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domingo, 16 de octubre de 2011

Los puentes de Madison

   Decía el chiste, que un gaditano va dándose un paseo por la playa Victoria y se encuentra a Dios, y éste le ofrece un deseo, el paisano le comenta que quiere un puente que vaya dede Cádiz a Lanzarote, así que el Todopoderoso le responde que ese deseo es muy complicado, y que es mejor que pida otro; entonces el gadita le dice que quiere la fórmula para sacar al país de la crisis; Dios se queda un rato pensando y le contesta: ¿Como lo quieres colgante o de hormigón?. Éste chiste tan malo viene a cuento por dos cosas, aquellos que se creen dioses, la patronal (CEOE), tienen la fórmula secreta para sacar España a flote: quitar los puentes que hay entre los festivos. Y me pregunto yo: ¿Cómo vamos a salir los de Cádiz y San Fernando, si nos quitan el puente Suazo y el Carranza?, ahora que por fin en Cádiz se empieza a construir el segundo puente, llamado de la Pepa (o de la Mary, ya por poner nombres...) va a resultar que hay que tirarlo. Precisamente ahora, que el Vaporcito se ha hundido, como el resto de las industrias que ellos manejan. Por quitar, querrán quitar el puente del Tajo de Ronda, porque total, todos vamos a caer en un desfiladero que ellos han creado (no nosotros), o el acueducto de Segovia, que tiene el mismo tamaño que el da La Inmaculada. 

   Fuera ya de bromas, ya empiezo a estar harto de que la patronal se meta donde no les llaman, me parecen muy bien que defiendan los intereses de las empresas que ellos son incapaces de mantener a flote sin las subvenciones que todos les pagamos, incluidos los que tenemos que trabajar más y cobrar menos (según Díaz Ferrán) o quitarnos los puentes (según Joan Rosell). Siempre tienen una buena fórmula para sacar balones fuera, como dar ideas para quitarles privilegios a los funcionarios, que se los han ganado, con unas oposiciones, en las que no les han ayudado nadie, pues a diferencia de sus empresas, en la función pública no hay enchufes (salvo, diría en las locales), como ocurre, tanto en empresas privadas como en las públicas. Después de dar la murga con nuestros empleados públicos, nos toca ahora a todos, con los puentes. Menos mal que hay empresarios hosteleros que están en contra, pues ellos pierden un dinero que se ganan cuando los demás estamos de descanso. Tal vez crean que trabajar más horas por menos dinero sirva para activar la economía, y que ligar el salario a la productividad sea la panacea que nos saque de éste atolladero. Pero si en vez de mirar para Europa, miramos para Japón nos daremos cuenta de que eso es mentira, allí se tienen muy pocas horas de ocio, se duerme muchas veces donde se trabaja, y llevan teniendo una crisis de caballo desde hace diez años, ¿a que eso no lo cuenta el señor Rosell?. La baja productividad española viene, claramente, de una falta de identificación del empleado con su empresa, debido sobre todo a la alta tasa de temporalidad, precariedad en el trabajo, con sueldos paupérrimos y constantes pataditas en el orgullo personal, dando sobre todo a recordar, que si se despide al empleado experimentado y con trienios, es más rentable, pues con su mismo salario, se contratan a tres como él. Así pues, el funcionariado, que antes no atraía a nadie por sus mínimos sueldos, ahora es la panacea para todo el mundo, y si eso es así, es porque algo falla, ya que los funcionarios no cobran unos dinerales, precisamente. El ligar el sueldo a la productividad, está muy bien, siempre que sea Alemania o Suecia, o si se trabaja en el Ikea, pero esto es España, y aquí, a nadie le conviene reconocer que se ha ganado dinero, sino vean la cantidad de empresas que se han aprovechado de la crisis para echar a sus empleados y deslocalizar a la empresa (véase Visteón). Asimismo, si dentro de una empresa hay que repartir el dinero entre los más productivos, adivinen entre quienes van a parar, para los mismos de siempre, amigotes y lameculos del jefe. 

    Lo dicho, ya empiezo a estar harto de que patronal, sindicatos y partidos políticos reciban subvenciones por no hacer nada, y cargarles los muertos a otros. Sin que nadie responda aquí por sus errores, y dejándoles a la siguiente generación un erial en el que no se puede plantar ni una triste chumbera. Ya va siendo hora, de que cada uno arregle sus asuntos de una vez por todas, y con ellos, la de todos; y que nos dejen de decir que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, pues no somos los del pueblo, precisamente, quienes hemos ido al trabajo en coches oficiales, ni los que hemos desviado dinero para tener una generosa jubilación como en cierta caja gallega, ni cobrado dietas por ir de putas, . Un saludo desde el sur. 

¿Agobiado en el trabajo?, sonría, mañana puede ser peor (ley de Murphy).


martes, 6 de septiembre de 2011

La crisis explicada para tontos

   Se que hoy no es día de escribir, pero sino lo hacía reventaba. Escribir es algo así como ir a un bar, y desahogarse con el compadre de turno, sólo que el ordenador no te da la murga con la foto de su hija cuando está borracho. Seguro que si usted lee esto, es porque algo se habrá enterado de como están las Bolsas ultimamente; y tiene huevos la cosa, oiga, pues nos prohiben las de Carrefour y las del Corte Inglés, y no prohiben las que de verdad nos joden la vida, es decir, las bursátiles. Eso por no hablar de las asquerosas empresas de Rating que han engañado a medio mundo alabando bonos basuras, y después diciendo, oíga, yo que iba a saber. Han fomentado la cultura del dinero rápido, y ahora, que toca repartir porque la cosa está chunga, resulta que no, que lo que no es rentable es el Estado de Bienestar, que hay que trabajar más y cobrar menos, a decir del bocachanclas de la CEOE. Por supuesto también con el consentimiento de los sindicatos, que se preocupan de lo lógico en sus funciones: el estado de las autonomías, no vaya a ser que acaben todos sus enchufados en la calle cuando cierren las millones de empresas públicas y demás entes que no sirven para nada en éste país, y que desde luego, son de lo más productivas. Por supuesto, otra solución, es quitar el contrato fijo a los funcionarios (a decir por el de la CEOE), que son los que más culpa tienen de todo, mira que liarla jugando al solitario o mirando al facebook, en vez de admirar a las empresas de quienes mandan en la patronal, llenas de concursos de acreedores, o empleados que cobran 400 euros echando más horas que un chino, y aguantando carreta, que sino...te vas a la calle. Tampoco los políticos son culpables de ésto, que demonios, si se dedican a hacer el bien a toda la comunidad, dando de comer a los indigentes en sus sedes, en vez de gastarse nuestros impuestos en comilonas, prohibir chorradas, coches oficiales, lámparas que valen unos milloncejos de nada...y cosas así. Ellos se preguntan porque cada vez hay más abstención, si sólo proponen el repago, y digo bien, porque copago, es pagar a medias con alguien, y lo que se propone es pagar dos veces por un mismo servicio, oye, una idea cojonuda, que ya aplican los taxis de muchas ciudades. Y por supuesto, lo de subir los impuestos a los ricos ¿para que?, si todos tienen el dinero en Suiza, donde pueden piratearnos a gusto, pero eso sí, usted no compre en un top manta, o se descargue nada, que defrauda a hacienda, y entonces no podremos subvencionar a nuestros amigos. Y cuanto menos paguemos a los trabajadores por cuenta ajena mejor, que la culpa es suya por no ser productivos. Eso por no hablar del nuevo contrato único a proponer, donde usted puede ir a la calle en cualquier momento, y evidentemente, negocia directamente con el empleador, que llanamente le va a decir: 200 euros por ocho horas de lunes a sábado, lo toma o lo deja, que detrás hay muchos como usted. Y por supuesto, la culpa es de todos ustedes, quienes les mandan comprarse una casa a 30 años vista de hipoteca con lo baratos que son los alquileres, unos 500 euritos de nada.
     Pronto volveremos, a este paso, a las cartillas de racionamiento, a las fábricas exclavistas del XIX, a las perdidas de derechos en definitiva, aquellos que creíamos que íbamos a saborear una vez instaurada la democracia, pero que resulta, que pasamos de la dictadura de Franco a la Moody's. Y éste, encima, tiene la mano más larga que el otro, que ya es decir. Y después, si la sangre llega al río, es que en España somos unos vagos acostumbrados a la cultura de la subvención. Pero sonrían, porque como dice Murphy, mañana puede ser peor. Perdonen las molestias, pero hoy me han pagado (una mierda), y estoy de mala ostia. Un saludo desde el sur.