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domingo, 8 de junio de 2014

Grandes derrotas navales inglesas a manos españolas. Parte III.

 Empiezo hoy la penúltima entrada de batallas navales contra Inglaterra. Las de hoy, son las últimas de nuestro Siglo de Oro que incluyo en la saga. En la próxima, serán del siglo XVIII o del XIX. Y en esta entrada, algunas no serán auténticamente batallas navales, sino que hay dos, que son desembarco en tierras inglesas o sus cercanías. Batallas de la I Guerra Angloespañola, de clara victoria hispana, a pesar del primer batacazo de la Invencible. Sin más preámbulos, ahí van:

  • Carlos Amesquita. Cornualles. Año 1.595.
 Encomendado por Juan del Águila, nuestro militar D. Carlos de Amezquita, fue el artífice de una de las campañas más exitosas de España, y a su vez, de las más desconocidas: la Batalla de Cornualles. Una expedición de castigo, y un desembarco en la punta occidental más alejada, y difícil de defender de Inglaterra. Donde desembarcaron y saquearon todos los pueblos que se pusieron por delante, de los cuales, en uno, sólo quedó vivo un pub. También tomaron varios fuertes, robando su artillería para uso propio de sus galeras. A la vuelta, se toparon con una flota holandesa, a la cual, también le hundieron varios barcos.

  •  Juan del Águila. Kinsale. Año 1.601.
 Fue éste militar, un testigo privilegiado de los grandes acontecimientos de la época, pues estuvo en el Sitio de Malta o en el Milagro de Empel, entre otros. Y fue promotor de la anterior expedición.  Pero la batalla que nos importa ocurrió en tierras irlandesas, como apoyo a los rebeldes católicos irlandeses contra la ocupación inglesa. Pero a causa de una galerna, lo que deberían haber sido unos cuatro mil hombres, se quedaron unos tres mil, más novecientos bisoños mal armados (bisoños eran novatos, por decirlo de un modo fácil de entender). Contra unos diez mil infantes y seiscientos caballeros ingleses, más su artillería. Y lo que es peor, quedaron aislados en la ciudad de Kinsale. Por lo que en las primeras batallas, Juan del Águila, pidió la rendición, que le fue denegada. Si en el enfrentamiento por tierra, se perdió, en el naval se ganó. Porque la llegada de refuerzos por parte de los rebeldes irlandeses, y de Pedro de Zubiaur, que derrotó en otra batalla naval, la de Castlehaven, a la flota inglesa; dieron vida a los arrinconados. Con ello se pudieron desembarcar más infantes. Y Juan del Águila, realizar una salida hacia su cerco para intentar romperlo. Y aunque no se consiguió, causaron bastantes bajas a unos ingleses que empezaban a estar diezmados. Luego, en la llamada Batalla de Kinsale, la coalición hispanoirlandesa perdería, a causa de su escasa coordinación. Pero pudieron sacar una rendición bastante ventajosa. 

  • Asalto de Cádiz. Año 1.625.
 Uno de los asaltos más conocidos a nuestra Tacita de Plata, pues fue pintado por Zurbarán, en unas vistas desde lo que hoy es Puertas de Tierra, y desde se observan Torregorda y el Castillo de San Romualdo de San Fernando. Dicho cuadro se encuentra en El Prado. La flota atacante fue compuesta por una coalición angloholandesa, al mando de Sir Edward Cecil, con quince mil hombres y cien barcos. La batalla fue un fracaso, porque las naves se quedaron estancadas en el ataque al fuerte de San Lorenzo del Puntal (Puntales). Asimismo, el desembarco de tropas fue un fiasco, y la escasa guarnición de Cádiz, acabó por espantar a los ingleses. La intención de llegar a La Carraca, como era lo previsto, no se llegó ni a intentar. La batalla, supuso para Inglaterra un grave quebranto económico, y una pérdida enorme de prestigio. Y con ello, la nación anglosajona, salía trasquilada de la Guerra de los Treinta Años.

  • Guerra Angloespañola con Oliver Cronwell. Entre 1.655 y 1.660.
 En esta guerra ambas potencias salieron tocadas en lo económico, Inglaterra, una vez más, y España, por primera vez, saboreaba que una guerra puede ser poco rentable, y no salir de ella totalmente victoriosa. Como venía siendo de costumbre desde hacía más de un siglo. Como era tradicional, y más, con el fanático de Oliver Cronwell, la nación inglesa solía ignorar los tratados, y era común, los asaltos a las naves españolas. La mayor victoria española de la guerra fue el sonoro fracaso del intento de conquista de La Española en 1.655. No obstante, el resto de la guerra no iría tan bien, y España perdería para siempre Jamaica, entre otras. Otro fracaso inglés fue el bloqueo de Cádiz, en busca de la Flota de Indias, pero esta a sabiendas de la noticia, pasó el invierno en El Caribe, para regresar cuando esta se hubiera ido. Sin prácticamente, gastar una bala.

 En la próxima, y última entrada, entramos en el siglo XVIII, en el de la Ilustración, ya con reyes Borbones en el trono español. Todavía España seguirá siendo una de las tres potencias navales, aunque ya no será la única, y la hegemonía tendrá que compartirla tanto con Francia, como con Inglaterra. No obstante, aún nos quedaban muchas victorias por celebrar, entre ellas, varias a Lord Nelson. Un saludo desde el sur.

Defensa de Cádiz contra los ingleses. Zurbarán.





domingo, 1 de junio de 2014

Grandes derrotas navales inglesas a manos españolas. Parte II

 Tras el paréntesis de Champions y elecciones, continuo con las batallas navales que hubo entre España e Inglaterra. Continuo, así pues, a finales del siglo XVI, y principios del XVII, época de mayor esplendor de nuestra patria, y por supuesto, de su Armada. En aquellos tiempos se inventa la que sería la primera Infantería de Marina del mundo, y que hoy es la más antigua en activo. Nuestros ejércitos de tierra son invencibles, y ni siquiera los mercenarios suizos son capaces de hacerles sombra.  En próximas entradas veremos como España llegó a conquistar, por varias ocasiones, suelo inglés. Pero en estos momentos, España afianza su supremacía en los mares, como primera potencia militar del mundo. Continuamos pues, con las siguientes batallas:
  • Fracaso de la Expedición Frobisher y captura del HMS Revenge. Año 1590-91. 
 El barco, uno de los más afamados de la armada inglesa, y gobernado en varias ocasiones por Drake, fue capturado en una fracasada expedición comandada por Frobisher, que pretendía atacar a la Flota de Indias. Pero el sofisticado sistema de convoyes con buques de escolta, repelieron el ataque inglés (y otros muchos más). Dicho sistema sería tomado como referencia en la II Guerra Mundial por la Armada Norteamericana. En septiembre de 1.591, el Revenge fue capturado a la altura de las Azores.

  • Pedro de Zubiaur. 1.593. Batalla de Blaye. Francia.
 El año anterior, este marino causaba estragos en un convoy militar inglés de cuarenta barcos, incendiando a la capitana y tomando otras tres naves. En el mencionado año, la ciudad de Blaye, en Francia, estaba asediada, entre otros, por seis navios ingleses al mando de Houghton. Nuestro marino que contaba con cuatro pinazas hundió los dos galeones principales de sus enemigos: las naves capitana y almirante. Luego hubo de librar otros dos combates, uno primero contra once navíos procedentes de La Rochelle, hundiendo, igualmente, a la capitana. Y por último, logró zafarse de una flota de cuarenta navíos procedentes de Burdeos. De los cuales también lograron hundirse varios navíos a consecuencia del mal tiempo reinante.

  • Expedición de Hawkins y Drake a la América Española. 1.595-96.
 Otra expedición ambiciosa contra los principales intereses españoles, llevadas a cabo, por parte de los corsarios de la monarca inglesa. A diferencia de las dos anteriores, esta se caracterizó por ser una expedición ambiciosa. Pero, igualmente, el fracaso, fue proporcional a las expectativas creadas, con una sonora derrota a ambos. De cinco batallas, cinco derrotas inglesas por cinco victorias españolas, muchas en inferioridad de efectivos y medios. La primera parada sería Canarias, donde el gobernador Alonso de Alvarado, con tan solo 1.500 hombres, la mayoría civiles sin instrucción,  lograrían la primera derrota inglesa, y darían un importante aviso, por correspondencia, a las colonias americanas y a la metrópoli, para que estuvieran preparadas. La segunda parada sería San Juan de Puerto Rico, ciudad que contaba con apenas cuatrocientos hombres, más trescientos del Nuestra Señora de Begoña y quinientos más de la escuadra de Don Pedro Téllez de Guzmán, quien ya les había vencido en Isla Margarita. Y sería la ciudad donde moriría Hawkins, y perderían la vida cuatrocientos ingleses. La tercera parada, sería Panamá, donde ya fallecería Drake, y donde los españoles harían una política de tierra quemada y guerra de guerrillas por las junglas. Por último, ya en la retirada, pararon a reparar sus buques y a obtener aprovisionamiento, para la vuelta a Inglaterra, en la Isla de Pinos. Donde fueron sorprendidos por el Almirante Garibay, que  a pesar, de tener solamente tres galeones, contra los dieciocho buques ingleses, logró sorprender y apresar a un galeón inglés y a una pinaza. El resto huyó perseguido por la flota del Almirante Avellaneda. Del total de seis galeones reales y veintidos pinazas, aparte de las barcazas. Y de más de mil quinientos marinos y tres mil soldados del inicio; cayeron capturados un galeón y dos transportes, diecisiete buques hundidos. Además de mil hombres muertos en combate, mil quinientos por enfermedad y quinientos prisioneros, del total de toda la expedición.

 La semana que viene, continuaré con la tercera parte, en la que ya se adentra, casi, o sin casi, en el siglo XVII. Y dos curiosas conquistas españolas en suelo inglés, concretamente, en Cornualles y Kinsale. Un saludo desde el sur.