Translate

Mostrando entradas con la etiqueta Navidad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Navidad. Mostrar todas las entradas

martes, 3 de enero de 2017

Un museo del belén para La Isla.

El Castillo de San Romualdo.
 En San Fernando, las tradiciones religiosas tienen especial esmero, como es el caso de la Semana Santa, en la cual, a pesar de la juventud de algunas de sus cofradías ya tienen fama fuera del término municipal, y no son pocos los vecinos de otras localidades que vienen a a verlas por nuestras calles. En el caso de los belenes (donde también participan mayoritariamente las cofradías), nuestro márketing publicitario no ha sido del todo acertado, y aunque si bien es cierto que hay gente foránea que vienen para contemplarlos, lo cierto es que, por la razón que sea, es una costumbre que ha ido en decadencia (lástima que se perdiera el grande de San José). Hace apenas diez años no había cofradía o entidad que expusiera alguno. Hoy día apenas si pasan de seis o siete, y porque no me he parado a contar...

 No obstante, menos no quiere decir peor, porque lo cierto es que los que han venido quedándose son auténticas maravillas, que hacen las delicias de niños, e impresionan a mayores por su originalidad. Pues en San Fernando, a diferencia del resto, el mérito no reside en sus figuras, sino en la calidad plástica del escenario presente, en la inventiva y en la capacidad artística de sus creadores, capaces de trasladarte al medio oriente, al norte de España, a Marruecos, o a cualquier pueblo blanco andaluz (o incluso al propio San Fernando), entre otros sitios escogidos a lo largo de los años. No hay ciudad que tenga tanto dinamismo en el trabajo de los misterios navideños, que en muchas ocasiones tienen una larga labor que suele empezar los últimos días del verano. La lástima de todo ésto es que todo lo que se ha elaborado en tan extenso periodo de tiempo ha de destruirse en menos de un día. Si se hubiera conservado algunas de las maravillas que se han construido ahora gozaríamos de un amplio registro del que presumir. De hecho hay un belén que perdura todo el año, y que es visitable fuera de fecha con previa cita, es el del Bicentenario y que es digno de fotografiar.

Belén de San José, 2016.
 Sin embargo, nunca es tarde para tener una buena idea. Hay ciudades como Medina Sidonia o Rute que hacen de estas fiestas una meca para el turismo local, dejando grandes beneficios en sus comercios. Cierto es que aquí no hay una fábrica de dulces o pasteles navideños, pero ello no es óbice para atraer cierto público de la zona, y éste sería un museo del Belén que bien podría situarse en el Castillo de San Romualdo, siendo un entorno más lógico para un museo de este tipo que para uno de arqueología o historia, que necesitaría un edificio más funcional, y que fuera ampliable, porque al fin y al cabo, la riqueza arqueológica de nuestra ciudad puede hacer pequeño pronto el castillo como sede del Museo Municipal. El patio del propio castillo haría de escenario para el belén municipal que ahora se sitúa en la Iglesia Mayor. Dentro del mismo, una tienda de recuerdos, de figuras o de dulces, entre otros harían el resto. Puede que funcione o puede que no, pero lo que no hay que dejar que nuestra ciudad, con tantos atractivos siga languideciendo, mientras otras con mucho menos nos dan mil vueltas en eso de buscarse la vida. Un saludo desde el sur. 

Pd: les dejo algunas imágenes de algunos belenes de varios años, para hacerles comprender de lo que hablo. Perdonen si me confundo con algunos o no recuerdo otras.


Belén de San José. 2016.
  •   A partir de ahora varios ejemplos de la Asociación de Belenistas en la Placilla:











  • Belén del Bicentenario:















Parte del belén del Bicentenario que recoge paisajes de San Fernando.

  • Belén del Cristo en 2016, imita a un pueblo del Cantábrico:




Belén de Veracruz, 2016.

Belén de Columna, 2016.

  • Otros belenes de años anteriores:

Inspirado en el Cañón del Colorado. Año 2015.

Belén que toma la fachada de la iglesia de San Francisco. 2015.

Belén del Bicentenario. 2015.
Baltasar en el belén del Bicentenario.





domingo, 25 de diciembre de 2011

Curiosidades de la Navidad

 Antes de empezar, quiero que conste en acta que no procuro cortarle el punto a nadie, ni hacer la puñeta. Que cada uno crea lo que quiera y como quiera; yo sólo me dedico a dar datos que los estudiosos del tema han hecho público sin que se líe parda. Sólo explicaré ciertas cosas curiosas, sobre todo de origen pagano, que forman parte de nuestras fiestas, y que hoy tenemos asociado a estas entrañables fechas, y al cristianismo. De modo muy resumido hay que decir, que la religión cristiana, en general, da igual, católicos, ortodoxos, o protestantes, se caracteriza por tener un gran eclecticismo en el cual ha radicado su éxito. La habilidad de los misioneros, y seguidores de Jesús a lo largo de la historia, ha sido la de adaptar las costumbres locales de cada nación a las fiestas y ritos cristianos. Baste como ejemplo, el caso de Hispanoamérica, donde, los ritos católicos se mezclan con los de los antiguos mayas o aztecas. En el caso nuestro, el europeo, el mestizaje de costumbres vienen dados por los antiguos pobladores de nuestro continente, íberos, romanos y celtas, en el caso español; y a un nivel más cosmopolita, de los antiguos pueblos germánicos, egipcios y griegos, de los que tenemos todos europeos occidentales una importante herencia, aunque nunca comparable con la romana. Empezaré aquí a enumerar las costumbres a modo de inventario, como es mi costumbre:

  - Empezaremos por las dos últimas en llegar: el árbol de Navidad, y Papá Noel. El primero procede de una tradición puramente germánica, de la Alemania más profunda, donde los bosques de abetos blancos son, o eran, al menos, abundantes. Hay que decir que los teutones tienen por costumbre poner éstos árboles de adornos en dos fiestas concretas en muy corto espacio de tiempo: el día de los difuntos, donde en algunas zonas, se coloca, al lado de la tumba del ser querido; y en Navidad, una tradición, que iba de capa caída, hasta que el cristiano lo adoptó como suyo; el mundo comercial, y el cine hizo el resto. En el caso de Papá Noel, también es de procedencia alemana, pero cosa curiosa, nunca iba de rojo, sino de verde (o eso creo), hasta que un anuncio de Coca Cola (siento hacer publicidad) lo mostró tal como lo conocemos hoy día. Desde entonces se ha quedado así para el resto, aunque habrá que preguntar a los alemanes como lo siguen vistiendo. Éste es un caso claro de quien manda en el mundo: el dinero.

  - De pocos es sabido que Jesucristo nació antes de Jesucristo, en concreto unos seis o cuatro años antes, según cada autor, cambia la fecha.  Se basan para ello en el pasaje de la matanza de los inocentes causada por el rey Herodes "El Grande", quien murió unos seis años antes de la teórica venida de Jesús. La causa de la equivocación fue por un monje, que fue el encargado, por parte del Papa (no me acuerdo quien, ni en que época, salvo que fue en la Edad Media), cuyos cálculos estaban más equivocados que los del contable de Lehman Brothers. El caso es que se dieron cuenta del error, pero tarde, y ya para cambiar todo, es mejor dejarlo como ésta. Así pues, según ésta consideración, deberíamos estar en el año 2.017 o 2.018 (según cuando se lea).

 - Tampoco está claro que naciera en 25 de diciembre, sino en primavera o verano, ya que según algunos autores, cuando el ángel fue a anunciar la buena nueva, los pastores se encontraban durmiendo al raso, una práctica, que evidentemente, en pleno invierno no se hacía. La cuestión de la fecha actual, fue precisamente, para adaptarla a las costumbres y ritos paganos, que había en Europa, donde lo que se celebraba era el solsticio de invierno, al igual que las hogueras de San Juan son en el solsticio de verano; así pues, se adaptaron ambas fiestas con el hijo de Dios en el primer caso, y con el principal profeta, en el caso del segundo.

  - En el caso de las famosas uvas de fin de año, que todos tomamos como una tradición milenaria, lo cierto es que su origen es de principios del siglo XX, cuando en plena crisis (siempre hay una), hubo un excedente de uvas que no se pudo vender, el caso es, que los vinateros supieron vender éste material sobrante como una gracia para cada campanada, y ellos son los culpables de todos los atragantamientos que hay desde entonces, y de que Ramón García presente todos los años las campanadas. Así pues tenemos otro ejemplo, de como en todas las épocas, el márketing al final nos endosa, por narices, una cosa que no necesitamos.
  - Curioso también es el caso de los Reyes Magos, pues en la Biblia, no mencionan que son magos, sólo que proceden de oriente. Ni sus nombres, ni descripciones, ni siquiera el número, que hoy tomamos por tres; tampoco se nombran los famosos regalos: incienso, mirra y oro. Todo es una tradición oral, venida, al parecer, de un evangelio apócrifo (no admitido por la Iglesia), que cuenta parte de lo dicho, pero no todo; el resto, como dije, se debe a una tradición de boca a boca. Según algunos, éstos, en realidad, en vez de reyes, eran astrónomos mesopotámicos, que venían siguiendo la estrella de Belén, la cual también se pone en duda. Pues aunque se han intentado explicar, que fue un cometa, o una conjunción planetaria (al más puro estilo de Pajín), lo cierto, es que las tesis más escépticas explican que ésto es otra tradición tomada de otra religión, como en muchos casos, más concretamente de la egipcia, cuya influencia en Israel era más que notable, de ello se basan en la historia del rey Tutankhamon, cuyas similitudes con el caso de Cristo asombran. Pues ambos fueron recibidos por una estrella, y murieron y resucitaron al tercer día. Hay que decir, que era muy común en la época, adornar los nacimientos de grandes personajes con una estrella, como también pasó con Alejandro Magno.

- Otro dato interesante, es el del orígen de los belenes tradicionales, que compartimos italianos y españoles. Su procedencia es del país transalpino, cuya autoría corresponde a San Francisco de Asís. Ésta costumbre fue traída a España por el rey Carlos III (VII de Nápoles), allá por el siglo XVIII.

- Aunque fuera de la temática de la Navidad, pero relacionada con lo que estamos hablando, está los orígenes de la iglesia cristiana, cuyas primeras costumbres provienen sobre todo, del mundo helénico y egipcio, pues fueron sus primeras áreas de expansión. Aunque hoy asociamos la iglesia con el Vaticano, lo cierto es que en la antigüedad hubo varias sedes principales: Alejandría, que era la más importante entonces, Roma, Jerusalen, Constantinopla y Antioquía (ciudad griega en la costa de la actual Turquía). Tpdas, menos Roma, acabaron en manos musulmanas en la Edad Media, por ello el Vaticano es, actualmente, la sede más importante.

- Ahora sí, le voy a cortar el rollo a algunos. A todos nos gusta el marisco por éstas fechas, en las que el ácido úrico llega a alcanzar cantidades del tamaño del Guadalquivir. Sin embargo, entre los primeros cristianos estaba prohibido comer marisco. Pero no se asusten, todo tiene su lógica, en aquella época no había frigoríficos, y la mitad de éste manjar llegaba en mal estado, creando problemas de salud entre la población. Por ello las autoridades del momento decidieron prohibirlo, menos mal que nadie le hizo caso, porque sino aún sería pecado comer las gambitas blancas del Golfo de Cádiz.

- Y por último dos curiosidades de nuestra tierra, de todos es sabido que la tradición cuenta que Santiago (al menos en cuerpo yacente) estuvo por el norte de España. Pero de pocos es conocido que hay otra, que cuenta que Pablo predicó en nuestra tierra, Andalucía, que fue la primera en cristianizarse en Hispania, por ello en muchos lugares de Sevilla existe la advocación de San Pablo. La otra es algo más moderna, y es para aquellos gaditanos que se quejan de que en su ciudad no hay ferias, a pesar de que nunca a ido a la Velada de los Ángeles. Hubo en Cádiz, sobre todo entre el siglo XIX y mediados del XX, una feria del frío, que venía a coincidir con la Navidad, en ella había casetas de tiro, tiovivos, etc.

 Espero, pese a ser tópico, que pasen unas felices fiestas, y sobre todo que lo pasen con quien merezca más la pena. Creo, a mi entender, que me la entrada es algo larga; aunque para algunos, no le cuente nada nuevo, y que haya rascado poco, y para otros sean datos irrelevantes, pues su fe es más importante. Hay que decir que sea, cual sea su idea, tanto de los datos, como del artículo, lo más importante del mensaje navideño, ese que dejó Jesucristo, no sólo para éstas fechas, sino para todo el año: el amor al prójimo. Algo que ninguno cumplimos...y menos cuando conducimos. Un saludo desde el sur.

Calle iluminada en Navidad.