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domingo, 25 de marzo de 2012

Llueve más que en el entierro de Bigote

 Ya mañana son, por fin, las elecciones andaluzas y asturianas. Ya van tres elecciones seguidas, y menos mal, que ya nos toca descansar, al menos durante una temporada, de las distintas campañas electorales de las que hemos ido "disfrutando" a lo largo de éste año. Por otro lado, junto a la crisis financiera, que no para de dar por saco, se ha unido otra, éste de calibre meteorológico: la sequía. La más dura de las que ha habido en los últimos cuarenta años, y es que no llovía tan poco desde los años cincuenta o sesenta. Como dicen los viejos: las desgracias nunca vienen solas. Por la unión de ambos factores, se me ocurrió el título de ésta entrada, el cual es un dicho muy popular de Cádiz, cuando el tiempo se presenta lluvioso. Sin embargo, como todos los refranes populares, tiene su origen en un hecho concreto, y en éste caso, en uno de hace ya más de un siglo. Hay que aclarar que "Bigote" era un político muy popular de finales del diecinueve, de ideal anarquista, y que llegó a gobernar en Cádiz como alcalde, asimismo fue un líder muy valorado en su época. No obstante, y siento decirlo, pese al aprecio popular e histórico que siempre se ha tenido de tan entrañable personaje, que nunca fué un buen estadista, y que pese a que en la mayoría de las ocasiones actuaba, conforme a su buena fe, lo cierto es que, debido a sus ideales utópicos, no era un gobernante nada pragmático de cara a la realidad del momento. Algo, que trajo mucha conflictividad; siendo una especie de "Libi" de la época. Por eso se pasó largas temporadas en la cárcel. Pese a ello, fue una persona muy apreciada, tanto, que en ciertas ocasiones el pueblo pidió su indulto para que saliera del presidio; y teniendo en cuenta la época, el clamor popular logró sacarlo de su encierro alguna que otra vez, algo muy difícil por aquel entonces. Fue un político aventurero, y pese a que suene a tópico, diré que si hubiera nacido en EEUU ya se hubieran hecho varias películas sobre él. Su entierro fue seguido por multitud de personas, ya que "Bigote" intentaba ayudar a cada uno de los ciudadanos que le pedían auxilio. Tampoco se olvidará lo inclemente del tiempo de aquel día. Pues la lluvia fue incesante, sólo como en Cádiz suele ser, viento fuerte y agua digna del Diluvio Universal. Me refiero a Don Fermín Salvochea, político anarquista gaditano.

 Tengo una colección de portadas del Diario de Cádiz, que fue sacada por dicho periódico, a modo de coleccionable, allá, más o menos, por el año 2.007, que sirvieron para conmemorar el 140 aniversario de vida de éste longevo diario. Justo cien años antes, en la portada que representa a 1.907, se comenta la defunción y los hechos que tuvieron lugar en su entierro. Fermín Salvochea fallece en su casa, situada en la Plaza de "Los Pozos de la Nieve", hoy día Argüelles (situada justo al lado de la casa de las Cuatro Torres, cerca de la Plaza de España), el día 27 de septiembre del mencionado año a los 65 años de edad. En su entierro, su féretro fue acompañado por miles de personas de toda clase social (a decir, literalmente, por el diario); hay que tener en cuenta, que por aquella época no había coches que llevara ataúdes, todo lo más carruajes. Pero como sucede hoy día, los personajes ilustres de una localidad, en su entierro, el féretro es llevado a hombros por varias calles de camino al cementerio. Recuérdese, de modo más o menos reciente, como sucedió con el de Camarón de La Isla. El camino del Casco Antiguo al Cementerio Civil, que se encontraba anexo al de San José, es un largo trecho para ser recorrido a pie, eso lo saben todos los gaditanos, y más si se va cargando con un féretro. Más o menos por la mitad del recorrido, empieza a llover al más puro estilo gaditano, sin previo aviso, y con un diluvio que empapaba todas las galas de los asistentes. Así pues, debido a su cercanía, y para así poder honrar la memoria de dicho político, el Ayuntamiento, abrió sus puertas para ofrecer refugio al ataúd con su huésped, y toda la cantidad de personas que le acompañaban. Asegura el Diario de Cádiz, que fue durante un rato largo, no aclara cuanto, es lo que tienen las noticias de principios de siglo XX. Pasado ese tiempo, y en vista de que escampó, la marcha pudo continuar su camino al cementerio. Una vez allí hubo numerosos discursos políticos, y gritos de "Viva la libertad". Y es que Fermín Salvochea no fue tranquilo en vida, y tampoco tuvo entierro plácido, sino que como en su existencia, tuvo algún que otro sobresalto. El 24 de octubre del año 2.009, tuvo lugar su exhumación, de cara a "vaciar" el viejo cementerio de San José, que será derribado en ¿breve? tiempo. El acto sirvió para certificar que los restos seguían en Cádiz, y estuvo acompañado por varios concejales del Ayuntamiento de la ciudad, curiosamente, de ideales contrarios a los que pregonaba. Sus restos se encuentran guardados en una cajita con el objetivo de instalarlos en un mausoleo que se va a construir en el futuro parque que se va a situar sobre el viejo camposanto. Junto a otros personajes ilustres de la ciudad, que también se quedarán allí en otros mausoleos. Puede que algún día lo veamos nosotros, o tal vez nuestros nietos. 

 Otro día contaré otras historias curiosas sobre entierros de La Tacita de Plata, que como no podía ser de otra manera, están cargadas de humor negro. Como aquella, del siglo XIX, en unos carnavales, cuando se escapó un toro, y fue a empotrarse con un carruaje fúnebre en la plaza de la Catedral, volcando el coche, y sacando de él, el féretro con su cadáver para susto de los borrachines que a esas primeras horas de la mañana todavía seguían de jartibles. Pero eso, será otra historia para otra entrada. Un saludo desde el sur.

Todavía hoy se utiliza en Cádiz la expresión de "Llueve más que en el entierro de Bigote"
Ayuntamiento de Cádiz, donde se refugió el féretro del diluvio que cayó aquel día.

Casa de las Cuatro Torres, situada en la antigua plaza de Los Pozos de las Nieves, hoy Argüelles, donde murió Fermín Salvoechea.


lunes, 19 de marzo de 2012

El Oratorio de San Felipe Neri

 Aunque hoy no es día de publicar, es de sobra conocido por muchos, que el día 19 de marzo es el día de la provincia de Cádiz. Éste año, incluso es fiesta en la capital gaditana, en conmemoración de la Constitución de 1.812, popularmente llamada "La Pepa", por ser proclamada en dicha fecha, siendo festividad del día de San José, de ahí el jocoso nombre. Hoy día, todavía se dice aquello de "Viva la Pepa", que es una manera de expresar alegría, de un modo irónico o sincero; aunque eso depende del tono de voz, como en todo. Creo que sería presuntuoso intentar explicarles algo que ya viene publicado en mil y un periódicos y revistas. Y que, sinceramente, lo hacen mejor que yo, pues de historia constitucional ando escaso. Sin embargo, también puedo poner mi granito de arena en éste Bicentenario que se celebra en éstos días. Y ayudarles a que se paren a observar, de modo artístico, y arquitectónico, el edificio que alumbró dicha constitución. Me refiero al Oratorio de San Felipe Neri

 La ciudad de Cádiz, como todos sabemos, tuvo su particular siglo de oro en el XVIII. Por aquel entonces, la ciudad antigua se expande como no lo había hecho nunca, y construye templos de lo más lujoso. Concretamente oratorios se construyen dos, rivalizando en lujos el uno con el otro. De la Santa Cueva ya he hablado en una entrada anterior, en cambio, el que nos ocupa ahora, y que fue de vital importancia histórica fue el de San Felipe Neri. A diferencia del oratorio de la Santa Cueva, el lujo es menor, pero sus proporciones son mucho mayores, y su fachada sencillamente impresionante. Ésta, se construyó bajo unos cánones puramente neoclásicos, sobria, sin apenas adornos, y con unas pilastras enorme tamaño. Cuenta, asimismo con una serie de placas, en recuerdo de los diputados doceañistas que se colocarían a posteriori. El interior, en cambio, es puramente barroco. Ésto tiene una explicación, el templo fue construido entre 1.685 y 1.719, años en los que aún predominaba dicho estilo. Por ello, tiene una planta elíptica, adornado, también en su interior, con pilastras que suelen separar los distintos cuerpos y capillas del oratorio. Aquí llama la atención la enorme cúpula existente en el templo, con tres elípsis concéntricas, y tres balconadas que separan los distintos cuerpos de la misma. El tamaño es impresionante, e invita a mirar hacia arriba. El oratorio es un ejemplo de arquitectura bien hecha, la ausencia de elementos intermedios que impidieran observar toda su grandiosidad, y la buena iluminación nos corroboran que todo está pensado y meditado para poder recrearnos en el más mínimo detalle. La ausencia de columnas, y su forma oval, fue la que permitió que dicho templo fuera elegido por los diputados doceañistas para las cortes, pues el Teatro de las Cortes de San Fernando se encontraba relativamente cerca de la línea de defensa contra el invasor francés. Un brote de fiebre amarilla, debido al hacinamiento de la enorme cantidad de población acogida, animó a éstos a cambiar un lugar por otro.  En el plano artístico el templo destaca por tener una obra del pintor Murillo, un encargo que el pintor sevillano hizo in situ para la ciudad, una bella y enorme Inmaculada que recientemente ha sido restaurada, y que se encuentra situada en el altar mayor. Asimismo, el templo tiene seis capillas laterales más, adornadas con imágenes y retablos al más puro estilo barroco, y cuya procendecia, es mayoritariamente genovesa. En la última reforma se han encontrado unos frescos en las paredes que enriquecen aún más al patrimonio gaditano. Asimismo, justo debajo del templo se conserva todavía una cripta que contiene los restos de varios diputados del Doce.

 No he de terminar sin dar aunque sea, una pequeña pincelada de la importancia histórica del lugar. Pues se trata de una especie Independence Hall a la española, aunque no se ha sabido valorar ésto lo suficiente. Hay quien relativiza la herencia recibida de la Constitución de 1.812 (La Pepa, lo dejamos para los amigos), y no ve más allá de que simplemente estuvo vigente durante seis años. Y cierto es, que sino duró mucho, y que hoy día tiene conceptos anticuados, logró abrir la mente de muchos compatriotas que no sabían que había algo más que el absolutismo. A partir de entonces, la idea de un sistema democrático se instala en el pueblo español como un fin al que hay que llegar. Por desgracia para nosotros no fue una constitución disfrutada, pues a diferencia de la actual, la de Cádiz, como la de Virginia (que dura ya 200 años), permitía la reforma constitucional de modo más sencillo que la rigidez de la actual no permite. Simplemente, se hubiera modernizado con el correr de los tiempos, y nos hubiéramos ahorrados cuarenta mil guerras civiles y otras tantas dictaduras, que lo único que han hecho ha sido atrasarnos. Un saludo desde el sur.

Fachada del Oratorio adornada con placas conmemorativas del Doce.
Inmaculada de Murillo que se sitúa en el altar mayor del templo, recientemente restaurada.

Imagen interior del templo donde se observa perfectamente la forma ovalada.

Imagen de la impresionante cúpula de tres cuerpos.

sábado, 17 de marzo de 2012

España, un país de burros

 Ahora que he llamado la atención suya, con el título de ésta entrada, voy a darles dos noticias, y como siempre en éstos casos, una es mala, y la otra es peor...La primera es que, aunque el título de a pensar lo contrario, no voy a poner a parir a nadie, dicho lo cual, en campaña electoral hubiera sido un gustazo. Pero tal vez le sorprenda saber que el burro está en peligro de extinción (esa es la segunda). Y no me refiero a los de la ESO, "esos" cuya población se encuentra en expansión, pues con las leyes educativas españolas los analfabetos crecen pese a estar dieciséis años de su vida escolarizados forzosamente. Me refiero al animal, propiamente dicho, al asno (y no a los animales cafres que también abundan). En efecto, el burro de Shreck puede ser el último burro que habla, o directamente, el último a secas. La modernización en nuestro país ha traído, sin duda, innegables ventajas, pero también se ha llevado por delante otros elementos tradicionales, que hoy día, no son útiles. Los automóviles han desplazado de manera inmisericorde a dicho animal; también la modernización agraria, que nos permite ser bastantes más productivos, ha acabado por eliminar la entrañable figura del asno de nuestros campos. 

 España ha sido un país que ha adorado tanto al caballo como al burro, pero como en todo, había clases, mientras los nobles, ricos terratenientes y burgueses, cuidaban al extremo las numerosas y preciosas razas de caballos españoles, que normalmente, tenían un estrato de raza árabe; la gente del pueblo, quien tenía algo (y no era todo el mundo), era un burro. Es como hoy día, que los hay con un Mercedes Benz, y los que tienen un Hyundai. En cambio, el animal más robado era el asno, pues los ricos tenían antirrobos de la época, que eran los establos bien vigilados; mientras que como siempre, entre los pobretones existían los que podían pagar un establo, como hoy día sucede con el garaje, y más o menos podían dormir tranquilos, y los que lo dejaban en la calle, a los que les podía suceder como si tienes un sound woofer en tu equipo de música en el coche, en plena vía, y en el barrio más conflictivo, te duraba lo que un caramelo en la puerta del colegio, era pasto de los kinkis de la época.  España país de religiosos y agricultores, expandió y cuidó del burro como su bien más preciado. Hay, que yo sepa, cuatro razas en España de asnos: la andaluza-cordobesa, la catalana, la zamorano-leonesa y la vasca. A pesar de su fama de terco y poco cerebral, el burro ha demostrado ser uno de los animales más inteligentes que han acompañado al hombre, y al igual que al caballo, se le puede enseñar casi cualquier cosa; su leyenda negra tal vez provenga de su miedo al agua, lo que le impedía cruzar los ríos con facilidad, como hace, por ejemplo, el caballo.

 Pero pocos saben, salvo aquellos que hayan leído algo de criptozoología, que hubo burros salvajes en nuestro país. De hecho siguen existiendo en muchos países de Asia, aunque su población va menguando con el paso de los años; allí son llamados Onagros. Probablemente también existieran en Europa, como sucedió con el Tarpán, Caballo salvaje o de Przewalski; y que hoy día sólo quedan en Asia central. Aquí se les llamó Zebros, y parece ser que existieron, al menos, hasta finales de la Edad Media, casi en el renacimiento, cuando los aventureros y grandes marinos portugueses exploraban las tierras de África, por aquel entonces, les llamó especialmente la atención un extraño animal, que se parecía en sus formas (no en sus colores) a nuestros zebros ibéricos, nos referimos a la cebra. El caso es que, al parecer, el nombre de las cebras proviene de un animal extinto en nuestra tierra, y que probablemente fuera un asno salvaje. Pero ésta afirmación,  no se ha podido corroborar, y aún existen dudas a éste respecto. Fuera como fuere, sí que es cierto que las cebras y los asnos pueden mezclarse, existiendo, por ejemplo, un mestizo de ambos en el zoológico de Colchester, Inglaterra.

 Sea como fuere, el salvaje, está ya extinto, mientras que el doméstico está, también, a punto de desaparecer. Tan sólo algunos centros de recuperación de la especie, como el de Rute, en Córdoba; y algunas fincas agrarias marginales, el burro doméstico puede pacer tranquilamente, sin correr riesgo de extinguirse; pero sin saber hasta cuando. Ahora, que en plena campaña electoral abundan los rebuznos de unos y otros, es bueno pararse a pensar que tal vez deberíamos de fomentar en algunas granjas escuelas, institutos, y salinas, la recuperación de la población de los animales domésticos autóctonos en peligro (no sólo del burro), para que se conviertan en las delicias de nuestros hijos; seguro que aprenderían mucho de ellos. Sólo así, la estampa de éste noble animal no desaparecerá de los campos y salinas que rodean nuestras ciudades y pueblos. Un saludo desde el sur.


El burro está considerado un animal torpe y tozudo, pero en cambio, es de los animales domésticos mas inteligentes.

Ejemplares de burros de raza andaluza.
Salaíto, un burro salinero, fue elegida como mascota en los Juegos Iberoamericanos de 2010, en San Fernando. El asno siempre ha formado parte de la cultura popular de muchas ciudades y pueblos.

domingo, 11 de marzo de 2012

El Iberismo

 Antes de empezar a escribir, hay que disculparse por la falta de entrada en el blog durante la semana pasada, pero problemas con el ordenador me hizo imposible siquiera entrar a escribir nada. Una vez explicado la ausencia de artículo la semana pasada, hablaré, aprovechando la coyuntura del día a día de las noticias actuales, y de que acaban de empezar las campañas electorales para Andalucía y Asturias, para hablar de política, pero no al uso corriente, sino desde un punto de vista histórico, explicar una corriente de pensamiento, que si bien no fue muy popular entre la población, sí arraigó de manera irremediable a lo largo del siglo XIX y XX entre la ciudadanía (más bien entre intelectuales) de las dos naciones a las que afecta dicho ideario político. Me refiero al Iberismo, un ideal que fue seguido entre pensadores de España y Portugal, y que seguía como fin la unión de ambos países, y la formación de un estado federal, que aparte de ambos estados, incluyeran también a Andorra. Formando así, una nación bastante más poderosa de lo que son, actualmente, ambas por separado. 

 La cuestión no es baladí, los datos corroboran que una unión entre ambos países de lo que se llamaría Iberia (con nombre de compañía aérea) ayudarían, en gran parte, a solucionar los problemas de las dos naciones; como es el caso de la población, que ascendería a unos 57.706.672 millones de habitantes, situándolo en importancia de entidad a la altura de Francia, Reino Unido e Italia. Lo que posibilitaría un mayor peso específico en la Unión Europea. Asimismo, el nivel de renta per cápita subiría de modo considerable, y la unión de ambos ejércitos y presupuestos harían de Iberia de una de las naciones más poderosas entre la grandes potencias existentes. Pero a pesar del argumento más que convincente de los iberistas, aparte de tener en cuenta las ventajas, habría que mirar las posibles desventajas que pudieran suceder con la propuesta unión, algo en lo que no suele pensar. Y es que al fin y al cabo, cuando te casas con alguien, también lo haces con su familia. Es posible, en el contexto de crisis actual, que la unión pudiera sacar del pozo a Portugal, y dar un empujón más que importante a España; pero también es lógico pensar, que pudiera ser lo contrario, y que ambas cayeran por el precipicio por una unión mal llevada. Hay ejemplos recientes de lo costoso de una unión entre estados, como pasó en 1.989 con las dos Alemanias; todavía la antigua Alemania Oriental tiene un nivel de vida considerablemente inferior a la Occidental. Allí existe cerca de un 25% de paro, y en el mismo puesto de trabajo, un alemán de Munich cobra mucho más que uno de Dresde; lo que repercute en el sentimiento que hacia el capitalismo se ha orientado en éstos últimos 25 años en la antigua república comunista, abundando el desengaño, y una sensación de inferioridad con respecto al resto de alemanes. No obstante, y a pesar de que las cosas en Alemania se han hecho bien a éste respecto, la situación de España con Portugal no es tan extrema, y ambas naciones vienen teniendo una economía y forma de vida similares; el problema radica en las distintas formas políticas de gobierno, pues mientras la nación lusa es un república, la hispana es una monarquia, lo que podría crear óbstáculos estructurales en los que sino se logra acertar a la primera en una solución que logre satisfacer a todos, acabaría por arrastrar a un descontento de las masas.

 Curiosamente, una de las principales corrientes en apoyar ésta unión viene precisamente de Cataluña; hablo de finales del siglo XIX, y en aquella época, algunos ideales nacionalistas proponían una unión federal de estados en los que existieran distintas lenguas; la entrada del portugués en escena como otro idioma más, avalarían la opción de los partidos catalanistas a poder lograr una autonomía plena respecto a Madrid. Pero también hubo iberistas convencidos entre hispanoparlantes y entre nuestros vecinos portugueses, y los hay actualmente. Por nombrar a dos de los más famosos en el panorama intelectual, eran iberistas convencidos Miguel de Unamuno y José Saramago, éste último que vivía a caballo entre ambos países, fue uno de los impulsores de tal corriente, que más puso énfasis en unir España con Portugal. También tienen sus propias banderas y símbolos que pasarían formar parte de la nueva nación. En cuanto a la primera, se trata de una enseña con cuatro cuadrados, cada uno de distinto color, rojo y amarillo, de España, y azul y blanco, como representación de la bandera monárquica portuguesa. Dicha bandera fue creada por el diplomático español Sinibaldo de Mas y Sanz. El escudo sería, también una unión de los actuales. La capital se situaría, según dicho personaje, en la ciudad portuguesa de Santarem, aunque hay corrientes que apuestan por Mérida, pues era la antigua capital de la Diocesis Hispana en la época imperial romana. Actualmente, aunque parece en estado de hibernación,  la corriente iberista logra hacerse un hueco entre la población de ambos países, según distintas encuestas, la corriente de pensamiento a favor de la unión aumenta entre los años 2.006 y 2.009, pues mientras en el primero tan sólo un 28% de portugueses aceptaban la unión de ambos países, en el segundo año mencionado la cifra aumenta hasta el 40%; en el caso de los españoles sería de un 45,7%. En cuanto a la capitalidad, entre los lusos hay un 12% que apuestan por Madrid, mientras un 16% lo hacen por Lisboa; en el caso español las cifras son más abultadas, un 80% optan por Madrid, mientras que un 3,3% lo hacen por Lisboa. Asimismo, entre los hispanos, hay un 43,4% que prefieren que el país, a pesar de la unión, se siguiera llamando España. Sobre la organización política, un 50% apoyan la Monarquía frente al 30% que prefieren la República. No obstante, entre ambas poblaciones hay un 30% de personas que rechazan la idea de unir ambos países. El aumento entre los que están a favor de una posible unión, con respecto a los que no, se puede buscar en dos factores principales: la primera es la entrada en la Unión Europea de España y Portugal, que ha logrado que exista una mayor cooperación entre ambos países que vivían hasta entonces de espaldas el uno del otro, lo que logró dar como apodo entre algunos periodistas como la caída del Telón de Corcho (en referencia al Alcornoque, árbol que abunda en la frontera de ambos países), al fin y al cabo, nos dimos cuenta, de que no éramos tan distintos, y que hay más puntos en común que diferencias; la siguiente es un fenómeno actual, la crisis, (o cadena de crisis, diría yo) hace razonar a los habitantes de ambos países, que ven como las potencias del norte intentan imponer sus medidas a las del sur, dando la sensación (o simplemente es lo que es) de que los países meridionales estamos instalados en un protectorado franco-alemán. Parte de la población de ambos países apoyarían una hipotética unión como forma de contrarrestar el eje centroeuropeo; de hecho, existe un cierto movimiento iberista entre algunos cargos de los gobiernos de una y otra nación.   

 Curiosamente, el movimiento iberista, a pesar de ser una corriente política, no ha tenido nunca un partido político que apoye dicha forma de pensamiento, a diferencia de los partidos republicanos, independentistas o carlistas. La presentación de uno en determinadas elecciones podría llevar a la sorpresa a más de algún escéptico, o por el contrario a la decepción más sonada. Nadie a apostado por dicha aventura en ninguno de los dos países, y todo, se ha quedado relegado a ámbitos más bien intelectuales, aunque hubo políticos como Castelar, Prim o Mendizabal, que apostaron por ello, pero eran otros tiempos. Sólo el paso del reloj nos dirá si dicha idea, que se quedó como estaba, en pañales, logra algún día su objetivo. Un saludo desde el sur.


Bandera propuesta por los Iberistas, en las que se representan los colores monárquicos de ámbos países.

Escudo propuesto por los Iberistas.




 Tabla que muestra la población existente en distintos países de la U.E. He decidido poner a España y Portugal por separado, y luego la inventada "Iberia", dentro de la misma, para que se logre captar la diferencia de peso específico en la actualidad de ambos países de la Zona Euro, y el que podrían tener las dos juntas.

Puesto
Países de la U.E.
Población a 1/1/2011
1
Alemania
81.751.602
2
Francia
65.075.310
3
Reino Unido
62.435.709
4
Italia
60.626.442
5
Iberia
57.706.672
6
España
47.150.819
7
Polonia
38.200.037
8
Portugal
10.555.853