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sábado, 21 de abril de 2018

Las cuatro estaciones de Cádiz.

  Hoy toca una entrada sencilla, sin grandes tecnicismos y con apenas algún texto explicativo. He decidido escoger, a modo expositivo cuatro fotos propias por cada estación del año, y es que nuestra provincia puede mostrar su encanto y su belleza en los distintos momentos del mismo. La variedad de paisajes y ciudades que tenemos nos permite tener diferentes excursiones para cada temperatura y tiempo. Ahí van con sus localidades y fechas, como un recuerdo, de un momento único que pude capturar:
  • Invierno: El invierno gaditano suele ser igual de suave que el de las localidades costeras andaluzas. Si bien, es más húmedo por lo general, tanto en el plano de las precipitaciones como en el de la humedad ambiental. Las olas de frío no suelen ser abundantes ni duraderas, aunque se puede llegar a los cero grados en zonas costeras y a -10º en las cotas más altas de Grazalema. Por lo general, las temperaturas suelen rondar entre los 9º-12º de mínima, y los 16º-20º de máxima, según mes. 
    • Puerto de las Palomas: No hay mejor estampa para el invierno que una nevada, un fenómeno meteorológico que no es precisamente abundante en nuestra provincia, pero que se suele dar en los días más crudos del invierno en este puerto de montaña, que con 1.357 metros de altura, es calificado como el más alto de Andalucía Occidental, y que une las poblaciones de Grazalema con Zahara de la Sierra. En la imagen, unos cuantos pinsapos compiten con unos pinos rastreros por el poco suelo existente entre tanta roca caliza. 

    • Calle Real de San Fernando: Las Navidades son la fiesta oficial de entrada al invierno, una adaptación cristiana de las saturnales romanas y de las fiestas del solsticio invernal a lo largo de las culturas antiguas. En cada una de las poblaciones de nuestra provincia, cada Ayuntamiento se esmera en presentar la mejor decoración posible en sus calles principales, como la Real de San Fernando. En la imagen, la iluminación navideña de la farola se refleja en la cristalera del balcón, pareciendo que el árbol realmente esté dentro.

    • Salina de Dolores, Cádiz: Choca ver una imagen florida en invierno, pero la suavidad de temperaturas imperante en la zona permite una floración sostenida a lo largo del año, sobre todo en invierno y primavera, pues la vegetación es muy variada (hay que pensar, que sólo en el pinar del Hierro de Chiclana, hay más variedad de taxones que en toda Alemania), y de este modo evitan, en lo posible, la competencia entre ellas. En la imagen, los vinagrillos suelen florecer entre finales de enero y mediados de marzo, adornando de amarillo la marisma, y la entrada de la casa salinera Dolores, tal vez, la más bella del parque natural Bahía de Cádiz.

    • Carretera de las Lagunas, Chiclana de la Frontera: Otro efecto desconocido por los foráneos de nuestra tierra es el hecho de que vivimos en una provincia esencialmente húmeda, aunque con grandes irregularidades hídricas, alternándose periodos continuados de lluvias con otros extensos de extrema sequía. En el primer periodo, entre noviembre y abril, cuando las borrascas entran con frecuencia es normal ver como los terrenos endorreicos y pantanosos, secos del estío, se vuelvan a inundar. Aunque para mí el área inundable más curiosa que he conocido es la del entorno de la laguna de La Paja en Chiclana de la Frontera, donde el bosque de pinos y eucaliptos del entorno se ven con medio metro o más de agua, viéndose imágenes tan curiosas como la presente, de las garcetas paseando entre los palmitares, en una imagen más propia de Florida que de Europa.


  • Primavera. La primavera es una de las mejores estaciones para visitar toda Andalucía, y Cádiz en concreto. Los campos están verdes, las flores han proliferado y aunque todavía puede haber abundantes precipitaciones, por lo general empiezan a haber temperaturas suaves y días soleados. La diferencia entre meses hace que en marzo por ejemplo haya temperaturas entre los 12º y 19º, y en junio entre 19º y 30º. 
    • Castillo del Fontanal, Bornos. El castillo palacio bornense, que fue propiedad de los Ribera, estuvo vinculado con el de Pilatos de Sevilla, y es un gran desconocido incluso entre los gaditanos. No obstante, estamos hablando de una de las mejores obras renacentistas de Andalucía con unos espectaculares jardines con fuentes, estanques, grutescos y una espectacular logia pompeyana. Pero no desmerece tampoco el resto del palacio, en cuyo patio central, en la imagen, se puede ver el esplendor de un tiempo de descubrimientos, que se ven reflejados en las gárgolas existentes en las arcadas, con motivos mesoamericanos, como un águila o un jaguar, entre otros. 

    • Plaza de España, Cádiz. La Tacita de la Plata es una ciudad de plazas y espacios abiertos, aunque como todo centro histórico, tenga sus estrecheces. Una de las más espectaculares es la de España, donde se encuentra el monumento a las Cortes de 1.812, así como la bellísima aduana, de estilo neoclásico, además de una serie de palacetes y torres miradores que reflejan el esplendor de tiempos mejores de una ciudad que mira con nostalgia al pasado. En la imagen el generoso colorido de las flores contrastan con los palacetes de las Cinco (izqda.) y Cuatro Torres (Dcha.).

    • Conil desde Castilnovo. Nuestra provincia es una tierra de pastizales y prados naturales, algo muy poco común en España, donde las especies leñosas abundan sobre las herbáceas. Esto es debido, sobre todo a lo compacto de la tierra arcillosa existente en gran parte de nuestro territorio, y que impide que el agua de lluvia se filtre fácilmente al subsuelo, ahogando las raíces de las especies leñosas, y favoreciendo la aparición de lagunas endorreicas de carácter temporal como ya hemos explicado en anteriores párrafos. Muchos de estos pastizales llegan a la misma playa, como éste de Castilnovo en Conil de la Frontera, y que se salvó in extremis de la especulación urbanística, gracias a la valiente acción del Ayuntamiento conileño en aquellos tiempos de la Burbuja Inmobiliaria. Hoy, gracias a ello, podemos pasear entre sus flores, y observar la paciente vida de sus reses de ganado retinto.

    • Iglesia de Santa María, Arcos de la Frontera. Los naranjales suelen adornar gran parte de las calles de nuestra Andalucía, aunque curiosamente, abundan más en zonas cercanas a las iglesias, como un remanente, un recuerdo, del tiempo en que en vez de haber iglesias hubo mezquitas. Y los naranjos, se plantaban en el patio de las abluciones. En muchas calles de Andalucía no sería igual la primavera y la Semana Santa sin el olor que despide el azahar. Por ello hay que evitar el naranjicidio existente en algunas ciudades como San Fernando. En la imagen, la flor de azahar se antepone a la torre de la iglesia, una pequeña Giralda, que no llegó a finalizarse. 
  • Verano. En el estío habría que dividir tres sectores en nuestra provincia, una primera de campiña y sierra donde se suelen alcanzar temperaturas extremas cercanas a los 40º. La costa en cambio tiene una canícula más que generosa con respecto al resto del sur español, pues raramente se superan los 32º de máxima. La tercera zona sería el Campo de Gibraltar, de temperaturas aún más suaves, aunque también con un mayor índice de humedad. 
    • Playa de Camposoto, San Fernando. También el verano es época propicia para las flores en nuestra provincia, y en sus playas es posible observarse a lo largo del estío, unas bellas floraciones blancas que salen de la misma arena de las dunas. Es la azucena de mar, que viene a poner una nota de color es una época en la que la escasez de precipitaciones acaban por agostar la otrora verde hierba de los campos. En la imagen, las azucenas embellecen Camposoto al atardecer, playa virgen, que se ha salvado de la especulación gracias a haber sido territorio militar y después, parte del parque natural Bahía de Cádiz. 

    • La Caleta, Cádiz. La playa más famosa y caribeña de la ciudad se encuentra rodeada de fortificaciones y castillos, algunos como el de Santa Catalina, el más cercano en la imagen, de finales del XVI, en el que el arquitecto Cristóbal de Rojas, toma modelos italianos con forma de estrella, y que después sería exportado a lo largo de todo América y Filipinas. Al fondo, el castillo de San Sebastián, con su faro metálico de 1.907, único en su estilo que todavía sigue funcionando. 

    • Tormenta desde la Loma del Puerco, Chiclana de la Frontera. A finales del agosto, el verano empieza a dejar respirar algo, y empiezan a llegar, algunas tormentas de verano, como la que vemos en la imagen, y que sirven de desahogo para los agostados campos. No obstante, nuestra provincia, al tener un clima mediterráneo meridional, no suele verse afectada por fenómenos tormentosos veraniegos como la gota fría, entre otras cosas también, por las frías aguas atlánticas, afectadas por la corriente fría de las Canarias. Las lluvias se suelen dar un sólo día o dos en agosto, para no volver hasta mediados de septiembre, también de forma aislada, y ya, no empezar a descargar hasta el mes de noviembre, mes oficial del comienzo de la época de lluvias. 

    • Olivar, Olvera. Aunque la imagen sea al cien por cien veraniega, y despida el calor cercano a los cuarenta grados que hizo aquel día, lo cierto es que en Andalucía el estío bien puede instalarse hasta finales de octubre, como vemos en esta foto sacada un día 28 del mencionado mes. Todavía no había caído una gota, y estrés hídrico se muestra patente en los campos, que como puede observarse, el único verde que domina, es el plateado de los olivares. 


  • Otoño. El otoño en nuestra tierra es realmente una pequeña continuación del verano, aunque algo más suavizado, y de humedad ambiental más pegajosa. Sólo a finales de noviembre suele haber un importante bajón de temperaturas, que anuncia la llegada inminente del invierno. En octubre las temperaturas rondan entre los 17º y 24º, mientras que en diciembre las mismas han descendido y se quedan entre 17º y 11º.
    • Convento de los Caños Santos, entre Alcalá del Valle y Olvera. Abandonado hace siglos, hoy es un centro cultural vinculado a la primera localidad. Magnífica obra manierista, tiene delante de su bella fachada un magnífico patio arbolado, que llegado el final del estío tiende éste, a embellecer el lugar con sus amarillentas hojas. Esta imagen contrasta con los siempre verdes olivares que le rodean. 

    • Parque de los Pinsapos, Zahara de la Sierra. De reciente creación, se trata de un pequeño jardín botánico en el que el protagonista es la mencionada conífera, abeto de carácter mediterráneo, acostumbrado a los estiajes, y que es la joya natural de la zona. Junto a él, le acompañan su formación natural en el medio rural, con arces y quejigos, que en otoño con las hojas rojas de los primeros, y amarillas de los segundos, dan un toque de color al parque. Aparte se pueden observar espectaculares madroños, así como mostajos y otros ejemplos arbustivos típicos de los bosques de montaña gaditanos. 

    • Puerto de Gáliz, Los Alcornocales. No todo es de coloración variada en el otoño gaditano, de hecho, los árboles de hoja caduca no son lo normal en nuestra tierra, al menos en el plano salvaje (excluyendo el ornamental de las poblaciones humanas). Los bosques de alcornoques del este gaditano son de los más extensos de Europa, y casi siempre se encuentran entre la niebla (especialmente en otoño), lo que da lugar a distintos sectores de vegetación lauroide, parecida a la de Canarias y otros sitios subtropicales. En otras zonas más secas, son los acebuches y los algarrobos los que dominan el paisaje. Por ello, aquí lo que dominan son los distintos matices de verde. 

    • Paseo en Arcos de la Frontera. Los plátanos de sombra son los árboles protagonistas de muchas ciudades españolas, y la que más colorido tienen en el otoño, gracias a sus amarillentas hojas. En Andalucía, los paseos de albero con ordenadas hileras de plátanos que marcan un camino, ofrecen una de las estampas más bellas de nuestras localidades, como en éste caso, en Arcos de la Frontera. 

 Como vemos en esta entrada, las posibilidades que ofrece nuestra tierra según la época que se visite permite obtener distintas experiencias y puntos de vista, en el que si corremos el riesgo de ver uno sólo, podemos caer equivocadamente, en una sola idea, basada en una única cara de una tierra que es muy variada, además, en lo climático. Así pues, le animo a visitarnos en distintas estaciones. Un saludo desde el sur. 

lunes, 17 de agosto de 2015

Sueños ferroviarios en Cádiz.

 Hoy día, desde las modernas y, muchas veces automáticas, estaciones y terminales de ferrocarriles, es difícil imaginar que nuestra provincia fue pionera en el intento de crear un linea ferroviaria en nuestro país. España, como en todo en la Revolución Industrial, llevaba retraso en la configuración de una red que uniera las principales urbes del país, y todo transporte, a mediados y finales del XIX, se hacía con medios tradicionales, como la diligencia. Otro hándicap era la escarpada orografía de nuestra nación, que dificultaba las obras, y subía desorbitadamente los presupuestos. Sin embargo, fueron ciudadanos ingleses, los que propusieron las primeras lineas de ferrocarril para España, en Andalucía Occidental, en el caso de Jerez de la Frontera hacia el puerto de Cádiz, para lograr exportar sus famosos vinos. Otro caso fue el de Riotinto a Huelva, también a su puerto, para lo mismo, aunque en este caso de carácter netamente industrial, y bastante más tardío. Sin embargo, el primero que vería la luz en la península sería el de Barcelona a Mataró, allá por 1.848; la de Jerez a Trocadero en un principio, y luego hacia Cádiz, sería de 1.854; Madrid 1.851, etc... Una burbuja ferroviaria, a nivel mundial (en EEUU o Gran Bretaña también se vivieron), que explotaría en 1.866, y daría al traste con muchos proyectos que se quedaron a medias. Sin embargo, el primer ferrocarril español, como curiosidad, fue el de La Habana a Güines en 1.837, cuando Cuba era aún española. 

 Hoy choca en nuestra mente, con el panorama actual, que nuestra tierra fuera de las pocas tierras industriales, burguesas, y con mentalidad más abierta a los cambios, a los nuevos aires de nuestro país. Sin embargo, la ciudad de Cádiz, y sus alrededores, eran un puerto muy importante, con conexión directa en barco, por ejemplo a localidades como Nueva York. Aunque muy mermada por la emancipación de muchas colonias americanas, aún era una de las ciudades más importantes de España, y siendo Jerez, uno de los centros vinateros más importantes del mundo, era cuestión de tiempo el trazado de un trayecto ferroviario. Que con el tiempo se configuraría como el actual. Sólo los más mayores recuerdan la desaparecida linea que unía Cádiz con Sanlúcar de Barrameda, y que desapareció por causa de su escasa rentabilidad (aunque hoy día con el turismo y la base naval, apuesto a que sería de las más rentables), y para los soñadores, quedó aquella de Cádiz a Algeciras, ni siquiera proyectada, o la de la Sierra, que no se llegó a usar. Queda, no obstante, un importante patrimonio ferroviario conservado, aunque muchos mutilados, y otros desaparecidos, por el paso del tiempo, y de las nuevas tecnologías. Ahí van unos ejemplos de arquitectura relacionada con el XIX o principios del XX ferroviarios; no estarán todos, y será un descripción generalizada, pero servirá de recuerdo y homenaje a toda una época:
  • Estación antigua de Cádiz: Una de las más antiguas de España, y una de las más olvidadas también, una joya de la arquitectura del hierro del XIX, inaugurada en 1.890, con la típica arquitectura ecléctica de la época, y una buena cubierta metálica de grandes proporciones con linterna incluida. A pesar de ser una estación terminal se encontraba abierta en su final, para acceso  al puerto de la ciudad. Dos edificios en forma de torres jalonan los laterales de la estación, que harían de vestíbulo, sala de espera y venta de billetes para los pasajeros, así como las habitaciones situadas en los laterales. Dos andenes exteriores completan el edificio. Aún no se sabe el uso futuro que tendrá, aunque se espera convertir en mercado gastronómico.


  • Estación de Jerez de la Frontera: Otra joya, esta vez del principios del XX, quedando incierta la fecha de inauguración, entre 1.928 y 1.930, vinculada a la exposición del 29 en Sevilla. Y aunque también se incluye autoría al arquitecto Aníbal González, autor también del Gallo Azul, no queda claro este respecto, aunque no obstante, la tradición, y la propia arquitectura, así lo atribuyen. El edificio es de estilo tipicamente regionalista andaluz, con mezcla de estilos neorenacentista y neomudéjar, recordando a muchas construcciones sevillanas de la época. Magnífica cubierta de hierro, el edificio del vestíbulo se sitúa en un lateral, ya que es una estación de paso y no terminal, y es de ladrillo rojo visto, adornado, profusamente, con azulejos que representan alegorías del progreso de España y Andalucía.



  • Depósito de aguas y locomotora en San Fernando: Solo un milagro puede explicar el que se haya salvado el mencionado depósito de aguas de la antigua estación de San Fernando, ya que con el soterramiento de la linea se arrasó con todo, incluido edificios tan singulares como el puente de La Casería, que prometieron reconstruir, y aún estamos esperando...El singular depósito es originario del XIX, y se encontraba al lado de la casa del guardabarreras, es de ladrillo visto, y estructura superior metálica. Cerca se encuentra la locomotora del XIX, que la Azucarera Jerezana donó a la ciudad, y que se conserva francamente bien, aunque en ocasiones aparezca llena de pintadas. 


  • Vía Verde de la Sierra: Arquitectura ferroviaria de un tren que nunca llegó a funcionar, entre Jerez y Almargen (Málaga), y con interés militar de proyectar una línea entre Cádiz y Cartagena. Era el típico proyecto de modernización del General Primo de Rivera, todo estaba a casi punto en 1.926, pero la crisis financiera, la posterior guerra, y la peor posguerra, acabó con todo proyecto casi a terminar, faltando de poner sólo las vías. Hoy nos queda puentes, túneles y estaciones de paso, correctamente restauradas en un ejemplar proyecto que se ha llevado ya, varios premios, algunos a nivel europeo.
Viaducto sobre el Guadalporcún, imagen de Wikipedia.
  • Estación antigua de Algeciras: Ignorada por muchos en un lateral de la nueva estación, y junto al aparcamiento se encuentra la antigua estación de la ciudad. Inaugurada en 1.890, era estación término de la linea Algeciras a Bobadilla, pero no obstante, se situaba en un lateral de las vías para facilitar el acceso de los ferrocarriles hacia el puerto. De aspecto sencillo, adornada con algunas lineas de azulejos, sigue la tradición arquitectónica andaluza.
Antigua estación, imagen de Diario Sur.
 Termino aquí con el corto listado ferroviario de nuestra provincia, una de las pioneras en la España del XIX, de tardía Revolución Industrial. Y casi siempre al amparo de proyectos financiados por británicos. No obstante, grandes obras al final, fueron proyectadas por ingenieros españoles, eso sí, siempre de ancho ibérico, algo más grueso que el europeo. Hoy día, con las lineas de alta velocidad, los cercanías y los regionales, las distancias se han acortado sensiblemente, y a nuestros antecesores, que para ir de Cádiz a San Fernando era una aventura de un día entero, el hecho de ir hoy a Sevilla en un día y volver, puede parecerles de locos, así como las tres horas y medias de comunicación con Madrid (en los ochenta todavía se iba en coche cama). Sin embargo, todas estas ventajas han demostrado las ciudades que han sido más sensibles con su patrimonio y cuales no: Jerez, Algeciras, las de la sierra y Cádiz merecen el aprobado, aunque el proyecto de la estación de la Tacita se estanque por culpa de un Adif que no se aclara en pares o nones; y las ciudades de San Fernando, Puerto Real y Puerto de Santa María, se llevan un claro suspenso por el arrasado gratuito y sin sentido de su patrimonio. En el caso de La Isla era explicable el soterramiento, no así el destrozo del puente y otros elementos. En el caso de los "Puertos" han destrozado dos estaciones tradicionales sin sentido ni mejora de lo que había, en Puerto Real era deseable el soterramiento, pero no era lógico el derribo de su antigua estación, que no se encontraba ni siquiera al paso de las nuevas vías; en el Puerto de Santa María, no ha habido soterramiento, sólo un derribo, para poner otro edificio sin personalidad ni grandilocuencia alguna, todo un desperdicio, y una pérdida de dinero y patrimonio. Un saludo desde el sur.