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domingo, 11 de diciembre de 2011

El pitufo caleti

  
  Creo que no es novedad decir que soy un mitómano de los dibujos antiguos, pues aunque ya no los veo, porque entre otras cosas, pueden decepcionarte después de tantos años, creo, por lógica, que quien simplemente vea la foto de mi perfil en éste blog, sabrá, sin conocerme, que siempre he simpatizado por éstos simpáticos enanos azules (aunque realmente soy un fanático de los Simpsons). Mi apodo de pitufo gruñón no se debió nunca a mi estatura precisamente, sino al mal genio que siempre me caracterizó, convertido en mala ostia e ironía en mi adultez. También es de sobra conocido, y sólo hace falta observar levemente mi blog, el cariño que siento por la tierra que me vio nacer; y de ello nace la unión del personaje ficticio que he inventado para éste artículo, y propongo que lo vendan en las tiendas de todo a cien, o en la promoción de algún diario deportivo insulso en contenidos, como los que abundan en España; me refiero al Pitufo Caleti.

  Dicho personaje es el único pitufo gordo de Pitufilandia, y su vestimenta consiste en una camiseta del Cádiz, que siempre luce en sus viajes, y que figura en sus fotos de Facebook, en las que sale con sus colegas, el pitufo Bromista, el pitufo Jartible o el pitufo Chirlachi entre otros; y de ella presume, orgulloso, con las pirámides de fondo, la Torre Eiffel, el Big Ben o la madre que lo parió. También se viste con un bañador estampado, de flores, al modo hawaiano, un gorro y una caña de pescar, además de unas chanclas tipo romano, de plástico, compradas en un todo a cien. En invierno, cuando el rasca hace acto de su presencia, se abriga con un chaquetón o un forro polar, que el periódico local "La Voz de Pitufilandia", vendió, a precio de costo, previa colección de sus correspondientes cupones, en una cartilla que recogió dos meses antes, con el citado diario. He de decir, que el chaquetón en cuestión, es azul cantoso, con ribetes amarillos fosforitos, y tiene el escudo del equipo de sus amores. Club que no le gana a nadie, ni siquiera en el Monopoly a Ruiz Mateos. El Pitufo Caleti tiene también una perilla sin bigote, gafas de pastas, negras y gruesas, y un pendiente en la oreja izquierda, al más puro estilo de Tony Rodríguez.  También aprovecha sus fines de semanas para pasar tres kilos de la Pitufina, porque prefiere coger su barquita e irse a pescar, para luego ir al estadio "Alcalde Papá Pitufo", para ver a su equipo. Piensa de ella, que es una calientapollas porque tontea con muchos y luego no se va con nadie. El Pitufo Caleti, es natural de Pitufilandia capital, y más en concreto del Casco Antiguo, de un barrio de tradición carnavalera, donde ya ha salido en una chirigota, y ahora en una comparsa, haciendo él, una de las famosas voces de pito, que nadie soporta, pero que todo el mundo considera que son un arte. Por cierto, se le pone los pelos como escarpias cuando escucha el sonido de una bandurria. Y se le escapa alguna lágrima cuando un autor dedica una letra contra el maltrato de la mujer, para que todo el teatro “Pitufo Músico” aplauda sin fin.  

   El Pitufo Caleti se lleva mal, con los de otra aldea, esa que tiene un Ikea enorme. Pero aún así, va a ver las motos a dicha población. Y siempre exclama: ¡Puta X...! Además llama beduinos a los del Casco Nuevo. El Pitufo Caleti, no puede pasar un día, sin ver anochecer, en una playa, protegida por dos castillos, y un antiguo balneario, que no se sabe bien para qué sirve actualmente. Se toma una caña en sus chiringuitos, y observa las barcas mecerse con las olas, acompañado de la canción "Dancing Queen" de Abba como fondo, mientras las gaviotas rapiñan los trozos de panes y picos que se le caen a todo Dios, por no hablar de las cáscaras de melones que todos tiran a la arena, manjar por el que se pelean dichas aves. Hay que decir, que el Pitufo Caleti, mea en cualquier esquina, y bebe en la calle, porque siendo yo feliz, que les den por el culo a los demás, esa es su filosofía. Se caracteriza también por dárselas de "grasioso". Fama que se ha ganado por decir tres chascarrillos del tipo: pisha, bastinaso, y cosas así por el estilo. Se defiende cuando dicen que su gracia es chabacana, ordinaria y basta; olvidándose de que su aldea fue siempre refinada, y que su humor consistía en decir todo, sin decir nada, pero piensa que para elegantes y estirados están… los de la aldea del Ikea. Cuando cuenta un chiste siempre lo termina cantando piripiririiiii...clan, clan, como si estuviera en un cuarteto. Y siempre grita: "Esto es Pitufilandia, y aquí hay que mamar". Por cierto, tampoco soporta a los niños del programa del canal autonómico "Pitufo y Medio", porque van de enteradillos. El Pitufo Caleti siempre se queja de la "frialdad" de Pitufilandia que es una mezcla de frío y humedad; de hecho siempre dice que en Madrid si te pones un abrigo y una bufanda no pasas frío, mientras que en su aldea, la humedad se te mete en los huesos.

   El Pitufo Caleti, es el único que no hace nada, porque siempre está en paro, y sólo trabaja, de vez en cuando, en el momento en que le sale un currito. Y siempre está de oposiciones. Hay que decir, que sólo declara éste trabajo, porque en sus horas libres, se dedica a hacer chapuzas para ganarse un dinerito extra, algo que aprendió de su primo de la sierra, que cobra el PER, mientras fabrica carteras de cuero en un taller. En todas las empresas que trabaja el Pitufo Caleti, sólo cotiza cuatro horas, a pesar de que curra ocho, y cobra una mierda, porque así el Pitufo Emprendedor, dueño de una subcontrata, pierde menos capital, y le dice eso de: "si no te gusta, tengo doscientos más deseando trabajar"; ocurre eso, gracias a que la administración de Papá Pitufo y el representante del sindicato "Unión General de Pitufos Trabajadores", hacen la vista gorda. El Pitufo Caleti siempre se queja de que no tiene dinero, que no le llega para nada, pero tiene un "peaso coche", siempre está en los bares, y en verano, se va de viaje al extranjero, colgando desde su portátil (actualmente una tablet), las fotos que se hace con sus amigos del alma. Amigos por los que mataría a cualquiera, pero de los que raja a sus espaldas. Muchos de ellos tienen apodos como: Pitufo Cabesa, Pitufo Chino, Pitufo Negro, el Pitufo Nono...y casi todos trabajan en la Guardia Civil. Y tiene más préstamos y deudas que nadie, pero le da igual, porque él, va a seguir su ritmo de vida.

   El Pitufo Caleti, se ha hecho un tatuaje en el brazo, con la forma de una Virgen de la que es muy devoto, una de la que se dice, que en tiempos anteriores, fue capaz de parar un maremoto en las puertas de su parroquia. Y por ella, siempre se pega golpecitos en el pecho. También disfruta, nuestro Pitufo Caleti de su Semana Santa, de la que es muy forofo; cuando llega la primavera, en periodo de Cuaresma, todos los domingos está el primero en todos los besapiés, con su cámara réflex y su trípode, haciendo doscientas fotos. Esos días se viste de otro modo, llevando unos anchos pantalones colorados que le llegan a la altura del sobaco, una camisa rosa cantosa, con cuellos blancos impolutos, un medallón de su cofradía, tres kilos de gomina, y para esas ocasiones, se deja unas enormes patillas, bastante peludas. El Pitufo Caleti, siempre defiende el uso del paso de horquilla, y carga en varias procesiones cada año, porque también es admirador de los cargadores, y no de los costaleros que nos quieren meter los S...itas. El Pitufo Caleti, como todos los pitufos, tampoco va al festival de cine independiente de su aldea, como tampoco va nadie en Cádiz a ALCANCES. Tampoco va al cine convencional, ya que para eso está Megaupload, porque para que va a pagar por unas películas de nacionalidad pitufa, que son una porquería, con unos argumentos que nadie entiende, que son un panfleto político, y que al fin y al cabo, para ver un bodrio en una pantalla grande, no paga diez euros, que prefiere gastarse en unos churritos con chocolate, en un bar cercano al mercado de abastos de Pitufilandia. El Pitufo Caleti, también se dedica a hacer los belenes de su cofradía, y a vender polvorones para sacar algún dinerito para la misma, por Navidad. El Pitufo Caleti tiene problemas para hacer obras en su casa, con forma de seta, porque en sus jardines han encontrado unas necrópolis de unos pitufos fenicios que vinieron a su tierra, hará unos tres mil años, para fundar una aldea, en el quinto coño de donde ellos venían. Y tiene un perro mestizo, con muy mal genio, mezcla de pequinés con yorkshire, que lleva un abriguito, siempre va en brazos, y que, como decía la chirigota del Selu, hace sus necesidades en la puerta del supermercado. Por supuesto, nuestro amigo, no se agacha para recoger el excremento; pues las bolsas las guarda para la basura, esa, que suele dejar fuera de los contenedores, en vez de tirarla dentro. Por su culpa, está toda la aldea llena de heces de perro, que son pisadas constantemente por los turistas, y que dejan un olor nauseabundo que luego todos los foráneos asocian con Pitufilandia. El Pitufo Caleti es parroquiano de un bar de su barrio llamado "Seta Manteca", y es amante del lomo en manteca y del pescaito frito que tanto sobrepeso le suponen.

   El Pitufo Caleti opina, que como Pitufilandia no hay nada, y que ya puede estar muerto de hambre, que no se va a buscar trabajo a otro sitio donde haga más frío. Tiene una cuenta en Pitufibook, porque así se relaciona con los pitufos de su tierra. Es también aficionado a ver un programa de la televisión local, presentado por cuatro majolos, que se llama el "Submarino Azul. Y está enfadado con Gárgamel, porque a pesar, de ser diputado al Congreso por su aldea, no ha hecho nada por ella. El Pitufo Caleti, se declara de izquierda, pero vota a la derecha. Y siempre suelta: "Eso lo que hay", cuando algo no convence a un pitufo. En verano, disfruta guarreando la playa en una sucia barbacoa, en la que todos los pitufos van beodos, tras ver en su estadio el "Trofeo Papá Pitufo", donde esta vez, ha ganado el Betis, para variar. Al Pitufo Caleti le importa un huevo la celebración del Bicentenario de la I Constitución de Pitufilandia, porque sencillamente, lo único que va a traer es a un montón de políticos figurando y chupando cámara. Está harto de Papá Pitufo, porque se dedica a enchufar a sus amigos en las doscientas cuarenta empresas públicas que él ha creado, y que ningún pitufo sabe para qué sirven, y aprovecha EREs fraudulentos para dárselos a sus colegas, con la fecha de su nacimiento, como años cotizados. Y el Pitufo Caleti tiene una cosa en común con todos nosotros, está hasta los huevos de los políticos, porque prometen muchas cosas para su aldea, pero nunca llega nada, el paro sube, y si se logra algo, es tarde. Un saludo desde el sur.

Joé, me he quedado sin entradas para el Trofeo.

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