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domingo, 3 de agosto de 2014

Crisis económicas de la historia. Parte V.

  En esta semana tan convulsa para la economía mundial con el default argentino, vamos a explicar en la última entrada las crisis habidas en el cambio de siglo, entre el XX y el XXI, donde ha habidos eventos económicos importantes, con una relajación general de las normas, un barro, que nos ha traído estos lodos, que ahora estamos sufriendo. Sin más continuo, donde me quedé:
  • El efecto Tequila. Año 1994.
 La gran crisis de los países emergentes llegó a mediados de los años 90, un periodo, en el que España, tampoco logró zafarse de la recesión, con cambio de gobierno incluido, tras más de una década de poder socialista. Sin embargo, la primera pieza que cayó en esta crisis fue México, de ahí su nombre. Y fue debido a una chispa que detonó el pánico entre los inversores en el país azteca. Antes dicha nación venía arrastrando un déficit superior al 7%, debido a los excesos y la corrupción política existente. Para colmo de males, el presidente Carlos Salinas de Gortari, siguió aumentando el gasto para ganar puntos en el periodo electoral en el que se encontraba inmerso, emitiendo los llamados Tesobonos, deuda pública valorada en dólares. La chispa que encendió la mecha, fue la imagen de la guerrilla zapatista de Chiapas, que deba la puntilla a la imagen internacional de México, las divisas huían del país, y la devaluación del peso, sólo logró que hubiera mayor fuga de capitales. Todo Latinoamérica cayó, y los mismos capitales huyeron a Asia (China, Tailandia, Indonesia...), donde se estaban gestando los llamados Tigres Asiáticos, que pasaron a ser el centro industrial del mundo globalizado. Sin embargo, la crisis japonesa, terminó por arrastrar también a la economía asiática. Por culpa del Magnate George Soros (quien tumbó años antes a la libra inglesa),  que lanzó un ataque contra el baht tailandés, junto con otros especuladores, logró que los inversores huyeran de la zona, atacando posteriormente, Malasia y Hong Kong entre otros, los cuales llegaron a tumbar. El contagio siguió con Rusia, que habiendo entrado en la órbita capitalista, logró en poco tiempo declararse en quiebra. Y de la nación eslava, se trasladó la crisis a Brasil, cuyo país sufría una enorme deuda, espantando también a todo el capital financiero. Teniendo que devaluar dicha nación el real un 30%, para terminar de hundir su economía. Creando lo que sería el Efecto Samba, que contagiaría a todos los países del entorno, y crearía otra crisis que ha pasado a la historia: la del Corralito argentino.

  • La Burbuja de Internet. Año 2000.
 La también llamada crisis puntocom, fue la primera relacionada con la era digital. Al igual que con el ferrocarril o los aviones, una nueva tecnología venía para generar una locura de empresas y acciones que se crearon como hongos. En cambio, con internet, no hacía falta grandes inversiones para entrar en el mercado, ni autorizaciones públicas, pues todavía se encontraban en un vacío legal. La avalancha de empresas puntocom eran tal, que se creó para ellas, un mercado financiero propio: el Nasdaq, cuyo índice nos indica aún el valor de empresas como Google o Microsoft. Pero con ello, se creo una burbuja imparable. Debido a lo intangente de sus bienes, las empresas tecnológicas, como Amazon, multiplicaban sus cotizaciones, aunque sus pérdidas fueran cuantiosas. Además, el acceso, vía internet, de los parqués, hacían que cualquiera pudiera ser bróker. Sin embargo, no hubo un estallido radical, sino como en Japón, una suave bajada, desde el 10 de marzo del 2.000, hasta el 9 de octubre del 2.002, donde el Nasdaq perdió un 78% de su valor. No obstante, dicha crisis, pese a ser global, no hubo contagio al resto de economías.

  • El Corralito Argentino. Año 2001.
 Desgraciadamente para nuestros hermanos argentinos, tan de actualidad por su nueva quiebra, viene al pelo dicho punto, que particularmente, he decidido separar del Efecto Tequila y el Efecto Samba. Aunque vinieran encadenadas una detrás de otra, la quiebra argentina fue lo suficientemente importante como para incluirla dentro en un punto aparte, así como por el potencial económico de dicha nación. En un principio Argentina superó sin problemas de la crisis en su primera parte, pero el efecto boomerang que significó el Efecto Samba contagió de manera mortal a la economía platense. Sucesivos gobiernos dispararon el gasto debido a su corrupción, y a una salvaje privatización de empresas públicas. Otra nefasta medida fue la de ligar su moneda al dólar, lo que dio un escaso margen de maniobra cuando la crisis llamó a las puertas argentinas. La única solución posible, en pleno default, fue la del bloqueo de ahorros de los banco, limitando la retirada de efectivo hasta un límite de 250 pesos por ciudadano y semana. Eso empobreció a la población, debido al cambio constante de precios en productos básicos. Con ello se pretendía frenar la fuga de capitales. Y daría lugar a un nuevo nombre a dicho bloqueo: el Corralito. En nuestras retinas, quedarán grabadas para siempre, las famosas caceroladas, protestas y manifestaciones en las puertas de los bancos.  Asimismo, tanto Uruguay como Chile, se vieron contagiadas, aunque no con la dimensión de Argentina, y bastante más la primera, que la nación andina.

  • El Crash de 2.008 y la Gran Recesión.
 Aunque esté de actualidad, lo voy a incluir dentro de un contexto histórico, porque está claro que está crisis pasará a los anales de la historia como una de las peores en el contexto mundial (sino la peor, porque aún no se sabe como va a acabar). No obstante, para comprender el porqué de esta situación hay trasladarse al 11 de septiembre del 2.001, cuando los famosos atentados de Nueva York, Washington y Pensilvania, perpetrados por Al Qaeda. EEUU, se vio tocado a nivel económico como no lo había estado nunca, pues jamás la nación norteamericana sufrió los efectos de una guerra (que no sea civil) en su suelo. El gobierno Bush, para frenar la caída de consumo, decidió bajar los tipos de interés y desregular el mercado para estimularlo. Para colmo de males, al otro lado del Atlántico, nació el Euro, y la entrada de muchos países en la moneda única significó, entre otras cosas, un aumento significativo de la inflación en muchas naciones, pues se tomó como referencia el marco alemán, que se era superior al resto de monedas. Además, muchos empresarios (y no empresarios), se vieron forzados a lavar dinero negro, que tenían guardados en su antigua moneda, para no perder así, lo ahorrado. Con ello se creó una burbuja inmobiliaria, pues era el mercado donde era más fácil lavar el dinero. Había todos los ingredientes para una nueva burbuja de proporciones catastróficas. Nació en este periodo en EEUU, las hipotecas basura, que se concedían a personas de todo tipo, muchas sin ingresos, las cuales, los mismos bancos sabían que no iban a devolver. Los bancos para salvar los balances negativos vendían paquetes de acciones donde habían hipotecas buenas mezcladas con las malas, al resto del mundo. Las mismas agencias de calificación, que hoy día pueden arruinar a una nación, no supieron ver el peligro que representaban estas acciones. Pero si la cosa aún revestía algún riesgo, se inventaron, en el colmo de la desvergüenza, unos seguros que cubrían el riesgo de impago. Todo empezó a frenarse en 2.006, cuando el gobierno Bush decide elevar los tipos de interés para frenar la subida de la inflación, empezando a caer los eslabones más débiles. Ya los rumores de bancos arruinados en Wall Street empezaron a circular, y los primeros brotes de pánico cayeron. Empezaron a saberse de entidades que eran rescatadas, hasta llegar a Lehman Brother, de 158 años de existencia, y que Bush, en plenas elecciones, dejó caer como castigo en septiembre de 2.008. Fue el error que hizo que las bolsas de todo el mundo se desplomaran. Casi todos los bancos del mundo tenían hipotecas basura en el haber de sus cuentas. Los bancos centrales del mundo prepararon un plan coordinado, y en casi todos los países se tomaron medidas para sofocar la crisis, menos en España, que pagaría por ello, unas consecuencias bastante graves, y que arrastraría, además, otra vez, a medio mundo al borde del abismo. Ahora, habría dos modelos para intentar salvar la crisis:

    • El anglosajón, aplicado en EEUU y Reino Unido, aplicando políticas de Keynes de estímulos económicos y gastos públicos, con el enorme riesgo de que la deuda pública de dichos países se encuentran por encima del 100% de su PIB. Y además, se corre el riesgo, aún no demostrado del todo, de una nueva burbuja inmobiliaria, por parte de la nación británica.
    • El llamado austericidio europeo, que apuesta por una austeridad y un control de gastos, excesivos en tan corto espacio de tiempo. Y que ha llevado a naciones como Grecia a la ruina absoluta a causa de la caída en picado del consumo. Fue peor el remedio que la enfermedad. Y todo viene por el miedo alemán por la hiperinflación (ver misma entrada en parte III). La nación germana se encontraba con sus bancos salpicados por las subprimes estadounidenses y por los bonos de deuda griegos. El riesgo de que el euro desapareciera se hizo patente, y se tuvo que acudir al rescate de varios países: Grecia, Irlanda, Portugal y Chipre. Además del sistema bancario español, malamente supervisado por el Banco Central de España. Asimismo el BCE, es un títere en manos de un gobierno alemán, que se ha dirigido en árbitro del contexto económico europeo. Los ajustes tan severos en los países del sur, corren el riesgo de "japonización" de la crisis, un eterno estado comatoso de la economía.
 Por si fuera poco, hay voces que alertan del posible estallido de dos nuevas burbujas, una primera, mencionada en el primer punto, británica, y muy dependiente del dinero ruso, que puede retirarse masivamente del país si prosigue el conflicto ucraniano. Y una segunda, inmobiliaria también, y bestial, en China, que Dios sabe como podría afectar a la economía mundial.

  •  Las trece quiebras de España.
 Ya para terminar, y como curiosidad, a consecuencia de lo ocurrido esta semana en Argentina. Les enumeraré las trece quiebras de la nación española. Con una media de una bancarrota por cada 50 años (dos por cada siglo). Hay que decir que nosotros fuimos el primer país de la historia en declararnos en Bancarrota, con Felipe II, en 1.557, y le siguió otra en 1.576. Con Felipe III, en 1.607. Con Felipe IV, hubo cuatro más, 1.627, 1.647, 1.652 y 1.662. Con Carlos II, el último Austria, hubo otra en 1.666. Se produjeron otras con Fernando VII, e Isabel II. Siendo la última, la de 1.939, posterior a la Guerra Civil.































      lunes, 28 de julio de 2014

      Crisis económicas de la historia. Parte IV.

       Seguimos con la cuarta entrega de grandes crisis económicas de la historia. Son tantas, que he debido seleccionar, y resumir, en demasía, la historia de las mismas. Y verme obligado a hacer varias entradas continuadas con el fin de no hacer una interminable. Ahí van las de finales del siglo XX:

      • Crisis del Petróleo. Año 1.973.
        Hemos visto a lo largo de estas entradas, como la creación de una crisis está sujeta a factores humanos que interactúan involuntariamente en la mayoría de los casos, pues que suele caer en la avaricia que rompe el saco. No obstante, también he comentado como ha habido otras crisis en las que hay un factor claramente voluntario, es el caso de ésta crisis que se deriva en el 73, y sin casi aviso previo; por causa de un conflicto regional en Oriente Medio, entre Israel y el resto de naciones de la zona en la Guerra del Yom Kipur, que enfrentaba a la nación hebrea con las restantes árabes, especialmente Egipto y Siria. Con claro apoyo de los países occidentales a Israel, especialmente EEUU, y por el lado musulmán, con la URSS. Era por tanto, y pese a lo conflictivo de la zona, otro pulso más entre bloques de la Guerra Fría. Por ello, los países de la OPEP, la agrupación de países exportadores de petróleo, con mayoría de países árabes, decidió hacer un embargo de crudo a occidente como castigo. Los efectos se dejaron notar en una subida notable de la inflación, y que el gobierno norteamericano para parar las subida de precios, no le quedó más remedio que una política de control de los mismos, con racionamientos de gasolina, entre otras medidas. Todo occidente se vio afectado en una crisis que duró hasta principios de los años ochenta. Y empezaron a aplicarse medidas comunes hoy día, como por ejemplo, el estudio aerodinámico de los vehículos y una mejora de los motores con menor potencia, en detrimento de los grandes, en bruto, que significaban anteriormente un coche veloz. También se empezaba a eliminar la tracción trasera por la delantera. Otra medida principal, es el nacimiento de los horarios de invierno y de verano para racionalizar.





      • El Lunes Negro de la Bolsa. Año 1.987.
        Cuando ya todo parecía recuperado de la anterior crisis, y sin motivo aparente alguno, y en lo que iba a ser un día más en las bolsas bursátiles normales, se produce, contra todo pronóstico, un día negro en ellas. Empezando por la de Hong Kong. Para hacerse a la idea de la debacle, hay varios ejemplos: el Down Jones de Nueva York cayó un 22,6% en una sola sesión, las pérdidas fueron equivalentes a la mitad del PIB actual de España. Hong Kong, precisamente, perdió un 45,8%, Australia un 41,8%, Nueva Zelanda un 60% (¡?), España un 31%, o el Reino Unido un 26,4%. Entre otros. Piénsese, que esas caídas en lo valores, sólo encuentran parangón en las mayores crisis, y en varias sesiones. Por ello, la mayoría de analistas no dudan en calificar a éste día como el mayor crack bursátil de la historia. Aún hoy día no hay clara conclusión del porqué de lo sucedido, solamente, la Comisión Brady, de investigación del asunto, acertó a relacionar a la entrada de una incipiente informática, la cual desbordó con la velocidad de sus operaciones a los brokers. Otros economistas echan la culpa a una vuelta euforia especulativa, a causa, como no, de una vuelta a la desregulación de los mercados. Por ejemplo, de aquella época, provienen los bonos basura. Sin embargo, el final fue mejor que el actual, y las políticas económicas más acertadas.

      • El estancamiento de Japón. Año 1.989.
       El milagro japonés de la posguerra llegaba a su fin en el mencionado año, atrás quedaron los tiempos en el que los vehículos y la tecnología nipona invadía los mercados americanos y europeos. Habían llegado nuevos países asiáticos como competencia, y venían para quedarse: Corea y Taiwán (China y el sudeste aún tardaría en subirse a la industrialización). El país del sol naciente adoptó tras la II Guerra Mundial un capitalismo propio, con un sello pseudofeudal, donde el vasallaje y la fidelidad de por vida a la empresa era cuestión de honor y orgullo. Asimismo, la propia compañía, te garantizaba un puesto de trabajo fijo, y una serie de concesiones y derechos para el trabajador. Era un país donde los horarios, y días laborables eran excesivos, con mínimo tiempo de ocio. Pero a cambio, en los años 80, los japoneses eran los nuevos ricos del mundo, y su país la locomotora económica. Era común ver turistas derrochando a lo largo del mundo, o sus multinacionales comprando edificios señeros en las grandes ciudades occidentales (¿no les suena a la China actual?). Sin embargo, en el interior del país, la burbuja inmobiliaria y bursátil se estaban gestando, la cantidad de créditos concedidos eran exagerados, y el Banco de Japón bajó en reiteradas ocasiones los tipos de interés. Los precios de las casas subieron exponencialmente y existían las llamadas Hipotecas de las tres generaciones, que terminaban de pagar los nietos de los tomadores. La corrupción se volvió galopante, y las empresas que más cotizaban en bolsas recibían más créditos. Tras marcar un máximo histórico el 25 de diciembre del 89, el Nikkei japonés empezaría a desinflarse. La apertura a capitales internacionales (antes vetada) fue el principio del fin. Las empresas niponas vieron que podían desligar su dinero de su banco central, y captarlo en el mercado mundial. Una exagerada subida de los tipos de interés vino a confirmar la crisis, sin embargo a diferencia de las occidentales, la burbuja japonesa no estalló, sino que se desinfló poco a poco. Luego llegó el declive inmobiliario. Y las autoridades no reaccionaron a tiempo, ni bien, pues ya que los bancos al depender de las entidades financieras tuvieron que cortar el crédito. La fuga de capitales estaba asegurada. Desde entonces las medidas realizadas por los distintos gobiernos han sido un fracaso hasta hoy día, que aún continúa en una economía comatosa, que sólo en el 2.014 ha empezado a levantarse algo. Muchas de estas medidas las han copiado los últimos gobiernos españoles...(¡?). Mientras, en Japón se hizo presente un fenómeno hasta entonces desconocido: el desempleo.


      • La Perestroika. Año 1.989.
        No todas las crisis pertenecen al sistema capitalista. También la economía planificada ha sufrido muchos golpes a lo largo de su vida, como es el caso de la famosa hambruna de Ucrania en el gobierno de Stalin, llamada Holomodor. Pero sin duda, la peor de todas, y la que vino a cambiar toda la geopolítica actual, y marcar el fin del periodo de los grandes bloques, fue la llamada Perestroika. Aunque en un principio, el nombre marcado era una serie de reformas creadas por Gorbachov para mantener, paradójicamente, al sistema socialista, lo cierto es que logró, precisamente, lo contrario. La principal medida fue la de subir los salarios, lo que creó una necesidad de subvención a las empresas, y el empeoramiento del tesoro público. Se crearon otras medidas como la liberación de precios, hubo una distribución irregular de las riquezas, creando oligarquías, complicando la creación de la clase media que hubiera venido a enriquecer el PIB, y mantuvo un bajo interés del dinero. Estas políticas económicas, entre otras, muy agresivas entre los soviets más tradicionales, logran crear una inestabilidad que se traduce en el intento de golpe de estado de 1.991, donde dimite Gorbachov. Y con él, se independizan múltiples repúblicas, por lo que se disuelve la URSS. A partir de entonces, Yeltsin toma el mando y se proclama presidente de la nueva Federación Rusa, ya sin comunismo. Toda Europa del este, abrazaría el capitalismo, y se acercarían a la UE; como asimismo, se crearía un largo conflicto en las naciones balcánicas.


      jueves, 24 de julio de 2014

      Crisis económicas de la historia. Parte III.

       Seguimos con la tercera entrega de grandes crisis mundiales, y sus consecuencias. Tocamos hoy, el siglo XIX, y el principio del XX.  Seguiremos ya, en la siguiente, con las crisis sucedidas a finales del XX . Ahí van:
      • El Boom del Ferrocarril. Año 1847.
       Al igual que en nuestra época, las nuevas tecnologías suponen una burbuja en el mercado cuando su éxito es, realmente, rápido y favorable. Eso mismo pasó con el ferrocarril, verdadera joya, al barco de vapor, de la Revolución Industrial. No había empresa,ciudad, o gobierno, que no quisiera incorporar el ferrocarril para viajeros para su mayor gloria. Era una época de bonanza general, y para 1.845, las acciones de las compañías ferroviarias se encontraban al 500% de beneficios, totalmente sobrevaloradas. Como ejemplo, había proyectos que no se habían empezado si quiera, y otros que atravesaban lugares desiertos (¿les suena?); y en Irlanda se habían proyectado más de cien lineas. Las contabilidades estaban amañadas en las distintas compañías, por cierto, administradas siempre por los mismos. En 1.847, un suicidio en Hyde Park encendió todas las alarmas, pues en sus bolsillos se encontraron documentos relacionados con lo hablado. La subida de las tasas de interés al 3%, destrozaba a los inversores más endeudados, que vendieron todas las acciones, y acabaron arruinando bancos como el de Liverpool. Los banqueros protestaron ante Downing Street, para exigir la suspensión de la ley bancaria. En España, por ejemplo, la burbuja llegó más tarde, entre 1.856 y 1.866, pues también el dinero de los créditos bancarios tenían su origen en las islas británicas.


      • Crisis económica de Chile. Año 1.876. 
       No todas las grandes crisis proceden de Europa, que también vivió su propio infierno en éste mismo año con la guerra Franco-prusiana. Sin embargo, en Chile, el país que optó por una economía librecambista, dictaminó una Ley de Bancos, que permitía emitir papel moneda sin control estatal, lo que elevaba al 150% el superávit de las reservas chilenas, sin estar respaldados por moneda alguna. Lo que hizo que el precio del dinero y los préstamos perdieran mucho valor. Los segundos, se hacían de hasta un mes, y sin cobrar intereses. Luego vinieron la congelación de salarios de los empleados públicos, y el menor gasto público. La crisis se contagia a otros países del entorno, como Argentina, que debía reparaciones de guerra a distintos países, y dependía totalmente, de Inglaterra para la exportación de sus productos. Sólo la Guerra del Pacífico, con la victoria de Chile sobre Perú y Bolivia solucionaría, parcialmente, la situación.


      • Hiperinflación de la República de Weimar. Año 1.923.
       Las reparaciones de guerra que Alemania tuvo que hacer a las potencias aliadas, tras la I Guerra Mundial, eran del todo abusivas, y lejanas a la realidad. El banco alemán se vio obligado, por las urgentes reparaciones, a emitir un exceso de papel moneda sin respaldo en oro. Como la nación alemana no podía hacer frente a esos pagos en dinero, no tuvo más remedio que admitir la rapiña entre sus recursos, como pasó con la ocupación francesa en la cuenca del Ruhr. Mientras tanto, la vida se hacía difícil entre la ciudadanía germana, en la que los ahorradores perdían todo su dinero a causa de la pérdida de valor del dinero. Asimismo, aquellos que cobraban en nómina, vieron como cobraban los sueldos, no al mes, sino incluso al día, y que llevaban a casa en carretilla, debido a la cantidad de billetes. Los cuales, se utilizaban para empapelar paredes o como carbón, pues los servicios básicos y los alimentos variaban constantemente de precio, incluso a lo largo de días o semanas, y solían ser más caros que el propio dinero. El fin de la crisis se da en noviembre de 1.923, cuando se crea una nueva moneda: la Reichmark, de valor fijo, que supuso el fin de los billetes. Sin embargo, la crisis dejó profundas cicatrices en la ciudadanía, entre las que se incluye, el meteórico ascenso del nazismo una década después, cuando la Gran Depresión procedente del Crack del 29 diera la puntilla a la República de Weimar.


      • El Crack del 29 y la Gran Depresión. 
       La madre de todas las crisis, y la más famosa de la historia, tal vez sea la peor, hasta ahora, que ha sufrido el sistema capitalista. La imagen de los suicidios desde los rascacielos newyorkinos ha sido la más marcada en nuestras retinas, sin embargo, hay más de leyenda urbana que de realidad. Ha sido la más devastadora caída de la Bolsa bursátil de Nueva York, pues el Down Jones llegó a caer a valores del siglo anterior en un mes (octubre del 29),y no los recuperaría hasta los años cincuenta. Anteriormente, como en toda burbuja, la ciudadanía, y los inversores cayeron en una euforia desmesurada de créditos. Los bancos pedían dinero a la Reserva Federal por la que pagaban barato, y los invertían en la compra de acciones, por las que obtenían una alta rentabilidad. No obstante, una vez más, las burbuja vino a causa de los grandes inventos de la época: el automóvil, los aviones y la radio. Aunque en esta ocasión el estado y la Reserva Federal intentaron frenar a la banca, en aquel entonces, como ahora, estalló otra burbuja inmobiliaria en, como no, el estado de Florida, donde se daba con abundancia la dación en pago (devolver las llaves del hogar al banco para desvincularse de la hipoteca), a causa de la incapacidad de hacer frente a las hipotecas. Y como los sueldos estaban estancados, los trabajadores solían abusar de los créditos. En tiendas, almacenes industriales y en el campo, cada vez habían más excedentes, que se acumulaban sin vender. Herbert Hoover, Secretario de Comercio, advirtió a los banqueros del desastre que se avecinaba para que empezaran a tomar medidas, a lo que respondieron que cualquier movimiento en falso provocaría el pánico entre las masas. Pero eso sí, guardaron sus fortunas a buen recaudo. Para cuando se produjo el Crack, en octubre del 29, los accionistas intentaron vender todas sus acciones, y los ahorradores intentaron sacar el dinero de los bancos. La fuga de capitales desestabilizó a todos los bancos centrales del mundo. Con la crisis, desaparecieron 10.000 bancos y un tercio de las empresas financieras americanas. Con el grifo del crédito cerrado, el consumo cayó en seco, dándose la mayor contracción del comercio mundial en la historia. Gran Bretaña abandonó el patrón oro en el 31, junto con 21 países más. La destrucción de puestos de trabajo se cebó en países como EEUU o Alemanía, con datos similares a los que hay hoy en España. 















    • domingo, 29 de junio de 2014

      Crisis económicas de la historia. Parte I.

       Después del mal Mundial de España, es momento de meter el dedo en la llaga, y recordar que estamos en crisis. Pero a pesar de la dureza, y sobre todo, de lo alargado de la tortura que venimos sufriendo; hay que decir, que ésta, no es la primera, ni será la última crisis, con sus respectivas burbujas. Y de hecho, ni siquiera ha sido la peor, aunque casi. Todo sistema, no solo el capitalista, tiende a tener crisis cíclicas: las ha tenido el Imperio de los Césares de Roma, los reinos feudales, y los absolutistas, también las naciones comunistas, los grandes imperios centrales, o los imperios coloniales. La diferencia entre unas y otras, es la capacidad de recibir los envites de las distintas crisis sin verse demasiado mermadas. Se han visto, naciones y economías, que han prosperado de manera espectacular, pero que a la primera crisis caían como un sistema de naipes. Y otras que siempre han tendido de un hilo, y se han ido recuperando, o salvándose in extremis. No obstante, toda crisis conlleva a un movimiento, cual seismo, de fronteras, formas de vida y economías. Incluso de poderes militares. Sin más preámbulos, ahí enumero, de forma muy resumida, y en varias entradas, las crisis económicas más famosas, y las más globales, de la historia. 

      • La Invasión de los Pueblos del Mar. Año 1.200 a.c.
       En todos los periodos históricos hay civilizaciones que irrumpen conquistando, de forma repentina, toda nación que les rodea, y que eran, en teoría, más antiguas, más sólidas y mejor armadas. Sin embargo, pocas civilizaciones tan extrañas como la de los Pueblos del Mar, de los que casi nada se sabe, ni siquiera, su procedencia. Pero salvo, las invasiones árabes, la de los hunos o la de los mongoles, pocas han cambiado tanto, la faz del mundo que les rodeaba. De hecho, casi todos los historiadores coinciden en que su irrupción fue un desastre, creando una época oscura. Grecia fue arrasada, salvo la Acrópolis ateniense, la cultura micénica desapareció. Asia Menor no quedó mejor, Ugarit o Tarso cayeron, y fue el fin del Imperio Hitita, que por aquel entonces, le hacia frente al reino de los faraones. Egipto, asimismo, perdió todo territorio de Asia Menor, que nunca volvió a recuperar. Tan solo las ciudades fenicias de Biblos y Sidón se salvaron de la quema, pues la propia Tiro sucumbió.


      • La Crisis del Siglo III. 
       También llamado el periodo de Crisis Imperial, o de Anarquía Militar, es una de las primeras crisis globales que entran dentro de una decadencia económica. Y afectó, sobra decirlo, a un Imperio Romano, que venía disfrutando de su mayor esplendor con la Pax Romana existente en los dos siglos anteriores. Aunque fueron constante los golpes estado, y se sufrieron las primeras razzias bárbaras, solo se venía a certificar la caída de un régimen imperante durante varios siglos. Sin embargo, la falta de conquistas, cuyo freno se puso en el siglo anterior, con el emperador Adriano, supuso el principio del fin de una economía, puramente, colonial, y el fin de materias primas, y de mano de obra baratas. Básicas para la economía de Roma. La ciudadanía se fue acomodando, y fue viviendo, cada vez más de las rentas, y creció de forma importante un segmento de población cada vez menos productiva. Se dio en el siglo III una hiperinflación, a causa de las constantes devaluaciones de la moneda. Siendo eso un enorme problema en un periodo en el que aún, no existía el papel moneda, y todo dependía del valor del metal de la moneda. La corrupción de todos los estamentos, y los sobornos, harían el resto. Era el principio del fin del imperio, que sería arrasado en su zona occidental por los bárbaros en los dos siglos posteriores. Desapareciendo toda economía, y volviendo en muchas ocasiones, al trueque.


      • Crisis de los siglos VIII al X.
       Entre los libros de historia, es muy común etiquetar al periodo justo después de la caída del Imperio Romano de Occidente, como un periodo oscuro. Sin embargo, todo es pura generalización, hubo un renacer de la cultura que se dio en el reino franco, tanto en el periodo Carolingio, como Merovingio, teniendo a Carlomagno, como su principal monarca y valedor, creador además, de un régimen que duraría aún varios siglos: el sistema feudal. Sin embargo, lo creado por éste último monarca caería como un castillo de naipes. Por un lado la división del imperio por herencia entre sus dos hijos, creando lo que hoy es Francia y Alemania. Y por otro, la vampirización que el sistema feudal estaba sometiendo a los reinos centralizados era letal para el poder de todo monarca que se vio obligado a negociar y a concertar con sus nobles feudales, para entrar en guerras u otros asuntos de estado. Pero lo peor llegó con la llamada Segundas Invasiones Barbaras:
        • Siendo la primera la musulmana, que barrería en el siglo VIII, imperios tan tradicionales como el persa, o amputaría grandes territorios al bizantino. El reino hispánico visigodo desaparecería por completo. 
        • La segunda oleada en el siglo IX, sería la invasión de los Magiares en centroeuropa. 
        • Y la tercera y última, la de los vikingos o normandos, con tres ramas: una sueca, que invadió rusia. Otra Danesa, que invadió sobre todo las islas británicas, y una noruega, que ocuparon Irlanda. Pero también ocuparon el sur de Italia, y parte de Francia, entre otros territorios. 
        La economía se resintió, pues volvió a ser insegura durante estos tres siglos. A ello, se le sumaría otra catástrofe, que sería, la extendida creencia del fin de los tiempos en el año 1.000, donde se daría lugar a mucha especulación y fraudes, a cuenta de los crédulos que vendieron sus bienes a precio de ganga, para liberar su alma de todo pecado. 


      • Crisis del siglo XIV.
       Es esta una crisis, mucho más que económica, pues afectó a todo estamento, y a toda parte del sistema. Es incluso una crisis demográfica. Tras el periodo de esplendor del siglo XIII, donde nace el gran periodo de las catedrales, convergen como una tormenta perfecta varios factores que acabaron con la propia Edad Media:
        1. Crisis climática. La época de los Veranos Podridos. Un periodo de enorme pluviosidad, incluso en verano, acompañado de inviernos muy fríos, que hicieron tierras poco cultivables.
        2. Agotamiento de las distintas minas centroeuropeas.
        3. Crisis demográfica. La principal de todas, pues fue en éste siglo, la aparición, violenta, de una nueva enfermedad, nacida para arrasar poblaciones: la Peste Negra o Bubónica. Que se llevó en sus distintas oleadas, que tendían a ser cíclicas, unos 25 millones de europeos. Es decir, un tercio de su población, o entre un 30 % o un 60 %, según fuentes y lugares. Una de las consecuencias de las distintas epidemias, fue la muerte de religiosos y creyentes, que vieron como Dios no les protegía, por lo que la pérdida de poder de la Iglesia como estamento, y de fe en la religión, fue importante en un periodo en el que toda la población creía sin condiciones en las distintas facciones cristianas (católicas u ortodoxas). 
        4.  La Guerra de los Cien Años, interminable como su nombre indica, y desestabilizadora al extremo en la zona occidental europea. Pues aparte de Francia e Inglaterra, se vieron involucrados los reinos ibéricos, donde en la propia península iba a discurrir parte de la contienda, así como otros estados, como Flandes. 
        5. Un cambio en la economía, pues el florecimiento de la cultura urbana dio lugar al crecimiento de la burguesía, que empezaba a tener más riqueza, y poder, en algunos sectores, que la vieja nobleza. Se empezaron a crear distintos Gremios, que venían a concentrar a los artesanos de un mismo sector. Desaparecía también el régimen de vasallaje, por lo que el señor feudal pierde influencia a favor de los distintos reyes.

       Para no hacer una entrada demasiado larga, continuo la semana que viene con otra entrada, relativa al periodo moderno de nuestra historia, donde hubo otras grandes crisis que cambiaron el rumbo del mundo. Aquí ya veremos como dichas crisis ya empiezan a parecerse más a las nuestras, y se empiezan a hablar de términos similares a los actuales, como es el caso de la burbuja, inflación y demás.







      miércoles, 25 de enero de 2012

      Peras al olmo (La crisis que nos viene)

        El mundo se prepara para su particular cataclismo en 2.012, ya sea por culpa de los mayas, que dicho sea de paso, no tenían ni idea de la que iban a liar con su calendario; y por el otro apocalipsis anunciado, el económico, más contracción, más sacrificios, y más congelación de salarios. Y digo bien, pues la ridícula subida que han acordado patronatos y sindical da, realmente, vergüenza, ajena y propia, si me apura. Ya estoy hasta la coronilla, por no decir otra cosa, de que nos vendan una moto que no anda. De que repitan, una y otra vez, que estamos mejor que hace treinta años, y que la democracia sólo ha traído bendiciones. Bien sabe Dios que no quiero una dictadura, pero de Franco todos sabían que era un sátrapa. Pero ahora no, en teoría somos libres, pero sólo en teoría, el neoliberalismo nos ha colado, como el que no quiere la cosa, una dictadura, en la que encima tienes que sonreir, porque oye, eres libre. Y pregunto: ¿libre de que?, ¿de que las empresas nos exploten?, ¿de que los bancos jueguen a ser Dios con el dinero que hemos depositado, y que es nuestro?. No se engañen, bajo la "maravillosa" palabra liberal, nos quieren vender la libertad plena del dinero, o lo que es lo mismo: la merma de los derechos de los trabajadores. ¿Que sacrificios le van a pedir a unos trabajadores que cobran 300 euros?. ¿O a uno que está asegurado cuatro horas y trabaja nueve?. Hemos pasado de la dictadura de un tío con bigote, a una en la que mandan miles de impresentables que se forran a nuestra costa, y nosotros callados. Preferimos hablar del pisotón de Pepe a Messi, o de las últimas pamplinas de Belén Esteban, que salir a quemar la calle de una vez. Porque que quede claro, van dos crisis desde 2.008, la de los activos tóxicos y la de deuda. Pero está claro que va a llegar una tercera, y la sencilla razón es la siguiente: Da igual lo que hagamos, lo que nos apretemos, pues para el FMI, las agencias de Rating y los bancos, todo es poco, y sino se siguen con más ajustes, pues todo irá igual de mal, hagamos lo que hagamos, estará mal. Ya empieza a cansarse uno de tanto rollo. Así pues toca trabajos precarios, congelación de sueldos, cuando no reducción, subida de impuestos y del nivel de vida en general.  Con la mierda de sueldos que nos van a pagar va a ser mejor empezar a rechazar los trabajos que nos salgan, porque no vamos a tener para pagar ni un triste alquiler, así, llegará el dia en que nadie quiera trabajar. Y lógico, pues tener un trabajo que no te permite pagar nada, en el que te sale más caro el collar que el perro, no convence a nadie. Hemos llegado a un nivel en el que ya no le piden peras al olmo, sino melones. Ésta es la nueva crisis que nos viene, y de la que nadie nos ha hablado. Para la opinión pública, antes los malos eran el ejercito, los curas y los policias; ahora son los bancos, empresarios, políticos y sindicatos. Que se pregunten por qué. Un saludo desde el sur.

      martes, 6 de septiembre de 2011

      La crisis explicada para tontos

         Se que hoy no es día de escribir, pero sino lo hacía reventaba. Escribir es algo así como ir a un bar, y desahogarse con el compadre de turno, sólo que el ordenador no te da la murga con la foto de su hija cuando está borracho. Seguro que si usted lee esto, es porque algo se habrá enterado de como están las Bolsas ultimamente; y tiene huevos la cosa, oiga, pues nos prohiben las de Carrefour y las del Corte Inglés, y no prohiben las que de verdad nos joden la vida, es decir, las bursátiles. Eso por no hablar de las asquerosas empresas de Rating que han engañado a medio mundo alabando bonos basuras, y después diciendo, oíga, yo que iba a saber. Han fomentado la cultura del dinero rápido, y ahora, que toca repartir porque la cosa está chunga, resulta que no, que lo que no es rentable es el Estado de Bienestar, que hay que trabajar más y cobrar menos, a decir del bocachanclas de la CEOE. Por supuesto también con el consentimiento de los sindicatos, que se preocupan de lo lógico en sus funciones: el estado de las autonomías, no vaya a ser que acaben todos sus enchufados en la calle cuando cierren las millones de empresas públicas y demás entes que no sirven para nada en éste país, y que desde luego, son de lo más productivas. Por supuesto, otra solución, es quitar el contrato fijo a los funcionarios (a decir por el de la CEOE), que son los que más culpa tienen de todo, mira que liarla jugando al solitario o mirando al facebook, en vez de admirar a las empresas de quienes mandan en la patronal, llenas de concursos de acreedores, o empleados que cobran 400 euros echando más horas que un chino, y aguantando carreta, que sino...te vas a la calle. Tampoco los políticos son culpables de ésto, que demonios, si se dedican a hacer el bien a toda la comunidad, dando de comer a los indigentes en sus sedes, en vez de gastarse nuestros impuestos en comilonas, prohibir chorradas, coches oficiales, lámparas que valen unos milloncejos de nada...y cosas así. Ellos se preguntan porque cada vez hay más abstención, si sólo proponen el repago, y digo bien, porque copago, es pagar a medias con alguien, y lo que se propone es pagar dos veces por un mismo servicio, oye, una idea cojonuda, que ya aplican los taxis de muchas ciudades. Y por supuesto, lo de subir los impuestos a los ricos ¿para que?, si todos tienen el dinero en Suiza, donde pueden piratearnos a gusto, pero eso sí, usted no compre en un top manta, o se descargue nada, que defrauda a hacienda, y entonces no podremos subvencionar a nuestros amigos. Y cuanto menos paguemos a los trabajadores por cuenta ajena mejor, que la culpa es suya por no ser productivos. Eso por no hablar del nuevo contrato único a proponer, donde usted puede ir a la calle en cualquier momento, y evidentemente, negocia directamente con el empleador, que llanamente le va a decir: 200 euros por ocho horas de lunes a sábado, lo toma o lo deja, que detrás hay muchos como usted. Y por supuesto, la culpa es de todos ustedes, quienes les mandan comprarse una casa a 30 años vista de hipoteca con lo baratos que son los alquileres, unos 500 euritos de nada.
           Pronto volveremos, a este paso, a las cartillas de racionamiento, a las fábricas exclavistas del XIX, a las perdidas de derechos en definitiva, aquellos que creíamos que íbamos a saborear una vez instaurada la democracia, pero que resulta, que pasamos de la dictadura de Franco a la Moody's. Y éste, encima, tiene la mano más larga que el otro, que ya es decir. Y después, si la sangre llega al río, es que en España somos unos vagos acostumbrados a la cultura de la subvención. Pero sonrían, porque como dice Murphy, mañana puede ser peor. Perdonen las molestias, pero hoy me han pagado (una mierda), y estoy de mala ostia. Un saludo desde el sur.

      domingo, 5 de junio de 2011

      Propaganda electoral

      Ya una vez pasada la enorme resaca de las pasadas elecciones municipales del 22 M, puedo comentar y analizar tranquilo las promesas electorales que los distintos partidos han dado a conocer. La conclusión final que pude sacar es la siguiente: que a pesar de la crisis inmobiliaria que venimos padeciendo, y que ha lastrado toda nuestra economía, y destrozado nuestras costas, los candidatos, de todo signo político, vienen exponiendo en cada programa su panacea contra el paro: hoteles y campos de golf. Puedo decir, sin ningún rubor, que estoy hasta las narices de los mismos. Todo que sea del sur y de costa, me comprenderá. Ya no hablo de términos ecológicos, con los que terminaré más tarde ésta entrada, hablo de problemas económicos. No soy una persona docta en la materia, pero hay entendidos que estarán de acuerdo con lo que voy a decir, y que a priori, parece una barbaridad, pero una vez expuesto el motivo principal de por qué opino así comprenderá lo que estoy contando. Como llevo pensando hace tiempo, de la crisis, se saldrá, más tarde o más temprano, pero del boom inmobiliario del cambio de siglo nos quedarán las huellas por mucho tiempo. Por ello, pienso, que se deberían de derribar, al menos, un 10 o un 15% de lo construido a lo largo de la última década en éste país, especialmente en la costa. Estoy seguro que, en un principio, parece contraproducente, pero a la larga, sanearía el país. Solamente hay que pensar en una máxima económica: donde se contruyen pisos y hoteles no se puede edificar nada más. Pues esos terrenos estarán condenados  siempre a ser eso, segundas residencias, ya que la expropiación puede tener precios astronómicos. Esos terrenos que antes eran agrícolas o industriales, ya no producen nada. Una fábrica abandonada siempre se puede reciclar en otra industria, un centro comercial siempre se renueva, y el terreno agrícola puede servir para otros cultivos o para suelo industrial en caso de no tener éxito económicamente. Por otro lado, los hoteles, campos de golf y la hostelería, están bien como ayuda comercial a una ciudad, pero sin que ésta centre toda la política económica de la misma, pues ocupan una extensión enorme de terreno para lo poco que producen, dando además, escasos puestos de trabajos, mal pagados y temporales, en su mayoría. También está el problema de la saturación de mercado existente en el sector turístico, pues todo el Mar Mediterráneo está asfaltado y más llena de hoteles que una casilla del Monopoly.
      En términos ecológicos, no se si es mejor echarme a llorar, o seguir comentando los desastres que éste sector de la economía produce a nuestro país. El primero, y principal, es el estético, una fea costa de hormigón, que va desde Gerona a Huelva, no es motivo de orgullo, desde luego, para mí. El segundo, y del que pocos hablan, es del desastre ecológico diario: en una nación de lluvias tan irregulares como es España, no se puede permitirse el lujo de  éstos gastos y derroches contínuos de agua. Solamente hay que pensar cuanta agua consumen las miles de piscinas particulares, los ahora de moda spas, los hoteles en sí y los verdes campos de golf. No es de recibo, que haya lugares que en tiempos de sequía corten el agua a sus ciudadanos a una determinada hora, solamente por un capricho económico de cuatro gatos, que se han forrado a costa de unos terrenos. ¿Cuantas costas se han destrozado, con el lema de "Turismo ecológico, respetamos la ley de Costas" en los últimos 15 años?, se empieza con un hotel y un campo de golf, y se termina como en La Barrosa (Chiclana), donde ya no hay bosques ni viñedos, sólo asfalto. Por eso, cuando en la propaganda electoral de los candidatos venían explicando los proyectos de hoteles y campos de golf en mi ciudad, cercano a la línea de playa, y junto al Parque Natural Bahía de Cádiz, me eché a temblar. No es para menos, los del sur ya nos conocemos el percal que se mueve tras toda ésta mierda. Porque seguiremos en paro, y nuestra costa acabará destrozada. 
      Un saludo desde el sur.
      
      Imágen de La Barrosa desde satélite, donde se aprecia una costa destrozada.