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domingo, 8 de abril de 2018

Rincones curiosos de Sevilla.

 Abril es el mes de la capital andaluza por excelencia, un tiempo primaveral en el que la ciudad muestra lo mejor de sí (aunque tampoco conviene perderse el otoño), con unos jardines y paseos con un colorido incomparable debido a las flores, como las de azahar o las de jacaranda. Además, a lo largo de estos meses se celebran las grandes fiestas de la ciudad: Semana Santa, Feria de Abril y Corpus Christie. Por ello, tanto en una fiesta como en otra, o en todas, muchos irán aunque sea algún día de visita, así pues, decidí crear una entrada con algunos rincones curiosos que observar en la ciudad hispalense; no hay grandes tecnicismos ni datos históricos relevantes, solamente señalar dichos lugares para que los visitantes puedan acercarse. Tampoco voy a hablar de los monumentos famosos y conocidos, como la Giralda, pues muchos circuitos y visitas programadas ya informan sobre ellos. Son secretos de una ciudad, que me han ido enseñando amigos que han hecho de guías locales, y que por tanto, aunque algunas cosas sean conocidas por los propios sevillanos, son en ocasiones una novedad para los foráneos como yo. Ahí van, como la sota de bastos: 
  • Palacio de la Algaba: Eclipsado por los palacios de Pilatos, Lebrija y Dueñas; el de la Algaba es uno de los grandes monumentos desconocidos de la ciudad. No obstante, estamos ante una de las mejores obras mudéjares que uno pueda observar. Construido entre los siglos XV y XVI, tiene una curiosa portada, un bello artesonado, y sobre todo, un magnífico patio ajardinado, de ladrillo visto, con algunas columnas de mármol de origen genovés. Antaño estaba comunicado por una algorfa con la iglesia de Ommium Sanctorum.
  • David de Pilatos: No hace falta ir hasta Florencia para ver un David de Miguel Ángel, en la ciudad hispalense hay una pequeña réplica en los jardines del Palacio de Pilatos, situado en una hornacina. Como bien puede observarse en el edificio, los dueños tanto Fadrique Enríquez de Rivera, como su sobrino Per Afán de Rivera, quedaron bastante impresionados por las esculturas renacentistas italianas en algunos de los viajes que éstos realizaron por el país transalpino. Aunque las dimensiones varíen con respecto al original, es una curiosidad más en un palacio que es una delicia para los amantes del arte. 
  • Torre de la Plata. De todos es conocida la famosa Torre del Oro, sin embargo, apenas unos metros más allá, sigue existiendo una hermana pequeña, con el mencionado nombre de la Plata. A diferencia de su hermana mayor, ésta no se encuentra en un lugar que haya sido favorecido por la belleza, sino que se encuentra junto a un aparcamiento. No obstante, merece la pena acercarse a verla, y observar su pareja arquitectura con el monumento almohade, construida en el siglo XIII en ladrillo visto, y forma octogonal, estaba unida a la del Oro, por un paño de muralla. 
  • San Bernardo y alrededores: No todo lo monumental y típico se encuentra en el centro histórico; a extramuros, entre el casco histórico y Nervión, se encuentra este barrio que fue arrabal en tiempos de Al Andalus, y que sigue manteniendo su arquitectura tradicional entorno a la parroquia que le da nombre, la de San Bernardo, construida en el siglo XVIII, tiene un estilo de transición entre el barroco y neoclásico, con el típico colorido de la ciudad hispalense. Sin embargo, el edificio que ha dado fama a la zona no es otro que la estación de ferrocarril, inaugurada en 1.902, y que está construida en un estilo clásico, de tipo isabelino. Otro edificio de interés es la Fábrica de Artillería, un enorme conjunto de edificios industriales, que si bien tuvieron orígenes del XVI, toma su forma actual en el XVIII, en estilo barroco.También en la zona de Eduardo Dato, es interesante el regionalista edificio de Bomberos, así como algunos cuarteles; en la misma avenida, se puede observar el único resto que queda de una plaza de toros Monumental que tuvo la ciudad, y al parecer bastante más popular en sus tiempos que la conocida Maestranza, más frecuentada por las clases pudientes. Al lado del barrio se encuentra un magnífico parque, el de la Buhaira, uno de los sitios más agradables de la ciudad, en el que además de la magnífica arboleda, puede observarse una obra más de Aníbal González, un pabellón mudéjar edificado sobre restos de un palacio almohade que le dio nombre al lugar. También del mismo arquitecto iba a ser la impresionante basílica, que con advocación de la Inmaculada Milagrosa, hubiera tenido proporciones de catedral, y aspecto neogótico, con dos torres de cien metros de alto. Todo quedó en nada, pero aún queda sus basamentos para hacernos una idea de lo que pudo ser.  Además, en las cercanías se puede ver la interesante iglesia de San Benito, el único edificio vivo que queda del monasterio que existió en este lugar, en estilo manierista, y que fue edificado en el XVII. En la misma avenida y a tan sólo unos metros pueden observarse también los restos de un acueducto romano, reconstruido por los almohades. 
Pabellón Mudéjar (Buhaira)

Estanque y pabellón.

Calles del barrio.

Iglesia de San Bernardo.

Fachada de la fábrica.

Iglesia de San Benito.


  • Capilla de Maese Rodrigo o de Santa María Jesús: Situada en la concurrida Puerta de Jerez, es uno de los lugares más céntricos y visitados de la ciudad. No obstante, muchos de los foráneos que por allí hemos pasado nos hemos fijado en una pequeña capilla de estilo gótico mudéjar que aquí se encuentra. Sin embargo, este templo es lo único que queda de la Universidad Sevillana, fundada y construida en tiempos de dicho templo, allá por el año 1.506. El resto de edificios se perdieron cuando fueron derribados para la ampliación de la avenida de la Constitución. Aunque la fachada de la misma, fue trasladada al compás del convento de Santa Clara.

  • Iglesia del Sagrario: Seguimos en la misma avenida de la Constitución, y eclipsada por la magnífica Catedral, tenemos otra joya, que si bien forma parte, aunque anexa de la seo. Se entra por dicha avenida, y se construyó en el XVII, en estilo barroco por Alonso de Valdevira y Cristobal de Rojas, este ultimo a quien conocemos por la magnífica obra de fortificación de Cádiz. Si bien el exterior apenas invita a pasar por su sobriedad, en el interior el horror vacui típico del barroco se hace presente entre relieves, retablos, capillas, pinturas y esculturas de gran valor artístico. Como curiosidad histórica destacan las pintadas o grafitis exteriores del siglo XIX, por estudiantes universitarios que se sacaban el doctorado.
Pintadas.

Interior del templo.

  • Callejón de la Inquisición: Nos vamos ahora para Triana, justo al lado del puente del mismo nombre, se encuentra este estrecho y angosto callejón que formó parte del castillo de San Jorge, del que hoy apenas quedan restos. Dicha fortaleza hizo las veces de prisión y sede del Santo Oficio de la ciudad, así pues que entrar por el mismo desde el río, era como hacerlo por el Traitor Gate de la Torre de Londres, se sabía que se iba a acabar condenado y torturado. Hoy comunica al barrio con un bonito paseo, algo oculto, junto al río, y desde donde se puede ver una curiosa estampa del puente trianero desde abajo.
Vista desde la salida del callejón.

El callejón.

  • Un palacio sacado de Florencia: En plena calle Imagen encontramos una edificación que bien parece sacada de la ciudad transalpina, el palacio del Marqués de la Motilla. Aunque realmente es una obra historicista, realizada en los años veinte, por el arquitecto italiano Gino Coppedé, cuyo origen precisamente es florentino. La torre de hecho, está inspirada en el Palacio Vecchio de dicha ciudad, el resto recoge modelos tanto renacentistas como neogóticos. 

  • Torre románica de Don Fadrique: Cerca de la Alameda de Hércules podemos encontrar esta torre con un claro aspecto defensivo dentro del convento de Santa Clara (también de gran interés artístico); hasta ahí todo normal, lo curioso es el estilo arquitectónico de la misma, con un estilo románico y del primer gótico en algunas partes, una solución inusual en estas latitudes, donde con la conquista cristiana ya viene con el estilo gótico, que sería ejecutado con modelos mudéjares. 

  • Casa de las Sirenas: En plena Alameda de Hércules podemos encontrar este palacio edificado a finales del XIX, con un modelo de una chateau francesa del siglo XVIII. La época en el que fue construido este edificio, el movimiento Isabelino se fijaba mucho en los modelos franceses imperiales. Tras años de abandono, hoy se encuentra felizmente restaurado. 

  • Hombre de piedra: Seguimos en las cercanías de la Alameda de Hércules, en una de sus calles que desembocan aquí encontramos este curioso nombre, debido a la presencia dentro de una pequeña hornacina a nivel de suelo, del torso de una estatua romana que sirvió en tiempos de botarruedas.

  • Columnas romanas de la calle Mármoles: Nos vamos ahora para las cercanías de la Catedral para observar los restos de un templo romano que conserva unas impresionantes columnas de mármol que alcanzan los ocho metros. No obstante, no están todas, dos se encuentran en la Alameda de Hércules, pues fueron trasladadas en el XVI, y que hoy sirven de pedestal a las famosas estatuas de dicho paseo. Otra se rompió en el traslado hacia los Alcázares. 

  • Parque de Miraflores: Bonito y extenso parque situado al norte de la ciudad, a las afueras del centro histórico, por lo tanto fuera del circuito turístico, aunque merece una detenida visita: pues con noventa hectáreas constituye la mayor extensión de zona verde de la ciudad. Aparte de su cuidada jardinería, su césped que invita a tumbarse, y tiene un precioso lago lleno de aves acuáticas como gansos, patos y fochas, entre otras anátidas; es también un punto interesante en cuanto a restos arqueológicos, pudiéndose encontrarse una torre medieval, los restos de villas romanas, hay además norias y albercas del XVI, así como el molino del aceite del XVII, entre otras joyas...

  • Colegio de la Salle: En la avenida de San Juan de la Salle, encontramos este bonito edificio de corte regionalista edificado en el año 1.931, al más puro estilo árabe andalusí, con aspecto de mezquita, el mismo campanario simula ser un alminar. Aunque fuera del centro histórico, merece la pena acercarse a verlo desde Puerta Osario. 

  • Fundación San Telmo. Cercano al mencionado parque de Miraflores, encontramos este imponente edificio de estilo regionalista edificado a principios del siglo XX por el arquitecto Antonio Gómez Millán, como nueva casa cuna de la ciudad. 

  • Edificios del Matadero: Nos vamos al otro extremo de la ciudad, en la zona de Nervión, donde podemos encontrar uno de los mejores conjuntos regionalistas de la ciudad, edificado por José Sáez y López en el año 1.916. Hoy es instituto de secundaria, así como conservatorio, siento no tener fotos para ilustralo. 
 Termino aquí una amplia lista de lugares curiosos para los foráneos como nosotros en una ciudad que rebosa monumentalidad, pero que en muchas ocasiones, siempre nos paramos en los mismos lugares y edificios de interés, sin detenernos a mirar a muchos otros, que tienen igual interés para los amantes del arte o la historia. Un saludo desde el sur. 

lunes, 5 de junio de 2017

Recuerdos del Londres medieval.

La torre del Big Ben y la Abadía de Westminster.
 Por desgracia, una vez más, he de salirme de mi pequeña área geográfica para dedicarle, en mi particular homenaje, una entrada, a una ciudad que últimamente se está viendo castigada por el terrorismo, del mismo modo que hice con MontMartre, en París, cuando al igual que ahora sufría una racha de agresiones islamistas. Pero a diferencia de la ciudad del Sena, en la del Támesis no voy a optar por un solo barrio, sino que prefiero hacer un imaginario recorrido por ciertos puntos donde quedan restos medievales, prácticamente desaparecidos tras el Gran Incendio del año 1.666, que arrasó prácticamente a toda la City, aunque siguió conservando el trazado de sus calles. Tampoco tuvieron mejor suerte los de Southbanks, que sufrieron el impacto de la Revolución Industrial. Hay que decir que aunque hoy todo sea un conjunto uniforme, en tiempos medievales eran tres municipios independientes: London City, Westminster y Southwarks. Voy a obviar los monumentos exteriores, como Hampton Court, que compite con los Reales Alcázares de Sevilla, en ser el palacio aún en uso, más antiguo de Europa. Prefiero quedarme con los del centro, que se pueden disfrutar en un paseo, ahí van:

  • Winchester Palace. Pickfords Lane, En pleno Southwark, en la ribera sur del Támesis, en una estrecha calle peatonal, nos encontramos con los restos de un antiguo palacio gótico de comienzos del siglo XIII, y que sirvió de residencia para los obispos de dicha ciudad. 
Fachada y rosetón.
  • Southwarks Cathedral. London Bridge. Es la catedral anglicana del sur del Támesis, y es el templo gótico más antiguo de Londres, datando entre los siglos XIII y XV, aunque es sede catedralicia desde el año 1.905, No obstante, como lugar de culto es superior a los mil años, en el edificio adjunto a la misma, se encuentran distintos restos arqueológicos, destacando los restos del ábside de la anterior iglesia románica normanda. así como otros restos del siglo XII. Por debajo de estos, encontramos restos de la antigua calzada romana, del siglo I d.c. 
Ábside del anterior templo normando.

Catedral de Southwarks.
  • Abadía de Westminster. Aunque tenga el tamaño de una catedral, no lo es, es una abadía, como su nombre indica. Hay que aclarar esto, porque no es la principal sede de la iglesia anglicana, sino que lo es la Catedral de Canterbury. tampoco es la de Londres, que es la de San Pablo, en la City. Paradigma del gótico inglés, por su enorme tamaño y por sus particularidades, entre otras, la falta de un rosetón en la fachada principal. Destaca especialmente la capilla mariana de Enrique VIII, por su bóveda pinjante de abanico, única en su estilo. No obstante, algo queda de su anterior estilo románico normando, una pequeña capilla, que fue cripta, the Pyx Chamber, donde al parecer se guardaban objetos de valor, junto al claustro; también en el mismo, destaca en semisótano, the Chapter House o Sala Capitular de la abadía. Volviendo al templo destacan las tres enormes naves con impresionantes bóvedas de crucería. Es el templo donde se dan los principales momentos de la vida política y monárquica de Gran Bretaña, en ella se realizan bodas y bautizos reales. Asimismo, es panteón principal de los monarcas ingleses (principalmente) como Isabel I, así como de otras personalidades notables como Newton, Dickens o Livingstone, entre otros. 

Fachada lateral.

Entrada a la Chapter House.

The Pyx Chamber.

Claustro.

Patio del claustro.

Fachada principal.
  • El Salón Westminster y Jewel Tower. Dentro del recinto del famoso palacio del Big Ben, donde se discute los asuntos políticos del país, encontramos otras dos joyas del periodo medieval londinense. El primero es uno de los más grandes de Europa con un techo sin soportes, y es la parte más antigua del recinto, pues fue construido en el año 1.097; sirvió para la Corte del Tribunal del Rey, Corte de Alegatos Comunes y de Chancery, en tiempos medievales, posteriormente variaría su función. También sirvió como lugar de grandes ceremonias y banquetes reales. En cuanto a la mencionada torre, fue edificada por Eduardo III en el año 1.365 con objeto de albergar los tesoros personales suyos. Aún se conserva íntegra junto a su foso. 
El salón Westminster desde fuera, es la parte más antigua del recinto.
  • Tower of London. Abandonamos la zona de Westminster, para volver a la City, donde se encuentra el otro gran monumento medieval de Londres, Todo un conjunto románico normando que se conserva íntegro. La gran Torre Blanca, imponente, y central, da nombre a todo el recinto, fue edificada en tiempos de Guillermo I el Conquistador, en el 1.066. Posteriormente el perímetro amurallado sería ampliado, en arquitectura gótica, en tiempos de Ricardo Corazón de León, así como de Eduardo I y Enrique III, además de construcciones estilo Tudor. En su interior se conserva una auténtica joya arquitectónica: la pequeña capilla en estilo románico normando, así como el Salón del Trono. En tiempos posteriores, aparte de residencia real, fue prisión (de ello da fe la Puerta de los Traidores), armería, tesorería, casa de las joyas de la Corona... Su privilegiada situación le permitía controlar una amplia zona desde la colina en la que estaba situada, así como el paso del Támesis. Pero hay un ámplio conjunto amurallado, con infinidad de torres, algunas tan sugerentes, como la llamada Torre Sangrienta, además de poder observar al the Ravenmaster, quien se encarga de cuidar y amaestrar a los cuervos que viven en su interior. Dentro aún existe una pequeña población con su parroquia, por lo que se puede considerar un pequeño pueblo dentro de una de las mayores megápolis del mundo. En los exteriores conserva el foso, así como un magnífico mirador para el Tower Bridge. 
El recinto ha sido ampliado varias veces.

La torre y la Traitor's Gate desde el Támesis.

Entrada y foso.

Capilla de Eduardo IV

Aposentos reales.

Sala del Trono.

Detalle de las estancias reales.

Casa de las joyas.

Viviendas de intramuros.

Los cuervos, los habitantes más famosos.


Torre Sangrienta.

The Bell Tower.

La Torre Blanca, más antigua y principal.

  • San Bartholomew the Great. E aquí una joya escondida (y mi favorita) entre las modernas edificaciones de la City, pues se trata del templo más antiguo de la ciudad, tras la capilla de la Torre de Londres. Se encuentra detras de una estrecha portada de estilo Tudor, que fue pórtico de la iglesia y que se encuentra encajonada entre edificaciones posteriores. Una vez cruzado el portón, una anodina fachada y el patio del cementerio no llaman en exceso la atención, pues son muy posteriores (s. XIX) y de escaso valor arquitectónico. Pero donde hoy se encuentra el camposanto, fue parte edificada de la parroquia, que conserva apenas un tercio de lo que fue, por lo que una vez dentro, lo impresionante de sus naves y arcadas de estilo románico normando, con girola incluida, dan fe de la magnificencia que tuvo el templo.  Fue priorato, asociado al hospital que se encuentra justo al lado, pero las disoluciones de los monasterios dictada por Enrique VIII, hicieron desaparecer gran parte del edificio. Se conservan asimismo, una pequeña iglesia, bajo advocación de San Bartolomé el Menor, además de algunas partes del claustro. ambos en estilo gótico; como curiosidades destacar que se usó como imprenta, donde estuvo trabajando Benjamin Franklin, que fue lugar de bautizo del pintor William Hogarth, y fue lugar de rodaje de varias películas (básicamente en el claustro) como: Robin Hood, príncipe de los ladrones (1.991), Shakespeare in Love (1.998), Elizabeth, la edad de oro (2.007) o las Hermanas Bolena (2.008), entre otras. 
Claustro.

Interior del templo.

Típicas columnas normandas.

Antigua portada.

Fachada actual y cementerio.

Parte trasera del pórtico.

San Batolomé el Menor.

  • Plaza de West Smithfield. Plaza que se encuentra junto al anterior templo, no tiene ya restos medievales. Aunque sí un interesante mercado de la carne, el mayor de Europa, aunque su edificación es posterior, con una arquitectura del hierro del XIX, su origen es claramente medieval. Pero para muchos cinéfilos, y nacionalistas escoceses, es un punto de gran valor sentimental, pues aquí se presupone que ocurrió la ejecución del famoso héroe escocés William Wallace. Todo viene perfectamente explicado en una placa que encontré por casualidad, en la pared del mencionado hospital, y flanqueado por reproducciones de la bandera escocesa.
La iglesia de S. Bartolomé el grande.

La plaza hoy en día.
  • La iglesia del Santo Sepulcro. Seguimos en la City. Vinculada con la anterior plaza y la desaparecida prisión de Newgate, pues la campana de la torre de la iglesia se utilizaba en el pasado para avisar a los ciudadanos de que se iba a proceder a una ejecución de algún reo. También como su nombre indica, estaba relacionada a los Cruzados que iban y volvían a Tierra Santa, pues cerca se encontraba la puerta de la muralla por la que salían los mismos hacia el largo viaje. Gran parte de la iglesia fue destruida con el Gran Incendio de 1.666, pero quedan la torre y la portada, góticos del año 1.450, el resto fue reconstruido por el arquitecto Wren, que dio su particular sello a gran parte de las iglesias de la ciudad. 
La campana de la torre servía como aviso de ejecuciones.

  • Palacio de St. James.Vamos ahora hacia la zona de Buckhingham, cerca del famoso palacio, se encuentra éste otro, que es uno de los más antiguos de la ciudad. Y que da nombre a un bello parque cercano. Fue construido en estilo Tudor por Enrique VIII, allá por 1.530. Está edificado por entero en ladrillo visto, y destaca en él, su poderosa fachada, rematada por un espectacular reloj. Fue residencia real hasta que la reina Victoria prefirió trasladarse al vecino palacio de Buckhingham, quedando en desuso.
Patio interior.

Fachada principal.

 Termino aquí la lista de monumentos medievales de una ciudad increíble; es éste, mi particular homenaje a la misma. Sé que muchos echarán en falta otras joyas escondidas entre sus calles y exteriores, pero sinceramente, tres días de visita no dan para mucho en una megápolis con tanta historia. También sé que he reducido a la mínima expresión los datos de interés de cada monumento mencionado, pero mi intención era hacer un pequeño resumen, de algunos edificios, que son, en muchos casos, auténticos desconocidos, y que cada uno, daba no para una entrada, sino para todo un libro. Pero cada uno busca su Londres, y éste, sin duda, es el mío. Un saludo desde el sur.

Torre de Londres y the Tower Bridge, como fondo.