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domingo, 14 de febrero de 2016

Calles II.

  Continuo una segunda entrada con una selección de calles peninsulares más bellas que he escogido de distintas localidades que he visitado. Empezaré otra vez con la letra L, ya que se me olvidó una pequeña población, que es una belleza serrana y la murciana Cartagena, que tenía en otra tarjeta de memoria. Sin más dilación, comienzo enumerando más calles, y más pueblos:
  • Cartagena. Calle Mayor. La localidad conserva uno de los mayores patrimonio monumentales del levante peninsular, y de todo el país. Sin embargo, pese a que con todo mérito, es conocida por sus monumentos militares y arqueológicos, en el plano arquitectónico civil destaca por la abundancia de un modernismo de gran calidad. La calle escogida, es céntrica, comercial y peatonal, pero no por ello, uno no debe detenerse en mirar las bellas fachadas de gran maestría plástica. 

  • Laroya. Avenida de Andalucía. En este pequeño pueblo de los Filabres almerienses, no he escogido una calle tradicional, que las hay, pero sin duda, la belleza de la localidad está en su estampa misma. La avenida (en realidad calle), sirve de mirador del centro histórico, destacando la iglesia parroquial de San Ramón Nonato, joya renacentista del XVI; y con un fondo paisajístico serrano de bancales y altas montañas que nos trasladan a paisajes exóticos.

  • Macael. Calle Ejido. Siguiendo en los Filabres, en el pueblo vecino del anterior, la ciudad del mármol, conserva aún, rincones típicos de su centro histórico. De arquitectura popular filabresa, donde abundan los callejones recónditos, sinuosos y con porches de madera de pino, recordando, claramente, su pasado musulmán. La calle escogida, además, está adornada, y muy cuidada con macetas y plantas de todo tipo.
  • Madrid. Costanilla de San Andrés. En la capital española, hay miles de calles donde escoger, porque la localidad se caracteriza por tener distintos barrios, con diferentes caracteres. Hay un Madrid de gustos franceses, otro de financiero y de rascacielos, otro de los teatros... Pero sin duda, para mí, el más auténtico, el que conserva el alma de localidad, con aire a pueblo, por su tranquilidad y su paz; es el Madrid de los Austrias, donde en muchos callejones puedes tener la sensación de encontrarte a algún espadachín del Siglo de Oro. La calle escogida, es en pleno barrio, junto a una pequeña plazoleta, la bonita iglesia de San Andrés y un parquecito. Destaca como fondo la cúpula de la Catedral de La Almudena. Cerca de aquí se encuentra una de las iglesias más antiguas de la ciudad, la de San Pedro el Viejo, con su espectacular torre mudéjar.
  • Manresa. Paseo del Río. Era difícil escoger una vista de este grupo de calles espectaculares. La zona tiene tres de los más importantes monumentos de la localidad: el Puente Viejo, medieval, del siglo XII; la Santa Cova o Cueva de San Ignacio, joya arquitectónica de varios estilos, y sobre todo, la Colegiata Basílica de Santa María de Aurora o La Seu (en la imagen), como es conocida por los lugareños. Una joya gótica, que esconde también, algunos elementos románicos. El fondo de paisaje de las montañas de Montserrat añade más tipismo, si cabe. 
  • Málaga. Calle Alcazabilla. Otro rincón de difícil fotografía, pues de un lado, se puede observar las murallas de la espectacular Alcazaba, una de las mejores de Al Andalus, y justo debajo, el Teatro Romano, que aprovecha la pendiente de la montaña misma. No obstante, he escogido esta vista, donde se puede observar como fondo la Catedral Basílica de La Encarnación, apodada la Manquita, porque le falta por terminar una de sus torres. No obstante, es una bonita joya renacentista del XVI. Las callejuelas que separan la calle escogida y la seo, son dignas de ser recorridas.

  • Marbella. Calle Gloria. Con esta imagen me gusta romper el tópico que tiene la localidad de turismo de playa y grandes lujos. De ciudad fea, llena de urbanizaciones y corrupción. Nada más lejos de la realidad, la urbe esconde un curioso, y muy cuidado, centro histórico que sorprende a quien lo visita, pues se pueden encontrar típicas plazas, calles y callejones andaluces, adornados con macetas, plantas, y naranjos, entre palacetes e iglesias renacentistas. La vía escogida desemboca en la Iglesia de La Encarnación, de tipo barroco, que se construyó entre los siglos XVI y XVIII.

  • Marchena. Calle Palacio Ducal. Una ciudad injustamente desconocida por muchos, esconde algunos de los monumentos más sorprendentes de una provincia, de por sí rica en patrimonio. La calle escogida es la típica andaluza, blanca, estrecha, con arcos y adoquines. Si bien tiene la particularidad de que desemboca en el antiguo Palacio Ducal, cuyos restos se encuentran integrados en el viario urbano, y nos da fe de la magnificencia que tuvo tiempos atrás. En una primera impresión, uno tiene la sensación de encontrarse ante algún monumento Mesopotámico. Su techo aún se puede ver en el Palacio de la Condesa de Lebrija en Sevilla. Justo detrás de los arcos renacentistas, se encuentra la iglesia de Santa María de la Mota, gótico mudéjar del XVI, junto al Convento de Santa María de la Concepción del XVII.
  • Medina Sidonia. Calle Muro. Una localidad en la que ha sido difícil escoge una vía en concreto. Sin embargo, he optado por una de las más tradicionales, y que más define el rico pasado histórico de la ciudad. La calle  Muro, es una calle típica andaluza, estrecha, blanca, con patios y zaguanes, que desemboca en el conocido Arco de La Pastora, de tipo Califal, del siglo X, y que aprovecha dos columnas romanas como basamento. Además justo detrás, atravesando éste, se pueden ver restos de las murallas árabes, y una bonita fuente, adornado todo, con una espectacular escalinata.
  • Minas de Riotinto. Barriada Bellavista. Aquí no hay una calle en concreto, con un nombre definido, sino toda una urbanización de lujo, del siglo XIX, que se construyeron para los ingenieros y mandamases ingleses que venían a vivir, y a trabajar para las minas de Rio Tinto Company Limited. El barrio consta de pistas de tenis, piscinas, jardines, iglesia, club social, etc. Así como multitud de casas, de estilo inglés, que varían el tamaño según jerarquía laboral del momento. En la entrada de la urbanización la casa cuartel de la Guardia Civil, de la misma época, para mayor seguridad de sus habitantes.
  • Monchique. Rúa do Porto Fundo. Localidad serrana del Algarve portugués, que se encuentra rodeada de espesos bosques y donde cerca, se encuentran las mayores alturas de la zona. Conserva muy bien cuidada la arquitectura típica del sur portugués, así como sus iglesias. La calle escogida representa lo dicho, es en cuesta, con escaleras, y en cuyo fondo se puede ver la iglesia del cementerio.
  • Olhao. Rúa do Pinheiro. Seguimos en el Algarve portugués, en una localidad costera, que bien me recuerda a San Fernando, pues se encuentra rodeada de marismas. Y además, es una ciudad con arquitectura cúbica, más andaluza, y con azoteas en vez de tejados, a diferencia del resto de Portugal. Lo más típico es el Barrio de los Pescadores, de la cual, he escogido una como imagen, para dar cuenta de la belleza solitaria y silenciosa de las calles del centro de la urbe.
  • Olvera. Calle Calzada. Uno de los pueblos más conocidos de la serranía de Cádiz, y ésta, una de las estampas más tradicionales, pero también de las más bellas y pintorescas de la localidad. La vía es estrecha, en pendiente y escalonada, con el majestuoso fondo de la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, joya neoclásica con proporciones de catedral. La rúa es en realidad, una continuación de la Calle Llana, donde se pueden observar varios palacetes de interesante arquitectura.
  • Osuna. Calle San Pedro. A pesar de la monumentalidad de la localidad, no me ha sido difícil escoger vía en esta ocasión. Porque hay muy pocas calles en nuestro país que puedan presumir de tal densidad palaciega y monumental, y ser a la vez, una auténtica desconocida para los no andaluces. Caigo en el pecado de que es una de las pocas del lugar que no tienen como fondo la Colegiata o la Universidad, pero sólo los palacetes de la misma, dan para un rato de fotografías. Destacando (en primer plano de la imagen) el del Marqués de la Gomera o la Cilla del Cabildo, entre otros. Todos de preciosistas y ondulantes fachadas barrocas, uno tras otros en cuesta, desembocando en la Calle Carrera, otra de grandes joyas arquitectónicas. Una suerte de Florencia andaluza.

  • Portimao. Avenida Tomás Cabreira. Ni la ciudad ni la avenida se caracterizan por su patrimonio, pues es el típico barrio de apartamentos y pisos a pie de playa, con multitud de restaurantes y pubs. Sin embargo, lo mejor se hace esperar, y al final de la misma, en una curva se encuentra la Fortaleza de Santa Catarina, del siglo XVI, para proteger el río Arade de las incursiones piratas. La panorámica desde la fortaleza es espectacular, por un lado la playa Da Rocha, una de las mejores y más bellas de Portugal, y del otro, el propio río con la acantilada costa de Parchal.
  • Priego de Córdoba. Calle Adarve. Otra localidad, monumental, y de difícil elección, pues tiene vías espectaculares. Pero he optado por una de las más típicas y famosas, y cuyo nombre viene a indicarnos su origen defensivo. Y que hoy es una suerte de balcón del propio pueblo a las serranías Subbéticas. Se encuentra adornada por varias fuentes, y bordea al Barrio de la Villa, de origen y estilo musulmán, similar a la Judería cordobesa, o al Albayzín granadino. La vía termina en el señorial Paseo Colombia.
  • Puerto Lápice. Calle El Molino. No es un callejón sinuoso, ni siquiera de lo más antiguo. Sin embargo, es de pura esencia manchega. Realmente, el pueblo creció alrededor de las ventas que existían a lo largo del camino a Murcia en el Siglo de Oro. Hoy día queda una, la llamada Venta de Don Quijote, donde se dice que el ilustre hidalgo pasó varias noches, y en ella, fue armado caballero, aunque realmente, la factura del edificio actual es del siglo XVIII. En frente la iglesia de Nuestra Señora del Buen Consejo, moderna, pero de interesante arquitectura neorrománica.
  • Ronda. Calle Real. Muy difícil escoger en la monumental localidad malagueña. No obstante, si tengo que elegir una calle, no tan espectacular como la del Tajo, sería ésta. Pues concentra una cantidad enorme de monumentos desde los orígenes medievales de la ciudad, hasta los renacentistas y barrocos. Todo ello en una calle enchinada y en cuesta. Se puede ver aquí tanto el Puente Viejo como el Nuevo, las murallas medievales, la Puerta de Felipe V, del XVIII, y siguiendo la calle la iglesia de Padre Jesús (en la imagen al fondo), gótica del siglo XV, así como en frente de la misma, la espectacular fuente de los Ocho Caños, del XVIII.

  • Rota. Calle Carmen. La costera ciudad gaditana, es famosa por su base naval, sin embargo, esconde un pequeño pero bonito centro histórico, que rodea al Castillo de Luna, y a la iglesia gótico renacentista de Nuestra Señora de la O. Es la misma que se ve en la imagen, desde un pequeño arco ojival de origen gótico, y que perteneció a las murallas medievales de la localidad. Hoy día se encuentra en un bonito paseo marítimo. La calle es estrecha en un principio, para ensancharse al final (con otro nombre) y acabar convirtiéndose en la plaza que da lugar tanto al castillo como a la iglesia.

  Continuaré ya, en una tercera y última entrega con un buen número de calles para visitar y fotografiar. Un saludo desde el sur. 

domingo, 1 de julio de 2012

El mejor rincón de una ciudad.

  Cuando uno observa las guías de viaje, o los reportajes de una determinada ciudad, la portada es, casi siempre para la estampa más popular de la misma. Y hay que decir que no tienen porque coincidir los gustos de turistas con el de los paisanos del lugar. El ejemplo más claro lo tengo cercano, todavía no encuentro un reportaje en alguna revista que haya visitado la ciudad de Cádiz, en el que me quede satisfecho. Y no del todo, sino que no me quedo en absoluto contento, siempre suelen errar en datos que son importantes, las fotos y los temas sacados son siempre los mismos: playa, carnaval, pescaito frito y la Catedral desde el Campo del Sur. Algo que ya me es muy cansino. Nunca se paran a hablar de los museos, ni de los restos arqueológicos, o de sus numerosos palacetes. Sólo van al tópico y a lo sencillo, dándose un mínimo paseo en el que ya sacan todas las conclusiones, que aquellos que estudian por completo la ciudad no logran dar tan facilmente. Sobre la imagen de la Catedral desde el Campo del Sur, hay que decir, y de forma subjetiva, que es la que menos me gusta de una ciudad, que conserva murallas, casas y perspectivas mejores. Así pues, con la idea de destacar los espacios de las distintas ciudades que he visitado, por las cercanías, en éste artículo voy a enumerar, para mí, y de forma subjetiva, los que son los mejores rincones a destacar. Éstas son:

 - Cádiz: La Catedral desde la Torre Tavira.

 Aquí se puede divisar una imagen más espectacular del templo, destacando entre el caserío de la ciudad, lo que da idea de las proporciones del mismo. Ya que las casas suelen tener de media entre tres y cuatro plantas. Al fondo, se observa la Torre Tavira II, popularmente apodado "el Pirulí", y parte del casco nuevo. También en un lateral se puede ver parte del mar y de la playa. En éste caso la imagen está estropeada por una grúa que estaba haciendo alguna obra allá por marzo de 2.008, año en el que fue sacada la foto. También se pueden ver algunos campanarios de otras iglesias, como la de Santiago y Santa María. Así como algunas torres miradores. El enorme edificio de color beige, tras la catedral, corresponde al colegio Mirandilla, del año 1.888.

Cádiz.


 - San Fernando: Plaza del Rey y Ayuntamiento.

 En éste caso, sí que vengo a coincidir con la mayoría de imágenes sacadas de la localidad; pues el Ayuntamiento, y la plaza en cuestión, son sencillamente espectaculares. Aunque hay otros rincones a destacar dentro de la localidad, es aquí donde se concentra el latido de vida de la misma. Tanto en el plano artístico, como en el arquitectónico y urbano, la sintonía con la perspectiva es perfecta. Pues fue planeada para que desde cada rincón haya armonía con el resto del mobiliario urbano. Cuyas casas tienden a perder altura conforme se aleja de ésta plaza. El monumento ecuestre al General Varela, con su fuente, lejos de lo políticamente correcto, supone un adorno más a un paisaje arquitectónico que no ha variado apenas en dos siglos. Salvo por la tristemente derruida Casa de Zimbrelo. La imagen fue sacada en un Domingo de Pasión del año 2.005.

San Fernando


 
 - Jerez de la Frontera: Vista desde el Alcázar.

 Aunque hay rincones muy bellos en ésta localidad, he optado por ésta foto que saqué en las navidades del año 2.007, pues la niebla y las iglesias nos trasladan a otros rincones de Europa. En ella se observa, en primer plano, parte de la Catedral con su cúpula, y las distintas estatuas, gárgolas y arbotantes que la adornan; además de las iglesias de San Lucas, Santiago y del Convento de las Mínimas. Siendo las dos primeras góticas, y la tercera de estilo Regionalista, herencia sevillana de Aníbal González. Al fondo se pueden observar las torres de pisos de la parte nueva de la ciudad. Saqué la foto desde la torre del Palacio de Villavicencio, que se encuentra situado dentro del Alcázar. 

Jerez de la Frontera.


 - Arcos de la Frontera: Vista de San Pedro desde el tajo norte.

 Aquí ha sido difícil la elección, pues toda la ciudad está llena de rincones dignos de ser seleccionados; pero he optado por éste, por ser poco común y por el hecho de que en él se observa parte del abigarrado conjunto de casas, destacando la iglesia de San Pedro, con su torre, en lo más alto del conjunto. Lo malo de ésta foto, es que pierde la posibilidad de ver la iglesia de Santa María, también espectacular, y el castillo. Pero gana en cercanía, pues las del otro tajo las imágenes son más lejanas. Fue sacada en la Semana Santa del 2.009.

Arcos de la Frontera.


 - Baelo Claudia: Vista de la Basílica.

 Aunque no es una ciudad que esté habitada en éste momento, vamos a considerarla así. Pues el conjunto monumental es destacable. Aquí me quedo con la vista de la basílica y la estatua de Trajano con el mar de fondo, una estampa más propia del Mediterráneo que del frío Océano Atlántico. Sacada en el verano del 2.008.

Baelo Claudia.


 - Gibraltar: Irish Town.

 Aunque la mayoría de españoles nos quedemos con la imagen del Peñón, Main Street o Casemates Square, lo cierto es que, Gibraltar, sin encerrar grandes monumentos, tiene un casco histórico bastante curioso de visitar; pues es otro mundo en el panorama urbano meridional. Surge de una mezcla de arquitectura británica con la mediterránea. Aquí las casas crecen en los lomos del Peñón formando calles estrechas y con bastantes desniveles. No obstante, he preferido tomar una foto de la comisaría de policía, en el barrio de Irish Town, el más cercano al muelle. Es el Gibraltar desconocido, y tal vez, el más atractivo para mí. Foto sacada en las navidades del 2.007.


Gibraltar.


 - Grazalema: Pinsapo.

 El símbolo de la localidad más lluviosa de España no es otro que el pinsapo, una especie de abeto endémico de éstas montañas del sur. Por ello lo he destacado en ésta foto, de una plaza situada en un borde de la población, con un bonito mirador. Las montañas nevadas y el bosque completan la estampa en la que contrasta el blanco caserío de la localidad en aquel día de lluvias. Foto tomada en diciembre del 2.008.

Grazalema.


 - Medina Sidonia: Arco de la Pastora.

 En la bonita localidad de Medina he optado por su imagen más tópica, pero tomada desde un ángulo no común, desde el otro lado de la escalinata. Pues la muralla se encontraba tapada por andamios en aquellos momentos. Fue de mis primeros viajes fuera de San Fernando cuando me saqué el carnet de conducir. Es un arco bastante antiguo del siglo X, de estilo califal, similar a los de Córdoba. Las columnas son anteriores, de época romana. Foto tomada en el invierno del 2.006.

Medina Sidonia.


 - Sanlucar de Barrameda: Plaza del Cabildo.

 Aunque la ciudad es famosa por su playa, donde hay carreras de caballos; y por sus palacios. He optado por su centro neurálgico, por su plaza más típica: la del Cabildo. Rodeada de vida, iglesias renacentistas y barrocas, y por numerosos palacetes de distintas épocas; merece para mí todo el respeto de una cuidad monumental, y muy poco conocida en ésta faceta última. Además en la zona se come barato y bien. Foto tomada el verano del 2.005.

Sanlucar de Barrameda.


 - Vejer de la Frontera: Murallas y Plaza de España.

 Vejer es ante todo, murallas y urbanismo andalusí. Y ésta foto se observa a la perfección. El acceso a la torre desde la que fue sacada, es a través de una casa en la que no hay cartel alguno, tan sólo una anciana, que tras verte con una cámara, te invita a pasar al interior de su patio, donde se encuentra restos de murallas y la citada torre. Desde la cual se ven unas vistas espectaculares del Estrecho, Barbate con sus marismas, La Janda, y por supuesto, del resto del caserío de Vejer. La entrada es gratuita, y de forma voluntaria, se puede donar lo que se desee, en una hucha puesta en la puerta, para mantener el monumento. La foto fue sacada en el invierno del 2.005.

Vejer de la Frontera.

 - Málaga: Plaza de la Catedral.

 La capital de la Costa del Sol esconde mucho más de lo que se piensa. La ciudad también ha sido víctima de las promociones turísticas descerebradas. De las cuales se va despejando poco a poco. Tras los grandes edificios que bordean al muelle, es posible encontrar un casco histórico, de estructura medieval, bastante interesante, y que esconde muchas joyas que son poco conocidas. Aquí he destacado un pequeño rincón, recogido, pero muy bonito de la ciudad. La plaza de la Catedral, donde se encuentra el bello Palacio del Obispo, y la "Manquita", como se apoda al templo. Una pequeña fuente adorna el paisaje. Tomada el verano del 2.004.

Málaga.


 - Sevilla: Vista desde la Giralda.

 La capital andaluza es de sobra conocida por su monumentalidad. Pero estoy en deuda con ella, pues no he podido sacar fotos mejores. Hay algunas muy buenas. Pero siempre se me agota la batería en ésta ciudad, pues uno no da a basto. Así que opto por una desde lo alto de la Giralda, donde se pueden observar el Alcázar, el parque María Luisa y el puente apodado "El Paquito". Sacada en junio del 2.006.

Sevilla.

 - Almería: Plaza de la Catedral.

 Otra vez opto por una Seo en ésta ciudad. Ha sido una elección difícil, porque también la Plaza Vieja, porticada, también merecía estar aquí. Pero he optado por el singular templo, con aspecto de fortaleza; pues representa la historia de una ciudad que fue azotada por los ataques piratas. Así fue como la Catedral, de estilo renacentista tomó dicha forma. Foto tomada en Octubre del 2.008.

Almería.

 - Cartagena: Teatro Romano y Catedral Vieja.

 En una ciudad con riqueza arqueológica como ésta; era de obligado cumplimiento sacar a relucir una imagen como la que se muestra. Con el teatro, recientemente restaurado, y la catedral, que nunca llegó a concluirse, pues la diócesis de la zona se trasladó a Murcia. El templo de origen medieval, tiene incorporaciones del XIX, inspirada en el estilo románico. Sacada en septiembre del 2.008.

Cartagena.


 - Macael: Callejón del casco histórico.

 Siendo conocida como la "ciudad del mármol", Macael ha sufrido una gran industrialización. Pero no obstante, sigue conservando en la parte alta del pueblo, ciertos rincones típicos de la comarca del Almanzora. Destaco éste callejón con todos los elementos tradicionales: arco, calle estrecha y numerosas macetas. Foto tomada en noviembre del 2.008.

Macael.


 - Vélez-Blanco: Castillo.

 Imagen típica de la localidad, que no obstante, hace justicia en éste caso. Sin embargo, el pueblo es una joya monumental, donde en cada rincón hay alguna sorpresa artística. Para colmo, el paisaje, también es sugerente, pues está rodeado por el parque natural Sierra de María-Los Vélez. La fortaleza es impresionante, aunque su interior esté mermado, pues su patio, entero de mármol de Macael, se encuentra en el Metropolitan de Nueva York; algún lumbreras de principios de siglo lo vendió a un norteamericano por "tres pesetas". Fue construido en el renacimiento como palacio, a pesar de su aspecto castrense. Foto tomada en noviembre del 2.008.

Vélez Blanco.

 - María: Parroquia de la Encarnación.

 Otro pueblo de la serranía norte de Almería. Con un paisaje bello, rodeada de bosques del parque natural antes mencionado. Lo más importante de ésta población serrana, rodeada de almendros, es su pequeña, pero bonita parroquia de la Encarnación. Foto de noviembre de 2.008.

María.


 - Vélez-Rubio: Parroquia de la Encarnación.

 Con la misma advocación que la anterior, destaco ésta enorme iglesia con proporciones de catedral. Tanto, que es difícil sacarla entera en una foto. Su fachada es impresionante, pero su interior también. Con decoraciones barrocas en colores blancos y verdes. La fachada está construida en mármol. Sacada en noviembre del 2.008.

Vélez Rubio.

 Termina aquí la selección propuesta por mí de las ciudades que he visitado, y sacado fotos. Como se podrá observar, y a modo de curiosidad, se puede ver como las tecnologías avanzan, y las fotos más antiguas son de bastante peor calidad que las más modernas. Son ustedes libres de debatir sino les han gustado mi elección, pero como ya dije, es éste una entrada muy subjetiva, marcada por mis gustos. Pero pueden ustedes optar por alguna recomendación propia. Un saludo desde el sur.

PD: espero que no se les haya hecho demasiado largo. Si es así, lo siento.

sábado, 6 de agosto de 2011

Una ermita misteriosa

     Hace ya algunos años que fuí a ver a aquella ermita, ahora, su acceso es fácil, y tiene regulado un horario de invierno y de verano, con posibilidad de verla, tanto por la tarde como por la mañana, casi todos los días del año. Pero de aquella, por el año 2.007, aún costaba trabajo visitarla. Tan sólo abría una o dos veces al año, y normalmente, en fechas cercanas a las Navidades, en jornadas de puertas abiertas. El día que accedí a ver a aquella ermita, hacía una niebla muy densa, y costaba ver apenas un par de metros, así que el conducir hasta allí con un viejo Clío, que rozaba la veintena de edad, era toda una odisea para un conductor novel como yo. Sin embargo, era la ocasión perfecta, y la visita no me defraudó en absoluto. Visto desde fuera, no llama la atención de nadie, pues parece una cortijada más de las que abundan en la zona; se entra desde la carretera que une Medina Sidonia con Benalup-Casas Viejas, casi en primera, o a punta de gas, y jugándote el coche en un corto camino asfaltado que parece llevar abandonado medio siglo, una vez se llega, hay que aparcar junto al muro, en una enorme cuesta, donde recomiendo aparcar de lado, por si el freno de mano falla, y sobre todo, mucho cuidado al bajarse del coche, pues es tal la inclinación, que si posas mal el  pie, aparte de jugarte el tobillo, puedes caer rodando hacia abajo. La ermita en cuestión, está a las afueras de Medina Sidonia (Cádiz), y se llama: De los Santos Mártires.

     Una vez dentro, se puede observar que la vista desde fuera engaña, ahora se empieza a percibir una antigüedad bastante respetable, y aquel día de niebla venía a confirmarme aquella percepción. Algunas columnas romanas tiradas por el suelo, una cruz visigoda, y sobre todo, un torreón romano, con terminación árabe, que con la humedad saturada del aire de aquel día y los musgos, tienen más aspecto irlandés que del sur de España. Pocos saben, que la ermita en cuestión es el templo católico más antiguo de Andalucía, en plena competencia de edad, con las también visigodas, ermitas de la Tierra de Campos, calificadas entre las más antiguas de nuestro país; sólo que ésta, se encontraba en territorio árabe, y es todo un misterio que haya llegado hasta nuestros días. El templo empezó a edificarse allá por el siglo VII, cuando un patricio romano, llamado Lepero, ofrece su villa fortificada al obispado asidonense, el primero que tuvo Cádiz, siendo consagrada por el obispo Pimenio el día seis de diciembre del año 630. Existe aún, un cipo o pedestal que conmemora la fecha, y que además, tiene el nombre de los mártires romanos cuyas reliquias se conservan todavía aquí. El templo conserva la atmósfera lúgubre y oscura que caracteriza a los templos visigodos, con una planta cuadrada, y simple, existen tres naves que son divididas por columnas visigodas, a imitación de las romanas, y algunas, que son auténticas de ésta última civilización, pues los germanos solían aprovechar materiales antiguos para edificar sus edificios. Los arcos que descansan encima de éstas son de ladrillo, con arcos de medio punto peraltados. Sin embargo, también hay elementos posteriores, como un bello artesonado (techo de madera) mudéjar, probablemente construido entre los siglos XIII y XV, algunas capillas bautismales con forma de vieira, muchas cruces de Santiago, algunos azulejos, del siglo XVII, que relatan la historia de la Pasión de Jesús, y sobre todo, algunas figuras de santos que son bastantes explícitas. Sobre las cruces de Santiago, y las vieiras, me pasé años pensando que demonios hacían allí, pero el párroco de la ermita (que al cabo de los años encontré en mi ciudad) me sacó de dudas, éstos terrenos, en tiempos de la reconquista, y de las fronteras, habían pertenecido a la Orden de Santiago, teniendo su sede en el cercano castillo de Torrestrella, que da también nombre a la famosa ganadería de toros bravos que todos los años participan en San Fermín. Pero lo de las figuras que representan a los santos, es para meditarlo bien, pues sus escenas son bastantes grotescas, sobre todo la de aquel que tiene un hacha en su cabeza.

      Ésta ermita, hace justicia, a un pueblo, el visigodo, que tanto se ha infravalorado en nuestros libros de historia, tratándolos de rudos bárbaros, pero en cambio, hay que decir, que gracias a ellos, conservamos nuestro idioma, y gran parte del legado romano, como sus ruinas, el derecho, etc. Pues fue siempre un pueblo admirador de Roma. Su historia se remonta en la brumosa isla de Gotland, en el Báltico, y tiene entre sus méritos, el de ser el primer pueblo que llegó a saquear Roma, a manos de Alarico. A partir del siglo III, gracias a un tratado, o foedus, con el ya decadente Imperio Romano Occidental, el pueblo Visigodo se comprometía a proteger los territorios romanos de Hispania y Galia, donde acabaron por instalarse. Por diversas guerras con el pueblo Franco (que dio origen a Francia), terminaron recluidos en nuestro suelo patrio. Siendo su capital Toledo, e imitando la arquitectura romana, que más tarde daría origen al prerrománico. Son pocas las muestras arquitectónicas visigodas que se conservan, pues no eran buenos arquitectos, y la invasión árabe hizo desaparecer gran parte de ellas, sobre todo en el sur. Hoy día se pueden ver ermitas visigodas repartidas, sobre todo en el medio rural, en varios lugares de España, destacando la Tierra de Campos. Pero, también en el sur conservamos dos, ésta de Medina Sidonia, y otra en ruinas en Barbate, la de San Ambrosio. Un saludo desde el sur.

La ermita desde la carretera, apenas llama la atención, si uno no se fija bien

Patio de la ermita

Campanario, donde se observa la concha del peregrino

En la parte trasera de la ermita se pueden observar columnas romanas por el suelo

Cruz visigoda y torreón romano

Detalle del torreón romano, con almenado árabe

Sacristía

Vista interior

El techo tiene artesonado mudéjar

Nave central desde el altar

Uno de los Santos Mártires, en una figura del barroco

Azulejos barrocos del XVII

Detalle de una de sus columnas

Pila bautismal con forma de vieira