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domingo, 5 de febrero de 2012

Récords Metereológicos

  Hoy era el día adecuado para escribir el tema que les pongo en la mesa. Todo el mundo se quejaba de que el frío no había llegado éste año, y por fin lo ha hecho, el problema es que han llegado todos los fríos a la vez. Se quejan muchos ecologistas de que cada vez hay menos hielos en los polos, y lo que no se dan cuenta, que como siga habiendo estas olas de frío, va a resultar que el casquete se va a venir para la Tacita de Plata. Así me lo ha explicado una morsa que me he encontrado hoy en el ascensor. De hecho, ya han cambiado la canción de Carlos Cano, y resulta que Cádiz ya no es como La Habana, sino que es como Moscú, pero con más salero, y menos mafiosos. Fuera lugar ya, de toda broma, les voy a numerar unos cuantos récords mundiales, y alguna que otra curiosidad climática peninsular, porque Canarias, es como cuando los niños juegan "al coger", es cascarón de huevo en ésto del tiempo. Y ya que no se habla de otra cosa que del tiempo en éstos días, voy a darles ciertos datos con el que se pueden tirar el farol delante de todo el mundo. Así que como decía Becquer, ahí van, como la sota de bastos:

  Vamos a empezar con los récords mundiales, y como es menester, es lógico iniciar el listado con las temperaturas más de su padre y su madre, jamás registradas. Para los que se quejan del frío les voy a helar más la sangre si cabe; nunca se me ha ocurrido ir a La Antártida, ya que allí no abundan los Taco Bell, pero con éstos dos datos menos; la media anual más fría de todo el planeta se encuentra aquí, en el llamado Polo de la Inaccesibilidad, que es sencillamente de -57,8º C, un lugar desde luego, que invita al botellón; asimismo, se alcanzó la temperatura más baja jamás registrada en nuestro planeta, unos -89,2º C, en la estación antártica de Vostok (no confundir con la ciudad siberiana de mismo nombre, y casi misma temperatura...), el día 21 de julio de 1.983. Sin embargo, todo lugar tiene su propia antípoda, y en el caso de las temperaturas, se encuentra en un enclave africano, en Dallol, Etiopía, donde hay una media anual de 34,4º C, y ninguna sombra donde refugiarse. También en África se encuentra la temperatura más alta registrada en la tierra, nada más y nada menos que 57,8º C el día 13 de septiembre de 1.922, en Al' Aziziyah, Libia. Sin embargo, yo creo que lo peor para todos son los cambios repentinos de temperatura, y no hablo del Corte Inglés, donde hay que ir en bañador en febrero, y con abrigo en agosto. Ahí les dejo dos datos, que sencillamente hacen que uno sienta escalofrío, y le suden las manos. El mayor cambio de temperatura en un día que se registró en el mundo fue un 23-24 de enero de 1.916, en Brownig, Montana, EEUU, donde hubo una diferencia de 55,6º C, nada más y nada menos, de 6,7º C a -49º C, en 24 horas. Para salir con un abrigo y unas calzonas debajo. Pero tal vez lo peor que he escuchado fue lo de Spearfish, en Dakota del Sur, EEUU, pues en un 22 de enero de 1.943 hubo el cambio de temperatura más rápido y holgado de la historia, ¡unos 27 grados de diferencia en sólo dos minutos!, el termómetro subió de -20º C a 7º C, y seguramente provocó que muchas mujeres creyeran que tenían una menopausia anticipada. 
  Otros récords mundiales que asustan son, sin duda, las precipitaciones, es decir las lluvias registradas en determinado lugar. Empezaré suave, para no asustar mucho, con el lugar más seco de nuestro planeta, el desierto de Atacama, en el norte de Chile, allí prácticamente no caen precipitaciones, según estadística unos 0,08 mm o litros anuales, sin embargo, puede que haya años que no caiga una gota, en algunas zonas, incluso, para que caiga un chaparrón, sin importancia, de unos minutos, puede uno esperar, incluso siglos. El otro extremo pluviométrico lo encontramos, como no, en la India, donde cae más agua que en el entierro de bigote, en una ciudad llamada Mawsynram, en el estado de Meghalaya (vaya nombrecitos), donde cae una media anual de 11.874,5 litros anuales, una barbaridad, sobre todo, teniendo en cuenta, que en el lugar más lluvioso de España no se llega a superar los 2.500 litros, y muy excepcionalmente los 4.000. Igualmente en el mismo estado hindú, para no repetir nombre, se encuentra el récord de precipitaciones en un año registrada en la Tierra: unos 26.461,7 litros desde el día 1 de agosto de 1.860 al 31 de julio de 1.861, en la ciudad de Cherrapunji. Y por fín nos vamos de la India para no volver, para dar otro dato escalofriante, el mayor índice de precipitaciones registrado en 24 horas, y menos mal que se encuentra en la isla de Reunión, cuyos nombres son más pronunciables. Unos 1.869,9 litros entre el 15 y el 16 de marzo de 1.952, en la estación meteorológica de Chilaos. Con éstos datos, se le puede refutar a un gallego que se queje de que en su tierra llueve demasiado. También entra dentro del índice de precipitaciones la nieve, cuyo récord está registrado entre el 19 de febrero de 1.971 al 8 del mismo mes de 1.972, en Paradise, monte Rainier, en el estado de Washington (no confundir con la ciudad del Distrito Federal que se encuentra en la costa este, mientras el estado se encuentra en el norte de la costa oeste, al sur de Vancouver), aquí cayeron 31.102 litros de nieve. Sin embargo, la mayor cantidad de nieve caída en una sola nevada ocurrió en marzo de 1.911, en Tamarack, California, con 11.455 litros. Pero para chichones los que produjo la granizada ocurrida en el distrito de Gopalganj, Bangladesh, el 14 de abril de 1.986, donde cayó una piedra que pesaba 1,02 kilos. Sin embargo, como buen gaditano, no me puedo ir sin hablar de vientos, y creánme, hay sitios donde hay más ventosidad que aquí, sino pregúnteselo a los pingüinos de la Bahía de Commonwealth, en la costa de Jorge V, la Antártida, donde los vientos suelen, en ocasiones, alcanzar los 322 Km/h. En cambio, la mayor racha registrada fue bastante lejos de allí, unos 372 km/h, y no fue en Tarifa, sino en el monte Washington (que original) en New Hampshire, EEUU, a unos 1.916 metros de altura sobre el nivel del mar, y ocurrió un día 12 de abril de 1.934. Y para terminar los récords mundiales, otra de vientos, los más fuertes registrados en un huracán, unos 322 Km/h de media, con ráfagas de hasta 338 Km/h, en los días 17 y 18 de agosto de 1.969, a lo largo de la costa de Alabama y Missisipi, EEUU, en un huracán llamado Camille. 

  Una vez, descompuestos los cuerpos por éstos datos más propios de otros planetas como Júpiter o Venus, nos vamos a centrar en nuestra península, dejando a un lado, como dije antes las Canarias, que nos ganan al resto en todo, como si fueran el primo de Zumosol. Voy a comenzar con una buena noticia para nosotros, aunque hoy nos olvidemos de ello, las medias anuales más cálidas por capitales son las siguientes: Almería con 18,5º C, Huelva con 18,3º C y Cádiz con 18,2º C. Por zonas más cálidas son por temperatura media anual, la zona costera de Huelva, el bajo Guadalquivir, y el extremo sureste peninsular. No obstante, ésto son datos estadísticos, que no tienen en cuenta la menor diferencia de temperaturas entre el verano y el invierno, que se produce en la meridional ciudad de Tarifa, cuyo microclima, junto con el Campo de Gibraltar, permiten las únicas manchas de bosque subtropical de la Europa continental: la laurisilva existente en Los Alcornocales, aquí la temperatura del mes más frío es de 14º C, mientras que la del verano, apenas llega a los 24º C. En cambio, las medias más frías por capitales son todas de Castilla y León: Burgos con 9,9º C, Ávila con 10,4º C y Soria con 10,5º C. Los récords por temperaturas máximas tienen dos factores, una por las máximas frecuentes en verano más elevadas, 47º C en Écija,  y 48,8º C en Cazalla, ambas en Sevilla; y por récords en un día, las zonas más propensas a freir un huevo en la acera en verano son las Vegas Bajas del Guadiana en Badajoz y el valle del Guadalquivir, en la zona comprendida entre el sur de Córdoba y Sevilla. Entre los récords más calurosos en un día tenemos uno de los Récords Guiness en nuestro haber, 51º C registrado en la capital hispalense el 30 de julio de 1.876; sin embargo, el material con el que se midió tenía unas condiciones técnicas deficientes. No obstante, ese mismo día se registraron temperaturas de 44,2º C en Madrid, 42,5º C en Bilbao y 41º C en Salamanca. Los récords de frío son para quedarse helado, literalmente, -30º C en Calamocha el 17 de diciembre de 1.963, -28º C en Molina de Aragón el 12 de diciembre de 1.963, -24,6º C en Reinosa el 4 de enero de 1.971, -24º C en Albacete el 3 enero del mismo año, -23ºC en Riaño y -22º C en Burgos, el mismo día y mismo año, -21,5º C en Teruel el 28 de enero de 1.958, y  -21º C en Vitoria el día 25 de diciembre de 1.962. Sin embargo, la más baja de todas las que se han medido en España fue el 2 de febrero de 1.956, con -32º C, en el lago Estangento, en el Pirineo leridano. Por precipitaciones, tema preferido de los gallegos, las zonas con mayor índice se localizan, como no, en Galicia, cornisa cantábrica, Pirineo Vasco-Navarro, el Sistema Central, y la Sierra de Grazalema. Como localidades más lluviosas destacan Arruazu y Articuza, ambas en Navarra, con 2.800 y 2.654 litros anuales respectivamente, Grazalema, Cádiz, con una media cercana a los 2.500 litros anuales, Visuña y Villarbacu, ambas en Lugo, con 2.369 y 2.346 litros anuales respectivamente. Por récords de lluvias registradas en un año, destaca nuestra Grazalema con unos 4.346 litros en 1.963; Arruazu y Aticuza, con 3.867 y 3.398 litros en 1.965 y 1.960;  Visuña y Villarbacu con 3.191 y 3.237 litros en 1.977 y 1.984 respectivamente; Vigo y Santiago de Compostela, con 2.859 y 3.159 litros respectivamente, ambas, en el año 1.960. Sin embargo, conviene destacar un dato que el libro que tengo en mis manos no cuenta, pues se refiere a datos meramente estadísticos, la cantidad de lluvia caída en Grazalema difiere con el resto de las localidades norteñas nombradas, el pueblo gaditano al situarse en el sur, a diferencia del resto, registra las precipitaciones solamente en una estación húmeda, contando luego con una seca que suele durar unos cinco meses, por tanto, aquí habría que contar otro hito, el del mayor índice de precipitaciones en un periodo de tiempo anual. Por récords en días destacan los 600 litros caídos en Albuñol (Granada) y Zúrgena (Almería), el 19 de octubre de 1.973, los 426 litros de Cofrentes y Jalance, ambas en Valencia, el 20 de octubre de 1.982, y por último, los 503 litros de Larrasquitu (Vizcaya), el 31 de agosto de 1.983. Por precipitaciones en una hora destaca el levante español: 110 litros en Cofrentes, 82 en Alicante y 159, 6 en Altet, todas el día 20 de octubre de 1.982. En el otro extremo, el de la sequedad, destacan tres localidades almerienses, Cabo de Gata, Huercal-Overa y Aguadulce, con 152, 171 y 182 litros anuales de media. Sin embargo los récords de años secos se quedan en las mismas localidades, 37 litros en la primera, en 1.998, 74 litros en la segunda en 1.995 y 51 litros en la tercera en 1.966. Curiosamente, he quitado las Canarias, Ceuta y Melilla para evitar que los datos estadísticos se me fueran de madre, sin embargo, como dije antes, las islas afortunadas ganan en casi todo, con la media más cálida, en torno a los 21º C en la costa, y el observatorio de Izaña (Tenerife) con la media más fría del país, 9,7 º C, más baja que muchas capitales peninsulares, asimismo el índice más escaso de precipitaciones se encuentra en las islas orientales, las zonas de más auténtico desierto en España, con una media entre 125 y 140 litros anuales.

  En fin, espero no haber dado demasiado la murga con el tema, y es que encontrarse conmigo en un ascensor tiene su peligro, y no precisamente, porque sea un maniaco asesino y violador, sino porque te puedo salir por peteneras con algún dato de éstos. Pero no se preocupen, es mejor hablar de ésto que de la dichosa prima de riesgo, que ya empezaba a ser demasiado cansina, y nos tenía a todos asustados. Y es que aquí en el sur, no estamos acostumbrados a éstas olas polares, pues a los únicos negativos a los que estamos habituados en Cádiz, es a los que había en la clasificación cuando la liga era de dos puntos, y el Cádiz C.F. metía los goles con el tren del gol, cuando la vía no estaba soterrada. Para ser honrado terminaré diciendo las fuentes de donde he sacado los datos que hoy han salido a relucir: "Observar el Tiempo"  de la editorial Geoplaneta y el libro "Meteorología" de Biblioteca Visual. Un saludo desde el sur.

Después de leer ésto no te quejarás más del frío ni de la lluvia.

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