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domingo, 14 de diciembre de 2014

25 años del Parque Natural Bahía de Cádiz.

 En este año se ha cumplido el 25 aniversario (parece mentira como pasa el tiempo) de un parque natural, el de la Bahía de Cádiz, que fue nombrado como tal en 1.989, junto con la gran mayoría de los parques andaluces. Algunos como Cazorla o Grazalema ya tenían su fama y prestigios ganados de antaño. Otros han tenido un largo camino por delante, de cara a ganarse al público, es el caso de nuestro parque natural. Uno de los mejores que he visitado para observar a la avifauna de cerca, y en cambio, uno de los que peores perspectivas y fama tienen entre sus lugareños, pero que por años, gana adeptos. Son muchos los ciudadanos de la bahía, sobre todo de San Fernando, quienes peores valoran el espacio natural que les rodea, y lo que es peor, no son capaces de sacar riqueza de ello, como pasa en pueblos más pequeños de otros espacios. El ejemplo, lo podríamos encontrar en Cazorla, donde nadie piensa que el parque natural es un lastre para su economía, como sí pasa con los ciudadanos de San Fernando. Quienes aún creen que urbanizar la playa de Camposoto, significa generar riqueza. Craso error. 

 He de decir que he pisado mucho las marismas de San Fernando, y que la mejoría del parque ha sido notoria, aunque aún le queda mucho por mejorar, falta personal, como pasa en la mayoría de los espacios naturales de la comunidad. Con el tiempo, el prestigio que no se ha conseguido en casa se ha logrado en los círculos internacionales de expertos, pues el parque natural está declarado Zona de Especial Protección para las Aves por la UE, sitio Ramsar dentro de los humedales de mayor fama mundial, y también, por último, Lugar de Importancia Comunitaria, también por la UE. Sobre la segunda figura de protección mundial hay que decir que, se debe sobre todo porque hay varias especies que tienen más del 1% de población mundial en nuestros humedales, siendo el caso de nuestra bahía serían las siguientes especies: 

  • Espátula, una de las pocas poblaciones mundiales, con un 6,3% mundial en nuestras marismas, y un 2,1%, como nidificante (de importancia mundial éste dato).

  • Chorlitejo grande, con un 5,18% mundial.

  • Avoceta, con un 3,91%, y un 1,04% como nidificante.
  • Chorlitejo patinegro, con un 3,20% de población mundial, y un 1,59% como nidificante. 
  • Cigüeñuela, con un 2,59%, y 1,13% como nidificante.

  • Flamenco, con un 2,27%.

  • Chorlito gris, con un 1,74%.
  • Gaviotas sombría, 1,71% y patiamarilla con un 1,24%.
  • Garceta común, con un 1,20%.

  • Cormorán Grande, con un 1,16%.

  • Archibebe común, con un 1,01% de la población mundial. 

  • Además de tener la mayor población mundial de Charrancito, con 1,39% como nidificante.
 Pero es que además, para añadirle más mérito a nuestro parque natural hay que decir que:
  • Tiene una de las últimas poblaciones mundiales de Camaleón común en los pinares y bosquetes de retamas de la zona.
  • Hay más de 200 especies de aves que habitan aquí, en las cercanías de su casa y la mía, de las cuales hay más de 65.000 individuos en invierno (casi como la población de nuestra ciudad). Además, de las que vienen a pasar gran parte del verano cuando se secan los humedales de los alrededores, incluido Doñana, del que proceden varias aves. 
  • Constituye además, como uno de los principales puntos de desove, alevinaje y alimentación de más de 60 peces del Atlántico, como la dorada, la lubina o la anguila. Además de haber más de 80 especies de macroinvertebrados. Es decir, sino hay marismas, no hay pescado frito, no hay camarones, ni hay mariscos. Es decir, NO HAY ECONOMÍA posible. Y con la del ladrillo, ya hemos visto como nos ha ido.
  • Es además, una zona importante como lugar de descanso de las especies migratorias de aves, o de insectos (como la Vanessa cardui) tanto en otoño, como en primavera.

 Termino ya, esperando y deseándole, la mejor de las suertes a mi parque natural favorito, y al que más cariño le tengo, y del que curiosamente, no había escrito aún, ninguna entrada en mi blog, y es que desde luego, no hay peor embajador que un lugareño. Sirva este humilde artículo a modo de homenaje, que aún le debía al Parque Natural Bahía de Cádiz. Un saludo desde el sur.




sábado, 29 de noviembre de 2014

Me encanta Madrid.

 Hace ya, dos largos años que pisé la capital española, y mi sorpresa fue mayúscula. He de confesar que fui como un provinciano, puro y duro; con cierto susto en el cuerpo de no saber que me iba a encontrar  en la gran ciudad. Me imaginaba una urbe inabarcable y llena de malhechores en cada esquina. Al poco de empezar a pasear por las calles, mi impresión empezó a cambiar. Y al final del viaje, unos cinco días en los que unos amigos locales se dejaron la piel para enseñarnos, como nadie, su ciudad, pude comprender que pocas ciudades me iban a gustar tanto como Madrid. Es una gran ciudad, que tiene todo lo que uno pueda buscar, historia, zonas tranquilas con aire de pueblo, grandes parques, sitios de juerga, grandes avenidas, calles llena de musicales, etc. Es, además, lejos de lo que pensaba, una ciudad bastante acogedora, que nunca duerme (cosa que no se ve en ninguna otra capital europea) y con gente muy amable. Pero sobre todo, pude comprobar que está muy poco valorada entre los ciudadanos españoles. Por ejemplo, para los británicos o los franceses, Londres o París, son las ciudades mejor considerada entre los ciudadanos de sus países. España en cambio, aunque se empeñen en decir que es una nación bicéfala (de dos grandes ciudades, la otra es Barcelona), hay que decir que es más bien policéntrica, con varias urbes que dominan varias regiones: Barcelona, Sevilla, Valencia, Málaga o Bilbao, entre ellas. Impidiendo el monopolio del gusto por Madrid.

 No obstante, todo este texto viene por la inclusión del Retiro (y alrededores) y del Prado en la lista de Patrimonio Mundial, antiguamente de la humanidad (otro tren que pierde Cádiz, para variar...pero eso será tema de otra entrada). Desde aquí me alegro que dichas joyas sean declarada de tal modo, pues no podría ser de otro modo. Lo sorprendente es, que en Madrid, no existiera nada de antes tal denominación, y que fuera de las pocas capitales europeas en no tener dicha distinción en ninguno de sus monumentos (que mira que le sobran). En ésta ciudad podremos encontrar palacios que no tienen que envidiar a ninguno de Europa, e incluso, superan artísticamente y arquitectónicamente a muchos de famas mayores. Podremos encontrar junto a una zona de rascacielos de casi un siglo, a un templo egipcio. Hay barrios que parecen anclados en el XVII, como el de las Letras o el de los Austrias, preciosas fuentes, estatuas y arboledas en el Retiro o en el Prado. Grandes museos. Zonas de rascacielos en la Castellana, y cerca, la casa de Sorolla, y por otro lado, una plaza modernista como la de Dalí. Todo ello muy, muy resumido para no hacer el texto excesivamente pesado. Todo un catálogo arquitectónico, de todos los tiempos desde el siglo XV, partiendo con la torre de Lujanes en la Plaza de la Villa, como el elemento más antiguo de la ciudad (sin olvidar las murallas árabes de la Almudena), y que continua en plena evolución. Por eso, ya digo, me sorprende el poco reconocimiento de la ciudad por parte de nuestros ciudadanos, e incluso, del propio extranjero, seguramente, debido a una mala promoción turística, que ha logrado que el número de los mismos haya ido a la baja en los últimos años. 

 En mi caso, y porque estuve muy bien (como turista, hay que decirlo), me gustaría desde este blog darle la enhorabuena a la ciudad por dicho nombramiento. Que entra ya, sin complejo, dentro de la lista de las ciudades con maravillas mundiales. Ya era hora. No entiendo que por otro lado, a la UNESCO, que tiene que estar repleta de pedantes, le cueste sangre y sudor, conceder la inclusión de algún monumento español dentro de la lista de Patrimonio Mundial, parece que nadie puede, ni debe, superar a Italia (España es segunda) en esta lista de maravillas, pues, al parecer, es pecado, o algo parecido. Como todo en la vida, en las altas esferas, solo se puede esperar politiqueo. Felicidades a la ciudad de Madrid, que se lo merece. Un saludo desde el sur.




domingo, 16 de noviembre de 2014

El tamaño, sí importa...¿o no?.

  Ahora que he llamado su atención, es posible que en el 90% de los casos, decida mandarme a hacer puñetas, y cierre la página de mi blog. O puede que se quede a interesarse en algo, que de forma fortuita hizo que me picara la curiosidad. Me encanta meterme a leer en los foros, y ver los distintos tipos de opinión en las diversas polémicas que uno pueda imaginar (y no imaginar). Por casualidad, encontré en una guía sobre Córdoba, que su centro histórico era el más grande, en extensión, de España; algo que me sorprendió muchísimo, pues siempre, tenía asumido que el centro histórico más extenso era el de Sevilla, ya que se consideraba, asimismo, como uno de los tres más grandes de Europa, junto con Florencia y Roma. Pero para más discordia aún, resulta, que en Toledo, se adjudican el mismo honor. Vamos, que viene a ser como las fundaciones Hercúleas de ciudades en España, en la que según la leyenda de una veintena de ciudades, el semidiós la fundó a su paso por estas tierras. Pues con el tamaño de los cascos antiguos pasa lo mismo, al menos, media docena, sólo en España, se enorgullecen de ser los más grandes. 

 He de decir, que he intentado, a lo largo de la semana, buscar y rebuscar por internet, las extensiones de los distintos centros históricos para poner a vuestra disposición, en el blog, una lista comparativa de cada uno. Pero como dije, solo encontré un foro, donde se hacían comparativas, y en otras páginas, y puedo decir, que nadie se pone de acuerdo en la extensión de los centros urbanos, porque para empezar: ¿que es centro histórico, y que no?. La cuestión no es baladí, pues hay expertos que consideran centro histórico todo lo anterior al siglo XVIII, con lo cual, si tomamos de ejemplo la ciudad de Cádiz, podríamos determinar que sólo los barrios de Santa María y el Pópulo, son centro histórico, dejando de lado toda la joya dieciochesca, que es la mayoría en la Tacita de Plata. Por esa misma regla de tres, tampoco San Petesburgo tiene centro histórico, ya que fue fundada en dicho siglo por el zar Pedro I, el Grande. Siendo todo un disparate, pues es una de las joyas mundiales. Otros consideran asimismo, que todo centro histórico, lo es hasta los ensanches del siglo XIX, en ese caso, y tomando ahora la ciudad de Barcelona, podríamos decir que el centro histórico sería el Barrio Gótico o Gracia, mientras el Raval o la Diagonal, ya quedan fuera. Pero surge un problema, no todas las ciudades tienen ensanche, pues España, y especialmente el sur, tuvo escasa repercusión en la Revolución Industrial, y por tanto carecen de éste. Otros simplifican más el asunto, y consideran centro histórico todo lo interior de las murallas. Algo muy sencillo con Cádiz, Lugo, Melilla, Ávila o Ibiza entre otros, donde hay conjuntos amurallados bien conservados y es muy fácil observar enormes diferencias a un lado y otro de los muros. Pero no todas las ciudades conservan todo el amurallamiento, y es más, hay ciudades que siendo amuralladas, tienen varios lienzos de distintas épocas, pues las ciudades crecen, y un día desbordaron las murallas medievales, y se tuvieron que construir otras modernas (como sucede en Cádiz o Pamplona). Por tanto, ¿donde quedaría el centro histórico?, ¿en las murallas medievales o las modernas?, ¿y si no las ha conservado?. Si hay restos arqueológicos romanos o fenicios a extramuros ¿también forman parte del centro histórico?. Por último, añadir que el periodista César Rufino, en el Correo de Andalucía, en el artículo "No somos tan grandes" (http://elcorreoweb.es/2010/02/18/no-somos-tan-grandes/) aclara que: Casco Antiguo es el núcleo anterior a la Revolución Industrial, es decir, hasta la mitad del siglo XVIII; mientras que el Casco Histórico, es lo anterior, más lo creado a partir del XVIII, añadiendo al siglo XIX, y los primeros años del XX. Incluyendo con ello, al modernismo, por ejemplo. Según ésto, en Cádiz, en Casco Antiguo serían el Pópulo y Santa María, siendo éstos dos, más el resto, hasta las murallas de Puertas de Tierra, Centro Histórico.

 No en todos los sitios los centros históricos representan el alma de la ciudad, ni son un atractivo turístico, pues según la mentalidad de los países, éstos se encontrarán mejor o peor conservados. Por norma general, en los países anglosajones, con especial hincapié en Estados Unidos, los centros históricos suelen ser sitios marginales, donde viven poblaciones dentro del marco de la pobreza. Conservándose solamente, los sitios de valor histórico o monumental. Siendo los centros de las ciudades las áreas financieras y comerciales, donde se sitúan los famosos rascacielos. Por el contrario, en Europa, y muchas zonas de Iberoamérica, los centros históricos, son lugares comerciales, de oficinas y turísticos, y se conservan, en la mayoría, casi íntegros, o al menos, manteniendo su esencia. Mientras que las zonas financieras (en las grandes ciudades), se encuentran alejados del centro, en los modernos ensanches, de finales del XX, y principios del XXI, donde se encuentran, normalmente, todo un catálogo de edificios emblemáticos contemporáneos. Un saludo desde el sur.





sábado, 18 de octubre de 2014

Desiertos españoles.

 Hay dos grandes mitos sobre la naturaleza española que han arraigado en el inconsciente de todos los que poblamos la península. La primera es aquella que dice eso de que una ardilla podía cruzar (en tiempos de los romanos) desde los Pirineos hasta el Estrecho, de rama en rama, sin bajar al suelo. Y una segunda, que habla de España como un país estéril, seco, y sin árboles. Como una extensión del norte de África en Europa. Como todo ni una, ni otra fama, son del todo ciertas, sino que, nuestra nación al estar en un punto intermedio entre dos continentes y dos mares, tienen parches de uno y otro lado. 

 Sin embargo, hay algo en lo que todos los expertos de las materias climatológica y ecológica, en los que sí hay cierta polémica, un poco de orgullo local y nacional, y mucho de concepto cultural. ¿Existe en España verdaderos desiertos, o por el contrario hablamos de algo creado por los humanos?. La cuestión no es baladí en absoluto. Y todavía se discute, cuanto de los llamados "desiertos españoles" son auténticos, son estepas, o monte mediterráneo degradado por el paso de la historia. Lo que parece claro es que los climas de las zonas que ahora nombraré colaboran por lo seco y cálido de los lugares. No obstante, eso no quiere decir, que sean desiertos. Para ello nos vamos a fijar en esta clasificación climática, en la que incluyo a los lugares esteparios y desérticos españoles:

  • Súbhúmedo: entre 400 y 750 mm anuales. Entrarían en ésta clasificación los pastizales mediterráneos (praderías), muchos con árboles salteados, como los existentes en la zona suroccidental de Cádiz, Extremadura o Baleares.
Pastizales de Cádiz.
  • Semiárido: Con precipitaciones entre 250 y 400 mm. Entrarían en ésta clasificación, las estepas de la Serena (Extremadura), el Valle del Ebro (especialmente Los Monegros o Belchite) o la Tierra de Campos entre otros. Salvo los Monegros o Belchite, con aspecto centroasiático, por su aspecto predesértico; en el resto es común la presencia más abundantes de gramíneas. 
Los Monegros.
  • Árido: Con precipitaciones entre 250 y los 125 mm. Entrarían en ésta clasificación, las hoyas de Guadix y Baza, las zonas áridas surorientales de España (Almería, Murcia y Alicante), Bardenas Reales (Navarra) y gran parte de las zonas bajas canarias. Son los llamados semidesiertos o subdesiertos, con aspecto ya, de desierto en algunos sectores, pero que pueden reverdecer con las pocas precipitaciones que caen al año. 
Calnegre, cercanías de Águilas en Murcia.
  • Hiperárido: Con precipitaciones inferiores a los 125 mm anuales, son los auténticos desiertos, como los del Sáhara o el de Atacama. Donde hay lugares en los que no ha llovido en años...o siglos. Evidentemente, en ningún lugar de España, se da un caso así, tan extremo. Pero eso no quiere decir, que no se pudieran clasificar como auténticos desiertos, por precipitaciones inferiores a los mencionados 125 mm, y que estarían en las zonas de Cabo de Gata y Tabernas, los dos lugares más secos de la Europa continental, y donde hay años, que apenas caen 50 mm anuales. Siendo considerados los únicos desiertos europeos. Y por supuesto, los desiertos costeros de Tenerife, Las Palmas, Lanzarote y Fuerteventura, donde se dan auténticas zonas hiperáridas, con medias anteriores a los 100 mm. Siendo el lugar más seco la Punta de Rasca en Tenerife, con apenas 62 mm anuales.
Desierto de Tabernas, Almería.

Jandía, Fuerteventura.

  En ninguno de los lugares (aunque parezca lo contrario), se dan condiciones extremas como puedan suceder en los desiertos de otros continentes. Sí se dan casos de extrema evaporación, y también la salinidad de algunos llanos, que impiden el desarrollo de una buena cubierta vegetal.  Por tanto, muchos de estos territorios, son naturales desde siempre. Ya en tiempos de Estrabón se hablaba de territorios esteparios en España. Otros, sin embargo, los han creado los seres humanos. Pero con el abandono del medio rural de los últimos años, los bosques hubieran crecido si, de verdad, no fueran de carácter natural. Para finalizar, destacar la presencia de especies vegetales y animales, tanto de las estepas asiáticas como de las africanas, en nuestra nación. Lo que indica, el carácter natural, y de puente, entre los continentes euroasiático y africano. Un saludo desde el sur.


sábado, 11 de octubre de 2014

Villanueva de los Infantes.


 Hace ya, casi, un año que pisé la mencionada localidad del título. Y sin embargo, aún me causa asombro su monumentalidad. Pues no es un pueblo conocido, ni dentro de los grandes circuitos turísticos. Pero en mi caso, siempre recomendaré que se acerquen por los pueblos de La Mancha, pues en la mayoría de ellos, el viaje en el tiempo está garantizado. Parece que en muchos de ellos, el reloj se detuvo con el último rey de la dinastía de los Habsburgo; de hecho, salvo Valdepeñas, ninguno superan los dos dígitos en los miles de habitantes. La calma, asimismo, reina en dichas poblaciones, silenciosas como pocas en nuestra noble nación, y con la sensación permanente de cruzarme con un espadachín que en cualquier instante puede aparecer tras una esquina o callejón.

 Aunque Villanueva de los Infantes, nació de la unión de tres aldeas medievales, lo cierto es que su periodo de esplendor llegó con Felipe II, cuando se declaró capital del Campo de Montiel, dentro de la antigua provincia de la Mancha Baja. Se establecieron entonces, la Vicaría, la Gobernación, y una siniestra sede del Santo Oficio o Inquisición (con presidio y salas de torturas incluidas). Todavía quedan estos edificios, en buen estado de conservación, salvo el último, abandonado, tal vez, por su negro pasado. Para hacerse una idea del glorioso pasado de la localidad, solo basta con nombrar a los personajes ilustres que fueron vecinos durante algún tiempo de sus vidas, entre ellos, Quevedo, que pasó sus últimos años aquí, en el convento de los Dominicos, edificio del todo recomendable de visitar. Dentro, todavía se conserva el mobiliario contemporáneo del escritor, entre ellos su escritorio y su silla, de los que es recomendable sentarse por un instante, y gozar de estar en un lugar único, de gran valor literario. La sombra de Quevedo es alargada en la ciudad, pero no fue el único en vivir aquí, Cervantes o Lope de Vega, también pisaron estas calles. Y muchos colegiales que vivieron en el Colegio Menor que aún se conserva. Pero no es lo único, una interminable lista de fachadas monumentales, palacios, escudos nobiliarios, un corral de comedias, múltiples conventos y monasterios, una antigua alhóndiga convertida en Casa de la Cultura, y por supuesto, la casa donde se supone vivió el Caballero del Verde Gabán, quien aloja a Don Quijote en su hogar.

 Por último, recomiendo llegar a la Plaza Mayor, el rincón más impresionante de la ciudad, con la enorme iglesia de San Andrés, de orígenes y arquitectura renacentistas, por otro frente se observa el impresionante ayuntamiento, de fachada porticada y neoclásica. Los otros lados de la plaza no desmerecen tampoco, y sus balconadas de madera, contrastan con la piedra de sus casas. En el centro de la plaza, como no podía ser de otra manera, las estatuas de Don Quijote y de Sancho, hacen las delicias de los visitantes. Porque en estas tierras, al fin y al cabo, sus personajes más ilustres no son, pese a todo, carne y hueso, sino forjados con la tinta y la imaginación de Cervantes. Un saludo desde el sur.


Don Qujote y Sancho en la Plaza Mayor.
 

Escritorio y silla de Quevedo.
Ayuntamiento.

Convento de los Dominicos.







Colegio Menor

Patio del Colegio Menor.






Casa del Caballero del Verde Gabán.
Sede de la Inquisición.

Iglesa de San Andrés en la Plaza Mayor.

sábado, 4 de octubre de 2014

Las ciudades que Cádiz fue...

 Para empezar la temporada de mi blog particular, no he querido fijarme en nada en concreto, ni en lo que Cádiz pudo ser y no fue. Sino en lo que ha sido en la ficción, en el cine, y no en la realidad. Porque sí, señores, cuando los cineastas vienen a rodar a la Tacita, resulta, que nunca es nuestra querida ciudad, sino otra. Y en algunos de los casos, los parecidos son como un huevo con una castaña. Pero caprichos de lo cinematográfico nuestras ciudades han sido urbes de otras latitudes, recurriendo, como no, a lo más tópico del lugar a imitar. Otro caso es el de los rodajes, donde de verdad se ha correspondido con las ciudades escogidas, e igualmente, se cae en lo más clásico y famoso de nuestras ciudades (como si todos bailáramos flamenco por las calles...). Ahí van una lista de ciudades "reales" con sus localidades "ficticias". Faltarán muchas, pero ni la memoria mía es privilegiada, ni mi conocimiento en lo cinematográfico tampoco.

- Cádiz: La capital gaditana ha sido pródiga en rodajes en los últimos años, y en ninguno de ellos, ha sido La Tacita de Plata...(¡?). Cosas de los cineastas, que juegan con la ignorancia del espectador medio, quien normalmente desconoce los lugares de rodaje. Ahí van las ciudades gaditanas.

  • La Habana: Que Cádiz es la misma ciudad con más salero ya lo decían las habaneras. Y de hecho, la mayoría de los filmes extranjeros vienen buscando en Cádiz estampas del Malecón gaditano, sus palmeras (que por cierto no son iguales en una y otra ciudad) y sus playas rodeadas de fortalezas, que se pueden malear con recursos informáticos. Otra ciudad que también es recurrida por su parecido a capital cubana es Puerto Rico. Ya que Cuba al ser un régimen enemigo de EEUU, no favorece la entrada de cineastas norteamericanos. Que yo recuerde son varias las películas rodadas como La Habana: por ejemplo, Cuba de Sean Connery o la saga de James Bond: Muere otro día, entre otros. Célebre para la posteridad, quedó la escena de Halle Berry saliendo de las aguas caleteras, por cierto, en marzo, en un día de nortada, con bastante frío, y tras varios de temporales de lluvia. Aunque lo paradisíaco de las escenas nos digan lo contrario.
Playa de La Caleta

Otra vista de la playa,
  • Veracruz: La ciudad mejicana, "perla del Caribe", es otra ciudad, como el viejo San Juan de Puerto Rico, La Habana, o Cartagena de Indias, de enorme parecido a nuestra capital. Y fue escogida para rodarse una película sobre el torero Manolete. Y como no, el lugar escogido de rodaje, fue la playa de la Caleta, y sus castillos, sobre todo, el de San Sebastián. 
Castillo de San Sebastián.
  • Pamplona: Que Cádiz fuera elegida para rodar una escena de San Fermines pamplonicas, es de juzgado de guardia, o de paredón y fusilamiento, directamente. Algo digno, sólo de un bulto con ojos como Tom Cruise, quien ya repite el premio Bastinaso de Oro, ganado anteriormente por confundir las Fallas y la Semana Santa, y mezclarlas en una Sevilla con casas de color de piedra. Se escogió para la escenita de marras la Calle Ancha, similar en todo, a la Estafeta de Pamplona (¡?), y para colmo de males, algún que otro toro se escapó, recorriendo las calles del casco antiguo para pasmo de viejas y caletis de todo cuño.
Casa de la Calle Ancha.

 - San Fernando: Aunque las películas rodadas en San Fernando más famosas son Camarón y Cateto a Babor, en los que se retrata aspectos de la propia ciudad. También las producciones extranjeras se han fijado en algunos de sus lugares. Aunque normalmente, viene llovido de las películas rodadas en Cádiz.

  • La Habana: También La Isla tiene sus rincones habaneros, James Bond, encarnado en Pierce Brosnan, recorre en un descapotable la carretera de la playa de Camposoto, donde se pueden observar las papeleras azules, que habían por entonces, con el logotipo naranja del puente Zuazo. También, la otra playa local fue lugar de rodaje habanero, en La Casería, se rodaron algunas escenas en el restaurante el Bartolo, para la película Cuba.
Playa de La Casería.

El Bartolo en La Casería.
  • El Líbano: Volvemos a las playas, en este caso la de Camposoto, cuando aún no estaba abierta al público, y formaba parte del campo de tiro, se rodaron las escenas finales de una película relacionada con militares: Navy Seals. En el lejano año 1.990, y protagonizada por Charlie Sheen. La escena en cuestión consta de un desembarco militar, y la escena final, donde se mata, evidentemente, al malo de la película. Me di cuenta de ello, porque en dichas tomas, se observa en las peleas, de fondo, el castillo de Sancti Petri. 
Playa de Camposoto.

 - Trebujena: Como arrozales chinos. También Steven Spielberg se fijó en nuestras tierras para rodar un filme sobre chinos. Años antes de la invasión de tiendas asiáticas por nuestras ciudades. La ciudad trebujenera no se parece en nada a las orientales, pero las marismas del Guadalquivir, y sus extensos arrozales, se asemejan a los chinos; supongo que los aislados cabezos, colaborarán en el disimulo del paisaje.

Escena de la película.

 - Tarifa: Como el Líbano. Continuando con la película Navy Seals, en la ciudad más meridional de Europa se ruedan varias escenas, entre las que destaca la escena del desembarco final, donde la mencionada playa isleña es una toma, que después continua en lo urbano por la ciudad tarifeña. No obstante, media película está rodada en dicha ciudad, y a poco que nos fijemos en los decorados, podremos adivinar gran parte del urbanismo tarifeño.

Calle del casco histórico de Tarifa.

 Termino esta primera, y tardía entrada, en un blog que lleva desconectado, por temas logísticos desde hace un par de meses. Un saludo desde el sur.