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domingo, 14 de diciembre de 2014

25 años del Parque Natural Bahía de Cádiz.

 En este año se ha cumplido el 25 aniversario (parece mentira como pasa el tiempo) de un parque natural, el de la Bahía de Cádiz, que fue nombrado como tal en 1.989, junto con la gran mayoría de los parques andaluces. Algunos como Cazorla o Grazalema ya tenían su fama y prestigios ganados de antaño. Otros han tenido un largo camino por delante, de cara a ganarse al público, es el caso de nuestro parque natural. Uno de los mejores que he visitado para observar a la avifauna de cerca, y en cambio, uno de los que peores perspectivas y fama tienen entre sus lugareños, pero que por años, gana adeptos. Son muchos los ciudadanos de la bahía, sobre todo de San Fernando, quienes peores valoran el espacio natural que les rodea, y lo que es peor, no son capaces de sacar riqueza de ello, como pasa en pueblos más pequeños de otros espacios. El ejemplo, lo podríamos encontrar en Cazorla, donde nadie piensa que el parque natural es un lastre para su economía, como sí pasa con los ciudadanos de San Fernando. Quienes aún creen que urbanizar la playa de Camposoto, significa generar riqueza. Craso error. 

 He de decir que he pisado mucho las marismas de San Fernando, y que la mejoría del parque ha sido notoria, aunque aún le queda mucho por mejorar, falta personal, como pasa en la mayoría de los espacios naturales de la comunidad. Con el tiempo, el prestigio que no se ha conseguido en casa se ha logrado en los círculos internacionales de expertos, pues el parque natural está declarado Zona de Especial Protección para las Aves por la UE, sitio Ramsar dentro de los humedales de mayor fama mundial, y también, por último, Lugar de Importancia Comunitaria, también por la UE. Sobre la segunda figura de protección mundial hay que decir que, se debe sobre todo porque hay varias especies que tienen más del 1% de población mundial en nuestros humedales, siendo el caso de nuestra bahía serían las siguientes especies: 

  • Espátula, una de las pocas poblaciones mundiales, con un 6,3% mundial en nuestras marismas, y un 2,1%, como nidificante (de importancia mundial éste dato).

  • Chorlitejo grande, con un 5,18% mundial.

  • Avoceta, con un 3,91%, y un 1,04% como nidificante.
  • Chorlitejo patinegro, con un 3,20% de población mundial, y un 1,59% como nidificante. 
  • Cigüeñuela, con un 2,59%, y 1,13% como nidificante.

  • Flamenco, con un 2,27%.

  • Chorlito gris, con un 1,74%.
  • Gaviotas sombría, 1,71% y patiamarilla con un 1,24%.
  • Garceta común, con un 1,20%.

  • Cormorán Grande, con un 1,16%.

  • Archibebe común, con un 1,01% de la población mundial. 

  • Además de tener la mayor población mundial de Charrancito, con 1,39% como nidificante.
 Pero es que además, para añadirle más mérito a nuestro parque natural hay que decir que:
  • Tiene una de las últimas poblaciones mundiales de Camaleón común en los pinares y bosquetes de retamas de la zona.
  • Hay más de 200 especies de aves que habitan aquí, en las cercanías de su casa y la mía, de las cuales hay más de 65.000 individuos en invierno (casi como la población de nuestra ciudad). Además, de las que vienen a pasar gran parte del verano cuando se secan los humedales de los alrededores, incluido Doñana, del que proceden varias aves. 
  • Constituye además, como uno de los principales puntos de desove, alevinaje y alimentación de más de 60 peces del Atlántico, como la dorada, la lubina o la anguila. Además de haber más de 80 especies de macroinvertebrados. Es decir, sino hay marismas, no hay pescado frito, no hay camarones, ni hay mariscos. Es decir, NO HAY ECONOMÍA posible. Y con la del ladrillo, ya hemos visto como nos ha ido.
  • Es además, una zona importante como lugar de descanso de las especies migratorias de aves, o de insectos (como la Vanessa cardui) tanto en otoño, como en primavera.

 Termino ya, esperando y deseándole, la mejor de las suertes a mi parque natural favorito, y al que más cariño le tengo, y del que curiosamente, no había escrito aún, ninguna entrada en mi blog, y es que desde luego, no hay peor embajador que un lugareño. Sirva este humilde artículo a modo de homenaje, que aún le debía al Parque Natural Bahía de Cádiz. Un saludo desde el sur.




domingo, 5 de mayo de 2013

Los bosques costeros en la costa Atlántica.

Bosque inundado ein Chiclana
 Las costas de suroeste español están actualmente destrozadas a causa de las urbanizaciones, que de forma masiva e inmisericorde, han ido ocupando las zonas de playa, tras el Boom de la pasada década. No obstante, aún quedan unos bosques, abiertos, pocos espesos, y que ocupan terrenos arenosos, me refiero al bosque de pino piñonero; los bosques costeros de sur.  Conocidos, incluso dentro del folclore de la zona, actualmente se encuentran amenazados, pero son importantes, por no decir básicos, para una especie: el camaleón.
Pinar del Hierro, Chiclana

 Pero no todo está tan claro,todavía hoy se discute si la especie de pino en cuestión es originaria de la zona, o por el contrario es alóctona, es decir, introducida, se supone por los fenicios o por los romanos. Sin embargo la balanza parece optar por la primera opción, es decir, por la opción de especie autóctona del lugar. Estudios polínicos demuestran que ya existían hace miles de años en nuestra costa. En todos los lugares del Mediterráneo (consideración climatológica, no geográfica), estos bosques ocupan terrenos arenosos, incluso en el interior, como ocurre en Valladolid. Aquí son famosos los bosques de Doñana, siendo especialmente espectaculares los de los famosos corrales, que son tragados por las dunas para volver a nacer conforme ésta pasa hacia el interior. Entre las especies acompañantes del pino se encuentran los típicos matorrales mediterráneos como el palmito, romero, lentisco, retama blanca, etc. La zoología es también interesante, es el último refugio de especies como el camaleón, que sólo existen en la costa andaluza. O la tortuga mora. Otra estrella es el lince ibérico, que tiene terrenos de caza en Doñana o en las cercanías del Odiel. Cuando los bosques de pinos estabilizan la tierra, y la enriquecen, otras especies aparte de la antes mencionadas aparecen para formar otros bosques: acebuches, alcornoques, álamos, etc.

La Algaida, Puerto Real.
Bolonia, Tarifa. Las dunas tapan al bosque
 Como última curiosidad, destacar que la formación tan abierta, y la forma aparasolada de los propios pinos, y que recuerdan a una sabana, se debe precisamente, al origen tropical o subtropical de la especie, cuyos bosques se formaron en el terciario, cuando el clima de Europa era más cálido que el actual. Otro dato que confirma ésto, es la cuestión de que es el pino peor adaptado del Mediterráneo, tardando dos años en echar piñas. Todavía quedan buenos ejemplos: Doñana, La Algaida (Sanlúcar), La Algaida y Toruños en Puerto Real y de Santa María, los pinares de Chiclana, El Rompido, El Portil, Breña de Barbate, Bolonia, Roche, Punta Umbría...Son muchos a elegir, y cada uno tiene algo que hipnotiza. Un saludo desde el sur.






La Algaida, Puerto Real.

Los acebuches acompañan a los pinos en muchas ocasiones.








sábado, 26 de mayo de 2012

Las calitas de Conil

Ya se va acercando el verano, se nota en las temperaturas. Por la noche ya se duerme con las ventanas abiertas, y sólo volverán a cerrarse una vez que llegue finales de septiembre, o incluso octubre, según se presente el año. Ya es tiempo de empezar a coger la toalla y la sobrilla e irse a la playa a darse un chapuzón. Para escoger una de ellas, en nuestro país, hay infinidad de variantes, según el gusto que uno tenga; pero yo, siempre opto por una playa que se encuentre libre de edificios que atormenten el paisaje. Camposoto, en San Fernando es una buena opción, pues aunque la ciudad se encuentre cerca, el paraje marismeño que le rodea está protegido por la figura legal de Parque Natural. La posibilidad de conjugar el  baño con la observación de aves, sin duda alguna, no tiene precio. Pero aún así, en los meses centrales del verano, esta playa se masifica de gente, y a veces, en fines de semana, conviene optar por otras variantes. En esas ocasiones, me decanto por las humildes, pero bellas calitas de Conil de la Frontera, población que se encuentra a tan sólo unos veinte minutos de autovía. De éstas calas algunas sufren el efecto del turismo, pero hay otras en las que es fácil aparcar y estar sólo.

 No obstante, es inevitable por mí, no ir a un paraje como éste y no observar su paisaje. Su humilde, pero interesante avifauna, su flora mediterránea, y la belleza plástica que dibujan los pequeños acantilados, de apenas unos veinte metros como máximo, al atardecer, desatan todo tipo de impresiones. En efecto, aunque hoy muy tocado por el turismo y las urbanizaciones invasivas, el paraje conserva aún ciertos alicientes para la observación de una naturaleza, que sino es de las más llamativas, al menos sirven como de testimonio de lo que en otros tiempos fueron éstos lugares. Hasta hace relativamente poco, un par de décadas como máximo, se extendía desde los acantilados de Conil hasta las marismas de Chiclana, un interesante pinar que era interminable. En la segunda localidad acabaron con, prácticamente, todo el bosque, conservando sólo unas míseras hectáreas como monumento a la desvergüenza de los especuladores inmobiliarios. Pero a partir del Cerro del Puerco, entrando ya en territorio de Conil, la cosa cambia; aunque aquí los bosques ya no son, ni eran, tan espectaculares, sí que se conservan, en muchas ocasiones como auténticas reliquias. Hay que decir ante todo, y siendo honrado, que probablemente, la mayoría no fueran originarios del lugar, sino que muchos de ellos, son fruto de repoblaciones forestales encaminadas a dos objetivos claros: contener el avance de las dunas costeras hacia el interior y la propia recogida de piñones que tanto han salvado a la economía local en peores tiempos que éstos. Aunque eso sí, hay estudios polínicos que demuestran que los bosques de pinos piñoneros ya abundaban en tiempos de Roma, y existe la posibilidad de que algunos sean autóctonos del lugar. No obstante, como ya he dicho, la mayoría procede de una repoblación efectuada a lo largo del siglo XIX, cuando los pinos piñoneros eran una fuente de subsistencia. También abundan, como no, los eucaliptos rojos, que se han naturalizado en toda la provincia, y que forman bosques mixtos, en muchas ocasiones con los pinos. La presencia de otras coníferas es testimonial, pero es importante remarcarlo, como es el caso del pino de Alepo o carrasco, que suele frecuentar los bordes de los acantilados, pues aguantan mejor los fuertes vientos costeros. Otro árbol natural de la zona, y abundante en toda la provincia, es el acebuche, variante silvestre del olivo. También es digno destacar los enormes cipreses que existen muchas veces como linderos de una finca con otra. La presencia del alcornoque es escasa. Entre los arbustos y matorrales, destacan, al igual que en todo Cádiz, la fuerte presencia del palmito (una palmera enana) y el lentisco. Pero las joyas de los pinares suelen ser los enebros y la sabina costera, dos especies de coníferas, naturales de la zona, que pertenecen a la familia de los cipreces; y que hoy se encuentran protegidas y en peligro, por causa de la manía de asfaltar todo el litoral. Entre la fauna destaca un pequeño reptil, que también se encuentra en peligro, y que está protegido por ley, me refiero al camaleón, antaño abundante. Éste reptil es famoso por su mimetismo con el paisaje, ya que tiene por costumbre cambiar de color para camuflarse con el entorno. Aunque también lo hace para expresar algún estado de ánimo, como por ejemplo, en el periodo de celo. Es el único representante de su familia en Europa, y aunque algunos autores lo consideren alóctono, para mí hay ciertas dudas de ésta teoría, que tan bien viene para justificar la urbanización del litoral. El resto de la fauna es corta, pero sí interesante, en el caso de las aves conviene destacar la presencia de varios tipos de gaviotas, abundando entre ellas las patiamarillas; la existencia de garcillas bueyeras, varios tipos de córvidos, como la urraca, las grajillas y el cuervo;  algunos buhos reales de gran tamaño, perdices, cernícalos, cigüeñas, abubillas, abejarucos, etc. Pero lo que más abundan son los passeriformes, es decir, los pájarillos pequeños (los córvidos están incluídos en éste orden), entre los que se encuentran el carbonero, el verdecillo y el jilguero, entre otros muchos. De los reptiles, aparte del ya nombrado camaleón, la presencia de culebras, eslizones, lagartijas y lagartos ocelados tiene demostrada su presencia. Los mamíferos escasean, pero se pueden encontrar algunos, como es el caso del conejo, la liebre, y el zorro entre otros.

 Actualmente, casi toda la zona es LIC (lugar de interés comunitario) perteneciendo con ello a la Red Natura 2.000, pero sería interesante que obtuviera otra forma legislativa de protección, como por ejemplo el del paraje natural, pero evidentemente, parece ser, que a nadie le conviene. No me gustaría asistir a otra debacle como la que ocurrió en la vecina Chiclana, y desde luego, sería una pena que todo el litoral norte de la provincia acabara siendo carne de asfalto. No es de recibo que entre la Bahía de Cádiz y la Breña de Barbate no haya otro lugar protegido, habiendo además lugares dignos de amparo legal. Pero como ya he dicho, parece ser que en Andalucía ya está todo dicho, y no hay otros parajes que tengan derecho a protección alguna. Por ello, animo a visitar dichas calitas antes de que a algún listo de turno se le ocurra que lo ideal para el lugar sea uno de los millones de hoteles y campos de golf que brotan en España como hongos. Un saludo desde el sur.

Enebros y sabinas costeras.
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiAz1W_4yis0i9p90y3zOFcmrQCk7hJIwG2gF39Upz-7aDkfcR1MEO6QO8bvtxyQ40LA1esy6K0UjSE-qjHncphVsvMHHp0W7W0W9NsMt0-OSmhFJQ7Yzl9dhTiA1fBSvlSBdGzAEmOvF8W/s1600/fotos+03-10-08+009.jpg
Ejemplo de pinar en Conil
Río Roche, al fondo un pinar.
Imagen de Puntalejo.
Una imagen que relaja la mente.
Varias pitas adornan esta cala.
Los acantilados son humildes, pero alojan a cierta avifauna.
También hay restos de historia en el lugar, como éste bunker.
Matorral mediterráneo en los alrededores de Puntalejo.
Imagen de los enormes cipreses que se encuentran en las cercanías de una cala.

domingo, 19 de junio de 2011

El Pinar del Hierro (Chiclana de la Frontera)

    Imaginénse un bosque que se encuentra muy cercano a una autovía costera que sirve de conexión entre las múltiples localidades turísticas, las distintas playas de la zona (saturadas en verano) y algún que otro polígono industrial. A priori, la riqueza del paisaje, y de su fauna y flora, puede parecer cercenado y hasta escasa a primera vista; pero todo cambia con una vista más detenida de la zona. ¿Que impresión tendrían si les comentara que éste bosque concentra más endemismos vegetales que varios países de Europa juntos (23 de éste bosque por 5 de Reino Unido y 15 de Alemania, por ejemplo)?. En un principio, todos pensaríamos que el espacio debiera estar protegido, al menos con la figura de paraje natural, ya que el bosque en sí, no supera las 60 hectáreas. Pero parece que para los tecnócratas de la moderna economía hotelera e inmobiliaria la foresta no merece protección alguna, lo peor, es que desde la Junta de Andalucía no se ha hecho ni el más mínimo avance legislativo para salvar uno de los bosques más valiosos de nuestro país. Tampoco el antiguo ayuntamiento (ya veremos lo que hace el nuevo) de Chiclana de la Frontera ha hecho lo más mínimo por el mismo, ya que ha preferido seguir jugando al Monopoly con las parcelas que le iban quedando después de casi urbanizar su enorme término municipal. Nadie tiene interés. Pero al final, tras presiones de los grupos ecológistas locales, se ha llegado a la cordura, y la buena noticia llegó en forma de resolución judicial, el Tribunal Supremo de Andalucía con una sentencia obligaba a restaurar la zona (ya se estaban talando árboles) y conservarla, pero aún así, sigue en el PGOU de Chiclana como suelo urbanizable.
    Del valor del pinar lo voy a explicar con datos objetivos, y ya luego, que cada uno saque sus conclusiones:
 - Casi 400 especies vegetales, que es un tercio de la provincia.
 - Aunque el pino piñonero sea mayoritario existe gran variedad arbórea, encontrándose, por ejemplo, alcornoques en los rincones más húmedos
 - 23 endemismos vegetales, algunos con su última población provincial
 - Una rica fauna de invertebrados: 83 especiales de coleóptera copráfagos, 28 especies de tenebrionidae y 13 de meloidae.
 -  22 especies de mamíferos
 - 100 de aves (40 reproductores y 60 en pasos migratorios)
 - 19 de reptiles, entre ellos el Camaleón (en Peligro de Extinción)
 - 7 de anfibios
  Creo que los datos hablan por si sólos de la importancia de un paraje que de encontrarse en otro lugar ya hubiera recibido algún grado de protección que aquí se le niega, "por el bien del desarrollo". Cuanto mal nos ha hecho ésta frase que nosotros mismos nos hemos creído. Recomiendo así, que visiten el lugar, hagan senderismo, y lo den a conocer, porque sólo el difusión de los valores naturales de éste espacio permitirá salvarlo de una destrucción de la que, por ahora, se ha salvado. Ya que la ignorancia, con respecto a éstos terrenos, es una fiel aliada de los especuladores. Un saludo desde el sur.



Desde fuera se observa la espesura del bosque

Prado y pinar


Una riqueza natural como ésta no puede perderse por el capricho de unos pocos.