguna otra historia que recuerde en éste momento, o que me hayan contado alguien de fiar, y que evidentemente, no diré quién es, más que nada porque al personal le importa un pimiento quien es el fulano en cuestión. Las escribo con un cierto tono de guasa, pero es porque no soy experto en el tema, y de algún modo tengo que hacer un artículo distraido, así que no se ofendan, por favor, quienes crean en éstas historias. Ahí van:

-El bebé que llora en el Patio Cambiazo: Empezaré las por que me contaron de mi ciudad. Sobre ésta se ha dicho mucho y escrito poco. Realmente, a mí me la han contado a título personal, y sinceramente dudo mucho de su autenticidad. Se argumenta que las casas que ocupan éste palacete están vacías por causa de un bebe fantasmal que se dedica a llorar por las noches. Hay que decir que muchos padres sufren esto sin que sus hijos sean unos fantasmas, pero sí una auténtica tortura. Sólo faltaba que viniera un espectro llorón a dar por saco una noche tras otra, con la cosa de que la criatura ni crece, ni se calma dándole de comer.
-El niño del columpio en Reyes Católicos: ésta es de un soldado de infantería que se dirigía al parking a coger su coche para ir al trabajo, allá sobre las seis de la mañana. Comentaba que había un niño columpiándose (literalmente) en un parquecito cercano a la salida de los coches; no le echó cuenta, pero enseguida cayó que el niño en cuestión estaba completamente sólo en la plaza, y que no había nadie cuidándolo a esas horas tan raras. Así pues el infante de marina cogió el camino de Villadiego cuando vio todo aquello muy raro.
-Hay otra en una casa del siglo XVII situada en plena Calle Real, donde se escucha de todo, aunque no la he localizado, dicen que se encuentra en las cercanías de la Alameda. Y otra, en la Calle Dolores, en la que una testigo asegura haber visto a una anciana fantasmal perteneciente a la familia que aún vive en esa casa. Aunque de éste último, no hago mucho caso, pues he estado mil veces en esa casa, y no he visto nada raro (a nivel fantasmal, me refiero).
-Recuerdo una, allá por los años 90, del conocido fantasma jartible, en El Puerto de Santa María, donde se decía que en cierta calle se aparecía todas las tardes un fantasma en un balcón, y que se podía observar a través de las ventanas desde la calle. El espectro en cuestión dejó de dar por saco cuando cambiaron los cierros, y los pusieron de aluminio, en vez de los tradicionales de hierro forjado o madera. Así pues, al menos, el espíritu puede presumir de buen gusto, porque a mí, también me parecen horribles los cierros de aluminios en un casco antiguo (y pensar que llegaron a ser una plaga).
-La Casa Cuna de Cádiz, ésta la puso de moda Iker Jiménez y su Cuarto Milenio, y tiene su origen en la explosión del depósito de minas de Cádiz en 1947, y que arrasó con todo Puerta Tierra, y sobre todo, con un orfanato cercano. Desde entonces, aseguran que en las oficinas que hay ahora del INEM se observan niños fantasmales y, lo que es peor, monjas; nunca me han gustado las vivas, imaginen las muertas, además de campanas que no existen hoy día. El caso, es que lo que más debería asustar aquí, es la cantidad de gente que va a sellar cada día.
-Los fantasmas del Hospital de Mora. La actual Facultad de Empresariales se encuentra situada en un antiguo hospital de corte modernista que tiene aspecto colonial. Evidentemente, en un sanatorio fallecen muchas personas, y muchos de sus espíritus dicen que se han quedado aquí, para interrumpir los provechosos estudios de los alumnos más ociosos.
-Los monjes del Ayuntamiento de Cádiz. Otro chiste fácil, en los consistorios suele haber muchos fantasmones. Pero aquí se cuenta, incluso, de alguna que otra agresión de ultratumba, y es que nadie soporta a los policías locales, pobrecitos, ellos sólo hacen su trabajo, que es sacar dinero para las luces de Navidad con unas cuantas multas. Lo que se ve aquí en cuestión es una procesión de monjes que viene acompañada de un extraño olor a perfume. Una suerte de Santa Compaña a la gaditana.
-La monja de la Residencia (Hospital Puerta del Mar). Ésta monja por lo que se ve, no le mola asustar a nadie, sino que por lo visto, se dedica a ayudar a los enfermos. Si algún día ingreso allí, espero no tener el placer de verla, porque prefiero valerme por mi propia cuenta (vale… saldría corriendo).
-La Casa del Obispo. Por fin, una sobre un cementerio, fenicio en éste caso. Aquí se asegura la presencia varios espectros luminosos que sirven para no perderse en la oscuridad de las distintas estancias.
- El duelo con el Demonio en Jerez de la Frontera. Ésta me encanta, porque es una historia de espadachines del siglo XVII. No recuerdo la calle, pero asegura la historia, que un valiente espadachín ganaba a todos sus contrincantes en sus distintos duelos nocturnos. Y que en cierta ocasión, para dársela de más fantasmón (nunca mejor dicho) que nadie dijo aquello de que él podía retar al mismísimo diablo, por lo que recibió de propina un corte en el brazo con una espada que no se sabía de dónde venía. Así pues el infeliz espadachín fue corriendo hasta una iglesia, donde se pudo refugiar del mismo demonio. Según dicen, la herida nunca le cicatrizó, y brotaba sangre de vez en cuando, hasta el final de sus días.
-Los fantasmas de Trafalgar. Son varios, la primera es una dama blanca que al parecer le ha cogido el gustillo a tirarse desde el acantilado hacia el mar. Al parecer se trataba de una despechada de principios del siglo XX que decidió suicidarse. Y la segunda se debe a la famosa batalla de 1.805, al parecer los barcos y marinos fantasmas no se han enterado de que la batalla acabó hace un par de siglos, y aún siguen dándose estopa en las noches de tormenta. Se asegura que aún se escuchan los cañones, gritos y disparos de pistolas.
-Barcos fantasmas en el Estrecho. Se asegura, por varios testigos que en tiempos de tormentas  aún se pueden ver algún que otro navío espectral en una de las zonas más transitadas del mundo (la segunda tras el Canal de La Mancha). 

           En fin, espero que no hayan leído solos esta entrada, porque quien sabe, si algún crujir de maderas, algún ruido extraño, alguna sombra que vea por el rabillo del ojo, o simplemente, le llame el cartero para formar parte de una mesa electoral; puede ser que verdaderamente que su casa esté construida sobre tres cementerios de distintos periodos (y ya sabe todo el mundo como se las traían los fenicios), y puede que tal vez, crea que usted está sólo, pero a lo peor resulta, que se encuentra más acompañado de lo piensa. Un saludo desde el sur.

Prohibida la entrada a los fantasmas, las cafeterías de Cádiz se quedarían vacías.

Los fantasmas que más me asustaron en mi juventud fueron los del Comecocos.

domingo, 23 de octubre de 2011

La extraña catedral de Jerez

   No les culpo a nadie de ustedes, si asocian Jerez de la Frontera, solamente al vino, los caballos, el flamenco y las motos. Es lo que nos han vendido, es lo que realmente se vende en el turismo gaditano: sol, playa y flamenco. Sobre esto último, diré que es lo único que se vende con un poco de sesera, aunque para mi gusto se explota poco para lo que significa en nuestro acervo cultural. Sin embargo, pocos conocen el maravilloso casco antiguo de Jerez, digno de figurar entre las ciudades más monumentales de España; una verdadera joya medieval, que conserva multitud de iglesias góticas, y numerosos palacetes de todo tipo de épocas: góticos, renacentistas, barrocos, neoclásicos, y muchos decimonónicos (de época bodeguera). 
    Pero tal vez, haya dos edificios que marquen dos hitos arquitectónicos dentro del casco histórico: el Alcázar y la Catedral. Hoy les voy a hablar de éste último, por lo bello y lo extraño de un edificio, que no responde a los patrones arquitectónicos de la época en la que fue construida. La primera vez que la pude ver, fue en un día de niebla y frío, propio de las fechas navideñas de aquel año de 2.007. Después volví, en la soleada y bella primavera jerezana, tal vez la mejor época para venir. Pero, sin embargo, en mi retina quedó grabada aquella imagen de la Seo sobresaliendo entre el espeso manto neblinoso que cubría la ciudad, en un horizonte plagado de iglesias monumentales (ver foto de abajo). Tal vez le sorprenda el hecho de que éste templo no fuera elevado a rango de Catedral hasta el año 1.980, pues antes era colegiata, perteneciente, curiosamente a la diócesis sevillana, hoy día tiene la suya propia, la primera que hubo, históricamente en la provincia: la jerezana-asidonense. Dadas las proporciones del templo, pudiera parecer que hubiera sido catedral toda la vida, y tal vez para ello fue construida en un principio, sus dimensiones justifican el actual rango: 54 metros de largo por 41 de ancho. Con una planta de salón repartida en cinco naves, en la que la piedra es la protagonista principal de ésta sinfonía arquitectónica. Llama en su exterior la presencia de arbotantes, elemento típico del gótico, a pesar de que el templo se construyó entre los siglos XVII y XVIII, época de esplendor barroco. Esto es debido, precisamente a las diferencias de alturas que hay entre las cinco naves, y al tamaño de su enorme cúpula, que sufrió un derrumbamiento. Por ello, se emplearon métodos antiguos ya, para la época, pero que sirvieron para dar equilibrio al edificio. Por lo demás, es el barroco el que domina todo, tanto en decoración como en arquitectura, con grandes columnas en su interior, compartiendo parentesco con sus hermanas andaluzas, como las de Cádiz, Granada o Málaga. En cambio, es curioso constatar, que también sus bóvedas responden a patrones ojivales (góticos), a pesar de ser un templo eminentemente barroco. Pero lo más espectacular son la fachada y la cúpula. La primera, tiene tres puertas, eso sí, muy característico del barroco, y le acompaña una enorme escalinata que sortea el desnivel existente entre la plaza que hay delante y el propio templo, a pesar de ser neoclásica, bien recuerdan a las entradas existentes de los templos gallegos o portugueses. La cúpula es, tal vez, lo más hermoso y refinado, de media naranja y apoyada sobre un tambor octogonal, tiene diferentes esculturas de diversos santos que le dan mayor belleza al conjunto. Sin embargo, lo más antiguo del templo se encuentra fuera del mismo, me refiero a la torre que hace las veces de campanario, y que se encuentra separada del conjunto, y del que se cree que fue el antiguo alminar de la mezquita mayor, cuyos restos, se acaban de encontrar al iniciarse unas obras para el futuro museo de la catedral. Dicha torre, está dividida en dos tramos principales, una primera de época medieval, y de tipo gótico-mudéjar, y una segunda, de época barroca, cuya cupulilla tiene azulejos con los colores del pendón de la ciudad. También tiene el templo una cripta, en la que están enterrados personajes ilustres de la ciudad.
    Estoy seguro de que muchos de los que habéis leído hasta ahora, no conocíais las maravillas de un templo, que sólo es conocido a nivel local (y no mucho). Si Jerez, en vez de situarse en nuestro país, estuviera en Italia o Francia, habría miles de fotos y postales de su catedral, que harían de su templo su imagen más conocida. Sin embargo, en España, pasa sin pena ni gloria; de hecho, es francamente difícil, por no decir casi imposible, acceder a su interior, pues el templo siempre está cerrado. En cualquier otro lugar habría colas de personas deseando entrar, en cambio, aquí, nos encontramos a turistas con cara de haba, conformándose con sacar unas cuantas fotos desde fuera. Espero que la cosa mejore, pues no es justo para una catedral con un semblante tan señorial y monumental. Un saludo desde el sur.

domingo, 16 de octubre de 2011

El románico tardío andaluz

      Cuando pensamos en el románico, solemos pensar en paisajes norteños, en calles silenciosas, con casas de piedras cubiertas de musgo y nieblas o lloviznas constantes. Nos cuesta creer que en nuestra tierra pueda existir algo que corresponda a éste estilo, pues la imagen es la contraria, casas encaladas, calles ruidosas y acompañadas, y sobre todo por una enorme herencia musulmana, que en tiempos de la citada corriente artística, eran los pobladores del sur de la península. Aún así, se puede observar retazos, sobre todos en las primeras iglesias que se construyeron en Andalucía tras la conquista cristiana del valle del Guadalquivir por parte de Fernando III, el Santo, y Alfonso X, el sabio, que tomaron toda ésta zona a lo largo del siglo XIII. Asimismo, parte de Andalucía oriental no se vería privado del románico, sino que además conservaría su forma más pura en nuestra tierra: la torre de la iglesia de Santiago en Almería. Dicha ciudad fue conquistada por los aragoneses, acompañados por multitud de cruzados, allá por el año 1147, aunque su dominio duró poco, pues los musulmanes volvieron a conquistarla pronto. En el periodo que permanecieron pudieron empezar a construir una templo que se terminaría ya, en el siglo XVI, bajo patrones tardogóticos y renacentistas, pero aún así la torre se conservaría, y nos ha llegado hasta nuestros días. Hay que decir, que nadie espere encontrar en ella espectaculares arcos, ni nada por el estilo, sin embargo, es un testimonio único en el sur, pues es la única torre auténticamente románica de Andalucía.

     Sin embargo, las tierras más ricas del estilo de transición del románico al gótico, las llamadas iglesias fernandinas (por ser de la época de Fernando III, el Santo), se encuentran en las provincias de Córdoba y Jaén, que fueron las primeras que cayeron en manos cristianas tras la batalla de las Navas de Tolosa. En ellas se encuentran multitud de iglesias, como la de Santa Marina, que apuntan ya algunos arcos ojivales, pero que aún conservan el abocinamiento en las puertas y ventanas (véase imagen para saber que es abocinamiento), además de la utilización de contrafuertes en vez de arbotantes. También algunas iglesias y edificios de la parte occidental de la provincia de Cádiz tienen algunas formas románicas, ya escasas, y muy mezcladas con el gótico, y sobre todo con el mudéjar. Aquí las iglesias tienen mucha influencia de Sevilla, primero con el mudejarismo, y luego más tarde con el último gótico, cuya máxima expresión se encuentra en la enorme catedral de la citada ciudad de la Giralda. Por ello, encontramos sólo retazos, pues muchas de las primeras iglesias se derribaron para construir las góticas, o en el mejor de los casos, como la del Divino Salvador de Vejer de la Frontera, donde el templo se encuentra claramente dividido en dos partes: una moderna, del siglo XVI, muy luminosa, que sigue los patrones de la catedral sevillana; y la antigua, oscura, que tiene una fuerte presencia del románico y del mudéjar más puro, a pesar de que ya despunta un gótico arcaico. De ello dan fe, las columnas y arcos que se sitúan junto al altar, además de algunas ventanas y la torre, que era un antiguo alminar, del que se conserva la primera parte, y siendo la segunda ya románica, aunque su chapitel es barroco. Asimismo en Arcos de la Frontera es posible también, encontrar elementos góticos en la extraña iglesia de Santa María (tiene dos rosetones) que tiene una arquitectura propia del siglo XV y XVI en su mayor parte, pero su ábside es anterior, y está rodeado de contrafuertes al modo románico, formando una girola, también es posible ver ventanas abocinadas en un cercano edificio.

     Ya poco más se puede encontrar en nuestra tierra de éste bello estilo, que fue el primero que se internacionalizó por toda la Europa cristiana. Después llegaría el auge del gótico, correspondiente ya, a un arte propiamente urbano, alejado del rural que representaba el románico. Y Andalucía, ya tenía grandes urbes en un periodo en el que solían existir pequeñas ciudades. Además llegó tarde para tener ésta corriente, pero su compensación fue la de tener el mejor legado musulmán del mundo occidental, el del Al Ándalus, un sueño que aún perdura en muchos de aquellos que añoran tiempos mejores. Un saludo desde el sur. 

Iglesia fernandina de Santa Marina en Córdoba

Torre románica de la iglesia de Santiago, en Almería

Basílica de Santa María en Arcos de la Frontera, aunque poco, se puede observar el ábside a la derecha la torre.

Ventana abocinada en Arcos de la Frontera

Columna románica en el Divino Salvador de Vejer de la Frontera

Torre de la misma iglesia, cuya primera mitad fue un alminar.

Ventana abocinada de dicho templo.

Arco románico cercano al altar.

Bóvedas de medio cañón con adornos góticos de la parte antigua del templo.

Parte nueva del templo, más luminosa, y con influencia de la catedral de Sevilla.

Restos árabes del mismo templo vejeriego.

Los puentes de Madison

   Decía el chiste, que un gaditano va dándose un paseo por la playa Victoria y se encuentra a Dios, y éste le ofrece un deseo, el paisano le comenta que quiere un puente que vaya dede Cádiz a Lanzarote, así que el Todopoderoso le responde que ese deseo es muy complicado, y que es mejor que pida otro; entonces el gadita le dice que quiere la fórmula para sacar al país de la crisis; Dios se queda un rato pensando y le contesta: ¿Como lo quieres colgante o de hormigón?. Éste chiste tan malo viene a cuento por dos cosas, aquellos que se creen dioses, la patronal (CEOE), tienen la fórmula secreta para sacar España a flote: quitar los puentes que hay entre los festivos. Y me pregunto yo: ¿Cómo vamos a salir los de Cádiz y San Fernando, si nos quitan el puente Suazo y el Carranza?, ahora que por fin en Cádiz se empieza a construir el segundo puente, llamado de la Pepa (o de la Mary, ya por poner nombres...) va a resultar que hay que tirarlo. Precisamente ahora, que el Vaporcito se ha hundido, como el resto de las industrias que ellos manejan. Por quitar, querrán quitar el puente del Tajo de Ronda, porque total, todos vamos a caer en un desfiladero que ellos han creado (no nosotros), o el acueducto de Segovia, que tiene el mismo tamaño que el da La Inmaculada. 

   Fuera ya de bromas, ya empiezo a estar harto de que la patronal se meta donde no les llaman, me parecen muy bien que defiendan los intereses de las empresas que ellos son incapaces de mantener a flote sin las subvenciones que todos les pagamos, incluidos los que tenemos que trabajar más y cobrar menos (según Díaz Ferrán) o quitarnos los puentes (según Joan Rosell). Siempre tienen una buena fórmula para sacar balones fuera, como dar ideas para quitarles privilegios a los funcionarios, que se los han ganado, con unas oposiciones, en las que no les han ayudado nadie, pues a diferencia de sus empresas, en la función pública no hay enchufes (salvo, diría en las locales), como ocurre, tanto en empresas privadas como en las públicas. Después de dar la murga con nuestros empleados públicos, nos toca ahora a todos, con los puentes. Menos mal que hay empresarios hosteleros que están en contra, pues ellos pierden un dinero que se ganan cuando los demás estamos de descanso. Tal vez crean que trabajar más horas por menos dinero sirva para activar la economía, y que ligar el salario a la productividad sea la panacea que nos saque de éste atolladero. Pero si en vez de mirar para Europa, miramos para Japón nos daremos cuenta de que eso es mentira, allí se tienen muy pocas horas de ocio, se duerme muchas veces donde se trabaja, y llevan teniendo una crisis de caballo desde hace diez años, ¿a que eso no lo cuenta el señor Rosell?. La baja productividad española viene, claramente, de una falta de identificación del empleado con su empresa, debido sobre todo a la alta tasa de temporalidad, precariedad en el trabajo, con sueldos paupérrimos y constantes pataditas en el orgullo personal, dando sobre todo a recordar, que si se despide al empleado experimentado y con trienios, es más rentable, pues con su mismo salario, se contratan a tres como él. Así pues, el funcionariado, que antes no atraía a nadie por sus mínimos sueldos, ahora es la panacea para todo el mundo, y si eso es así, es porque algo falla, ya que los funcionarios no cobran unos dinerales, precisamente. El ligar el sueldo a la productividad, está muy bien, siempre que sea Alemania o Suecia, o si se trabaja en el Ikea, pero esto es España, y aquí, a nadie le conviene reconocer que se ha ganado dinero, sino vean la cantidad de empresas que se han aprovechado de la crisis para echar a sus empleados y deslocalizar a la empresa (véase Visteón). Asimismo, si dentro de una empresa hay que repartir el dinero entre los más productivos, adivinen entre quienes van a parar, para los mismos de siempre, amigotes y lameculos del jefe. 

    Lo dicho, ya empiezo a estar harto de que patronal, sindicatos y partidos políticos reciban subvenciones por no hacer nada, y cargarles los muertos a otros. Sin que nadie responda aquí por sus errores, y dejándoles a la siguiente generación un erial en el que no se puede plantar ni una triste chumbera. Ya va siendo hora, de que cada uno arregle sus asuntos de una vez por todas, y con ellos, la de todos; y que nos dejen de decir que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, pues no somos los del pueblo, precisamente, quienes hemos ido al trabajo en coches oficiales, ni los que hemos desviado dinero para tener una generosa jubilación como en cierta caja gallega, ni cobrado dietas por ir de putas, . Un saludo desde el sur. 

¿Agobiado en el trabajo?, sonría, mañana puede ser peor (ley de Murphy).


domingo, 9 de octubre de 2011

Nuevo léxico español

   
    Dicen de los que chinos utilizan la misma palabra para decir crisis que oportunidad, de hecho está constatado que en los periodos convulsos de la economía es cuando los cerebros sacan lo mejor de sí, y lo que parecía amenazar ruina acaba mejor que cuando la crisis de turno empezó. Y de ello damos fe en regiones como Andalucía que llevan estando en una debacle continua, desde que, al menos yo, tengo uso de razón. Se habla de Steve Jobs o de los creadores de Google y Facebook, que crearon bienes intangibles cuyo valor son tan sólo superados por el de las petroleras. Sin embargo, he decir que ésta pobre gente son unos meros aficionados comparados con el tipo de vividores que se han extendido por España, pues si los primeros viven de crear un servicio que permita tener conectados a millones de usuarios, en nuestro suelo patrio tenemos más narices que nadie, y somos capaces de vivir sólo de unas cuantas palabras que hemos inventado, y que realmente no sirven para decir nada (con dos cojones). Y créanme, no hablo de miembros y miembras (que aquí en el sur suena a otra cosa), ni de las soflamas independentistas de otras regiones que al parecer no nos entienden al hablar, a pesar de que dimos para la literatura autores como Becquer, Alberti, García Lorca, los Machado, Fernán Caballero, Cadalso, Juan Ramón Jiménez o Pemán. Y aunque, también éstos politicuchos viven de las palabras huecas; a lo que básicamente me refiero es al palabreo empresarial, sindical y al buen diccionario de lo políticamente correcto en el mundo laboral, es decir, lo que se quiere oír, en aquellas farsas, a las que hoy día llamamos "entrevistas de trabajo", toda una parafernalia, para al final, colocar por enchufe a un conocido. 
      Cuando uno lee los periódicos, escucha la radio, etc, se da cuenta del asentamiento en nuestra cotidianeidad de ciertas palabras que nunca habíamos escuchado, y que ahora se expanden como una plaga de cucarachas, pues llegan a estar hasta en la sopa (de letras, si se quiere). ¿Quién no ha escuchado aquello de "Talleres de...", "Observatorios de...", "Fundaciones de...", "Centros de seguimiento de..." o "Centros de interpretación de..."?. Las preguntas son claves: ¿Sirven para algo?, ¿Cuánto dinero público cuestan?, ¿Dan empleo? ¿Sólo a los enchufados?, ¿Son productivas? o ¿Uno las escucha y no sabe donde localizarlos y si tiene suerte de encontrarlos, poder echar el curriculum, si es que le sirve de algo o no, si se entra por una extraña bolsa de trabajo de la que nadie a oído escuchar?. Muchos de ellos, de los que se logra hallar, te suelen dar cursillos, tanto para trabajadores (los que quedan), como para parados, y en ellos se vive la experiencia, siempre clarividente, del régimen del papanatismo en el que vivimos. Ellos han instalado, gracias a las subvenciones de la comunidad autónoma de turno, otras palabras, que en sintonía con el empresariado y los sindicatos, otras palabrejas que nos hemos tragado como si fuera el pavo de Navidad, sin masticarlas. Es el vocabulario del perfecto empleado que va a una entrevista, en la que sencillamente el puesto está vendido, aquel trabajador modelo, que no ve el futbol, ni Gran Hermano (si nadie los ve, ¿de qué viven?), que prefiere los documentales de la dos; un tipo que siempre viste con americana y camisa a pesar de ser fontanero, aquel que para distraerse va a la ópera en vez de al bar, que le gusta el senderismo, tratar con la gente y trabajar en equipo (no me jodas...). Pero la palma, que aparte de estar en el barrio de La Viña de Cádiz, se la llevan cuatro palabras que son el culmen del saber vivir con algo intangible, que se inventa uno, como el zing ziritione de aquel coche de los años noventa. Me refiero a éstas:

      - Empático: hoy en día no se es ni antipático, ni simpático, se es empático, que según los mesías del mercado laboral significa que uno es capaz de ponerse en el lugar del otro, y comprender sus sentimientos. Algo que en las empresas es muy común por lo que se ve, a pesar de que la pecera está llena de pirañas. Es más útil hoy día escribir en el curriculum que se es empático a tener años de experiencia laboral, el título de tornero o un máster de física cuántica.

       - Eficiente: en el mundo se pueden hacer las cosas de dos maneras: rápidas o bien hechas. La palabra eficaz queda relegada de nuestra riqueza lingüística por la nombrada en éste apartado. Pues eficiente es el tipo que además de eficaz es más rápido que nadie; con un par, para chulos los españoles. Hay que ver lo tontos que son por ahí fuera, o lo poco eficientes que fueron los que construyeron la Catedral de Burgos o la de Notre Damme, que tardaron varias generaciones en terminarlas. Si hubieran sido constructoras o albañiles compatriotas de la actualidad, hubieran tardado meses, en vez de años, y las construirían frente a la playa. Claro que después habría problemas de grietas o de localización, pues lo normal es que nuestros paisanos construyan en el curso de un río o una rambla que en época de lluvias se lleva todo por delante. Pero somos así de cojonudos.

     - Proactivo: les juro, que hasta hace unos pocos años, pensaba que era algún nutriente de un yogur líquido; pero no, resulta ser que proactivo es más que activo, cágate lorito. Es decir, si activo es un tipo que siempre innova y trabaja sin parar, proactivo, es aún más. Si dices que eres lo primero no basta, tienes que ser proactivo. Así pues, si tienes un hijo que no para de dar la vara, que sepas que no es hiperactivo, ni es un hijo de..., sino que es proactivo, y que te sacará de pobre según la lógica de éste régimen papanatiense.

     -  Dinámica de grupo: la última, es de traca, como en los fuegos artificiales de toda feria. Tras el "éxito" de la película "El método", todo idiota, de cualquier curso o de cualquier oficina de recursos humanos, se dedica a estudiar a los empleables como si fueran una manada de chimpancés, mientras analiza los distintos roles (otro palabro a incluir) que cada uno tiene: el líder (ésta es la favorita de todo trepa), el conciliador, el solitario...Son actividades en grupo, que sirven para unir, o para saber en quien confiar en caso de desahogarse, a quien besarías, con quien te irías a la cama o a una isla desierta...cosas así. Es famosa la dinámica del planeta Marte o la luna, que según dicen, tan panchos, como si fuera verdad, que es una prueba que ponen a los astronautas de la NASA. Son tan estúpidos éstos juegos, que realmente, lo que logran resaltar, es lo mismo que en las cenas de empresas: quien es más idiota que quien. Es como volver a aquellos juegos de la adolescencia, como el de la botellita y otros similares, sólo que con pelos púbicos entre sus asistentes.

    En fín, creo que me he enrollado demasiado, pero ya saben, corto ya, porque me voy a ver los leones de la dos, en vez de mirar el facebook; ya que soy muy empático y me pongo en el lugar de la cebra, aunque el felino es más proactivo y eficiente a la hora de comer que el equino. Y ya saben que los leones, tras la caza, como son animales sociales harán una dinámica de grupo para ver quien pega el primer bocado. Un saludo desde el sur

El buen rollito del mercado laboral

domingo, 2 de octubre de 2011

El último bosque de llanura

   Por muchos es conocida la leyenda de las doce pruebas, en la que Hércules le roba el ganado al rey Gerión, un ser con tres troncos y otras tantas cabezas; eran unos bueyes sagrados para unos monarcas que se suponían tartésicos, un mito que hoy día se suele situar en tierras gaditanas. Sea o no verdad el mismo, lo cierto es que ésta historia viene a confirmar una tradición que aún hoy día se conserva en la provincia de Cádiz: la ganadería de reses bravas. Cuyo origen, probablemente se remonte a varios milenios (me refiero a la cultura ganadera vacuna, no a la raza en sí), la razón es bien sencilla: lo incultivable del terreno de la campiña suroeste gaditana. Aunque a primera vista nos engañe, pues gran parte del año las praderas de ésta tierra tienen un rico herbazal que llega a alcanzar alturas considerables, sino ha sido frecuentado por los toros, y se mantiene con un color verde intenso en épocas de lluvia (y periodos posteriores), la tierra es muy arcillosa, y por tanto tiende al encharcamiento fácil, llegando a formar auténticos cenagales en invierno, mientras permanece árida y polvorienta en verano (periodo de sequía anual). Ésto es debido a la plasticidad de la arcilla, que tiene nula porosidad, y no permite que el agua de lluvia filtre al interior, formando multitud de lagunas temporales, de las cuales la más famosa era la Janda (antes, la mayor de España), que se secan en periodo estival por causa de la fuerte evaporación. Por ello se hacen impracticables los cultivos, salvo algunos arroceros, y otros en las cercanías de la costa, como en el caso de Chiclana y Conil, teniendo los habitantes de la tierra que subsistir con la ganadería vacuna, siendo, por otro lado, de lo más rentable, pues a hecho rico a un buen puñado de terratenientes. Entre ellas se encuentra, por ejemplo, la famosa ganadería de Torrestrella, de Medina Sidonia. 

    La falta de cultivos ha salvado a muchos terrenos de gran valor ecológico, este lugar, se protegerá como zona de especial conservación (ZEC), dentro de la Red Natura 2000, que protege territorios a nivel europeo un territorio que se encuentra en el triángulo Chiclana, Medina y Tarifa. Ésta vasta extensión ocupa terrenos mayores que muchos parques naturales vecinos, unas 26.476 hectáreas, en las que caben multitud de ecosistemas. Que se pueden dividir, a groso modo, en varios:

    -   Pastizales anuales, o más conocidas como praderas, que tienen un acusado ciclo estacional, que viene marcado por unos periodos muy diferenciados de lluvias, siendo abundantes las precipitaciones entre mediados de octubre y finales de febrero, mientras hay una pertinaz sequía entre mayo y septiembre; los meses intermedios varían en función de la generosidad del año climatológico. Son anuales, porque crecen y se desarrollan en las épocas húmedas, mientras se agostan en las secas. Manteniendo dos colores diferenciados entre el verde y el ocre, según la estación en que se visite. Son muy características las distintas clases de tréboles. Éste es el hábitat ideal para muchos animales esteparios, como las avutardas, sisones, liebres, etc. Y es tal vez, el ecosistema que más porcentaje de terreno ocupe de la zona LIC (Lugar de interés comunitario). Hay que decir, como curiosidad, que por donde el ganado no ha pasado, las hierbas pueden alcanzar incluso alturas de dos metros, aunque son escasas las zonas que quedan así.

    -   Bosques de acebuches, tal vez los más importantes de la zona. La provincia aún conserva la mayor concentración de éstos olivos silvestres de la península, y un bosquete, en las cercanías de Tarifa, con ejemplares que tienen algunos milenios de edad, clasificándose como una de las forestas más antiguas de España. Tienen, en su mayoría, forma adehesada, abierta, con cierto parecido a las sabanas africanas; de hecho se han encontrado formaciones parecidas en la zona del Sahel entre árboles del género olea (acebuches y olivos) y hierbas de la misma familia que las gaditanas, siendo probablemente, un ecosistema que hemos heredado de periodos más cálidos. Al igual que las praderas, son un ecosistema rico para la fauna esteparia, pudiéndose encontrar aves tan interesantes como el elanio azul, la cigüeña negra o el buitre leonado. También hay que decir, que éste es terreno de expansión del águila imperial ibérica, un ave muy amenazada de extinción.

   -  Lagunas y encharcamientos anuales, aunque no se han valorado suficientemente, y muchas veces se han denostado, desecándose gran parte de ellos, aún forman uno de los ecosistemas más importantes de la zona, y el más rico en fauna. En ellas, se da el curioso contacto entre la fauna acuícola, como es el caso de los distintos tipos de garzas, cigüeñas, ranas y galápagos, y animales que pertenecen al mundo de la estepa o los bosques, según se encuentre situado el humedal. Permanecen con agua en invierno, mientras se secan en verano. Son destacables la laguna de la Janda (de la que hablaremos en otra entrada) y un palmitar inundable que se encuentra en las cercanías de Tarifa, y que tiene un aspecto muy exótico, pues ver las pequeñas palmeras rodeadas de agua nos traslada a lugares como el Chaco paraguayo.
 
   -  Zonas de matorrales y arbustos, en su mayoría aromáticos, es éste un ecosistema muy típica de toda la región mediterránea, y aquí también se encuentra presente. Es zona preferente para la fauna mediterránea de pequeño tamaño, como conejos, zorros, etc.

   - Bosques de alcornoques, los de mayor porte y frondosidad, formando bosques islas muy interesantes, en la que conviene destacar el que existe entre Medina Sidonia y Chiclana de la Frontera, en la zona del Junco Real, Cañada de los Marchantes o Pago del Humo, por decir algunas zonas. Alcanza éste bosque tal grado de conservación que actúa como un vergel para muchos animales forestales que no existen en los alrededores, como por ejemplo: cuervos, azores, picos picapinos, etc. También existen en su sector más oriental, pegado ya, al parque de Los Alcornocales, siendo puente de unión entre la fauna de campiña y la del bosque. Se encuentra muy bien conservado, y hasta hace pocos años era accesible a su interior, en los que daba la sensación de encontrarse en un paraje serrano por su frondosidad, y no en las cercanías de una ciudad tan turística como Chiclana.

   - Bosques de pinos piñoneros y eucaliptos, que tienen formaciones, normalmente pequeñas, ya actúan como dormideros de muchas aves, pues son los únicos bosques en muchas zonas, alcanzan muy pocas hectáreas, pero muy valiosas para la fauna.

    - Los ríos, aunque abuntantes en el territorio, tienen escaso caudal, pero son muy valiosos, sobre todo en época de sequía, pues al no secarse, sirven de bebedero de la fauna local. Además, permite la presencia de animales de ribera, como los martines pescadores, abejarucos, galápagos, e incluso algunas nutrias, que también coloniza varias lagunas.

     Cierto es que me he extendido demasiado para algunos, y me he quedado escaso de datos para otros, sin embargo, no me gusta dar una lección magistral sobre éste bello territorio, sino dar a conocer su valor, pues es una zona bastante desconocida, incluso para los lugareños. Es curioso, que con la presencia de tan importantes ecosistemas, y de una rica y variada fauna no se haya protegido como parque o paraje natural. Pues tiene una rica red de cañadas y veredas que permitirían su fácil acceso de cara al senderismo, pues sería sencillo, incluso para ir con niños al tratarse de un terreno extremadamente llano. Sin embargo, han quedado relegados en su mayoría como cotos privados de caza, o terreno para las reses bravas, algo que se puede mantener aún protegiéndolo con alguna figura legal. Pues no es ésto lo que me preocupa, sino la fiebre de los campos de golf que venimos padeciendo la provincia desde hace un par de décadas. Ésto sí sería una catástrofe que empobrecería la fauna, e incluso los recursos de los ciudadanos de la zona, pues a pesar de las generosas lluvias invernales, no hay que olvidar que las sequías también son frecuentes cada determinados años, y después vienen los cortes de aguas a determinadas horas. La protección de toda ésta zona haría justicia a una fauna y  flora que poco, o nada, tiene que envidiar a la de los parques vecinos. Un saludo desde el sur.