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miércoles, 17 de agosto de 2016

Barrio de Santa María: el Cádiz de los Austrias.

Casas del barrio.
 Pasado ya, el furor de la Gran Regata de 2.016 (¡Que lejos parecía!), el muelle de la ciudad de Cádiz vuelve a quedarse solitario, en la vuelta a la realidad de una crisis que la localidad y su provincia, ya tienen por endémica. No obstante, en la Tacita de Plata, el refranero acierta de pleno, en aquello de que cualquier pasado fue mejor. Y la vuelta cada cierto tiempo de los mástiles, velas y jarcias a su puerto, hacen brotar la vida de las calles más próximas al mismo, como en tiempos de la Ilustración, cuando por los barrios aledaños se podían encontrar productos de todos los rincones del imperio, y los más cercanos, mezclados unos con los otros, al igual que ocurría con las personas de distintas procedencias del globo. Uno de los barrios más marineros, es también el más flamenco de la ciudad, y uno de los recientemente rescatados por el plan Urban. Su origen se debe al arrabal que creció más allá de las murallas del Pópulo en el XV. Siendo entre los siglos XVI y XVII, su etapa de mayor crecimiento y cuando toma la configuración actual, de trama laberíntica, de calles estrechas y curvas, sin aparente orden ni concierto alguno, simplemente adaptándose al terreno. El cual por cierto, se debe a la antigua Neapolis de los Balbo, por lo que la parte más monumental del Gades romano, debe encontrarse debajo de las casas actuales.
Fábrica de Tabacos.
Murallas del XVIII.
  Por decidir un acceso al barrio, he optado por ser purista y acceder, precisamente, por la calle que da al convento que le da nombre a la zona, y el segundo templo más antiguo de la ciudad (1.527). el de Santa María, una joya de carácter manierista que fue concebida por Alonso de Valdevira. La portada, aunque del XVII, todavía muestra aspectos del renacimiento final, en el interior el barroquismo se hace más patente, sobre todo en los mármoles, y en los azulejos holandeses de Delft. Como siempre en la vida se puede optar por varios caminos, y que aquí te llevan a varios lugares interesantes. Si bien se elige tirar para el Campo del Sur, y salir momentáneamente del barrio, se puede ver y visitar, lo que es la actual Casa de América en Cádiz, vinculada a la de Madrid, y que se sitúa en la antigua Cárcel de la ciudad. Una maravilla arquitectónica que participa del neoclásico más puro, tanto en su elegante fachada como en sus patios interiores. Tampoco desmerece el colegio Campo del Sur, de estilo neobarroco (con campanario y todo), fue construido en 1.930 por Sánchez Esteve, en una obra extraña para él, pues era más dado al racionalismo que a los regionalismos. Cerca y de carácter contemporáneo podemos observar las modernas casas del arquitecto brasileño Álvaro Siza, y que se fusionan muy bien con el entorno, delante de ellas, una fuente con una escultura del Balbo el Menor, artífice del esplendor del Gades romano, y amigo personal de Julio César. En las cercanías varios edificios oficiales, comos los juzgados que tienen la elegancia propia de los edificios oficiales de los años cincuenta de estilo neoherreriano. Ahora bien, si por el contrario, hemos decidido bajar por la calle Santa María, iremos cuesta abajo, en una vía curva y estrecha, donde a mitad de camino se puede observar una de las mejores casas palacios de Cádiz, la de Lasquetty, del siglo XVII, y llena de mármoles italianos en su patio y portada barroca, como no podía ser de otro modo. En las cercanías una moderna plaza tapa unos restos de una enorme edificación romana pública, que se expondrá bajo cristal en un futuro, que espero, sea próximo. La calle continua curva por Jabonería y desemboca en San Juan de Dios,  frente a las murallas medievales del vecino barrio del Pópulo, justo a la izquierda, en nuestra acera, un enorme edificio señorial, de estilo ecléctico, historicista, llama la atención por su tamaño, es el colegio de la Salle Mirandilla, y que fue construído en 1.888, y aún hoy día, sigue cumpliendo la misma función educativa.

Mercado de la Merced, aprovecha una estructura de Eiffel.

Antigua Cárcel Real.
 Tras esto se puede volver por la calle Merced, pasando por loa pequeña plaza de las Canastas, y llegando al corazón geográfico del barrio, a la plaza (también) de la Merced; donde se encuentra la iglesia de la misma advocación, y que perteneció al convento de los Mercedarios Descalzos, del siglo XVII, en estilo barroco. No obstante del templo original, sólo quedan torre y portada, el resto, salió ardiendo en un asalto en 1936, siendo reconstruida en 1.948. Al lado, donde se encontraba el convento, se encuentra el antiguo mercado del mismo nombre, hoy centro de Arte Flamenco, y que fue construido en los años 30, aprovechando la estructura metálica que el arquitecto Gustave Eiffel levantó para el teatro de verano del Parque Genovés, y que hoy se conserva, gracias a este reaprovechamiento. Luego es recomendable saborear las (muy, a veces) angostas y largas callejas del barrio. Muchas desembocan en algunas en dos de las más animadas calles de la zona, la primera es Sopranis, con algunos palacetes barrocos destacados como el de los Lilas, en el número diez de la calle, con una bella fachada barroca de mármoles italianos con relieves, justo enfrente, otro palacete en el número nueve, con otra magnífica portada barroca de 1.670, espectacular, ondulante, e igualmente, entera de mármoles italianos. El final (o principio) de la calle, nos lleva a uno de los conventos más espectaculares de la ciudad: el de Nuestra Señora del Rosario y Santo Domingo. Aunque para los gaditanos, es más bien conocido por esta última advocación, aunque dentro se encuentre la patrona de la localidad. De estilo manierista, su fachada lateral ofrece una bonita estampa con su escalinata y su torre, pero lo que deslumbra, es su espectacular interior, pues una reforma barroca (siglo XVIII) llenó de relieves de yesos, casi literalmente,  a todo la iglesia, puro horror vacui. Salvo claro está, en el retablo, el cual engrandece más al templo, pues es una filigrana genovesa de mármoles de colosales tamaños y variados colores, destacando el negro de sus varias columnas salomónicas. Pero la cosa no queda ahí, el claustro merece una visita por su tamaño y barroquismo, y justo a la entrada de éste, la capilla Venerable orden Tercera, otra joya de yeserías barrocas. Justo enfrente del convento, tenemos una de las mejores muestras del Cádiz industrial: la antigua fábrica de Tabacos, con su estatua a las tradicionales cigarreras, y con una arquitectura neomudéjar, aunque con muchas influencias inglesas, típicas de mediados del XIX. La calle Plocia también merece un paseo sosegado, pues se pueden ver fachadas y palacetes interesantes, además de tener mucho ambiente, y una buena variedad de restaurantes.

Convento de Santa María.
 Fuera ya del propio barrio, pero considerándolo dentro de él, por su cercanía, hay varios edificios interesantes de ver, el primero de ellos es la antigua estación de ferrocarril, obra neomudéjar del año 1.890, siendo de una de las estaciones más antiguas, aún en pie, de nuestra nación. Frente a ésta, la Aduana Nueva, salvada in extremis por la ciudadanía, y que es un magnífico edificio neoherreriano de inspiración madrileña, construido en los años cincuenta del siglo XX. De la misma década son los edificios del Fénix y Trocadero, éste último uno de los mejores ejemplos de racionalismo europeo en la Tacita, mientras que el primero, parece tener una inspiración norteamericana. Por último, se puede optar, o bien por ver el tremendo y disuasorio frente de murallas, desde la propia estación de Renfe, o por el contrario subir por la Cuesta de las Calesas, y terminar de ver uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad: las murallas de Puertas de Tierra (siglo XVIII). Hoy día, pese a su señorial aspecto, está descafeinado, pues en tiempos, tuvo más fortalezas, baluartes, glacis, etc. Hoy el baluarte de San Roque aparece exento, pero estuvieron unidos, al igual que hoy permanece el de Santa Elena. Dos enormes arcos en la muralla, llaman la atención, fue un invento de Sánchez Estévez, que gracias a su ingenio permitió salvar la muralla, y permitir a la vez, el paso del tráfico rodado. Pero si hay dos cosas que llaman la atención son, primero la espectacular portada de mármol, a modo de retablo, puro neoclasicismo; y segundo su famoso torreón, bastante retocado del original (sinceramente, para mejor), y aunque su aspecto defensivo nos lleve a confusión, fue construido en el año 1.850, y como torre de comunicación para la línea telegráfica. La fortaleza conserva unos espectaculares fosos, uno ajardinado, y donde la tradición (y la prensa de la época) nos dice que era lugar de citación para los duelos entre caballeros a lo largo del XVIII y XIX, con padrinos incluidos. En uno de ellos, se puede observar una pequeña puerta tapiada, pertenecía a la fortaleza anterior a ésta, y que se ha conservado en parte, del siglo XVI. Una bella plaza adorna su fachada, con una bonita fuente, jardines, y dos triunfos de mármol, del siglo XIX, y que representan a San Servando y San Germán, patronos de la ciudad. Ya sólo queda volver al barrio, y callejear un poco más, para saborear su arquitectura y urbanismo, por las calles Botica, Teniente Andújar...Un saludo desde el sur.

Colegio del Campo del Sur.

Callejuela del barrio.


Edificio Trocadero.

Plazoleta en el corazón del barrio.

Palacete en Plocia.

Callejuela típica del barrio.

Convento de Santo Domingo.
Edificio del Fenix.



Relieve en los mármoles de la portada del palacete de Sopranis.

Calle San Juan de Dios.

Calle Jabonería.

Colegio de la Mirandilla.

Claustro de Santo Domingo.

Convento de Santo Domingo.

Antigua estación de ferrocarril.

Aduana Nueva.

Torre de la Merced.

Casa Lasquety.

Murallas de Puertas de Tierra.

Foso, donde se hacían los duelos...

La parte nueva de la ciudad desde la fortaleza, y sus dos Triunfos.

Portada de mármol de la fortaleza.

lunes, 5 de octubre de 2015

Lo más antiguo de Cádiz

 Ya he vuelto, tras un paréntesis por cuestiones personales, y me he decidido que la primera entrada de este otoño sea una especie de ranking o clasificación de esas que tanto me gusta buscar por Internet. Sin embargo, no quiero optar por algo trivial, sino por algo contrastado y demostrado en los archivos de turno. Me refiero a la antigüedad de determinados elementos que pueden ser comunes en nuestras ciudades, claro está, que no todas tienen todo, pero en fin, entiendo que los seleccionados son los más comunes en cualquier urbe (de la zona). Pero he de decir, que incluso dentro de la objetividad más absoluta que uno pretende, en ocasiones es difícil, evitar la polémica momentánea, pues muchas veces los datos históricos, o se pierden, o bien son maleados de manera intencionada por el prestigio de turno, o directamente, son liosos. Ahora bien, quiero remarcar, siempre dentro de la provincia de Cádiz, a aquellos elementos más antiguos de nuestra tierra, cuyas ciudades se encuentran entre las más longevas de occidente, pero no así la propia provincia como organización territorial, que nació de mano de Javier de Burgos, uniendo parte del antiguo Reino de Granada con el de Sevilla a finales del XIX. Aunque antes, ya José I Bonaparte, marcara unos límites parecidos con su "Departamento del Guadalete", con Jerez de capital. Sin más preámbulos, nombro los edificios y elementos seleccionados por mí, ruego comprensión por parte del lector en caso de falta o error:

  • El ayuntamiento más antiguo: Alcalá de los Gazules. El principal edificio de toda ciudad o pueblo es su consistorio, centro donde se rige la política y los designios de la misma. El más veterano de nuestra tierra se encuentra, precisamente, casi en el centro geográfico de la misma, en la rural Alcalá de los Gazules. Una preciosidad de arquitectura renacentista, que se encuentra adosada a la iglesia de San Jorge, y cerca del castillo, en lo más alto del pueblo. Es además, un ejemplo de purista dentro del propio renacimiento, de sobriedad absoluta, pero de espectacular frontón. Fue construido en el XVI, en el año 1.553, aunque con grandes reformas en el XVIII, debido a los desperfectos ocasionados por el terremoto de Lisboa. Le siguen en antigüedad el de Jerez de la Frontera, otra maravilla renacentista, de preciosas esculturas, de 1.575, y el de Setenil de las Bodegas (el antiguo ayuntamiento), también del XVI, y para el que no he encontrado fecha clara, aunque es destacar su artesonado mudéjar.
Ayuntamiento de Alcalá de los Gazules.

  • La estación de ferrocarril más antigua: Cádiz. El siglo XIX fue el siglo del boom ferroviario, y la Tacita de Plata fue pionera en ello, gracias a su burguesía, y a las bodegas de Jerez, necesitadas de un rápido transporte de sus caldos hasta los muelles. Por ello, se diseñó una linea de Jerez a Cádiz, quedando como recuerdo de aquellos tiempos la antigua estación de la ciudad, y también, la más longeva de nuestra tierra, edificada a finales del XIX, en el año 1.895, en estilo regionalista. Le sigue la de Jerez de la Frontera, otra preciosidad regionalista atribuida a Anibal González. El resto, son todas de menos de una década. 
Estación antigua de Cádiz.

  • Las instalaciones industriales más antiguas: Real Carenero de San Fernando. Nos referimos, claro está, a las modernas. No cuento con ello, los restos de hornos alfareros encontrados, por ejemplo, en el mismo San Fernando, o las fábricas de salazones de Gadir y Baelo. Es en la misma Isla donde se pueden encontrar otras industrias más antiguas, como la fachada que queda de la antigua fábrica de sombreros del siglo XVIII (hoy peña de la Inmaculada), o fuera ya, como la fábrica de armamentos de Jimena de la Frontera. Sin embargo, el primer "polígono industrial", aunque asociado a La Isla, está hoy en territorio de Puerto Real, y fue fundado en tiempos de los Reyes Católicos, aunque los edificios actuales proceden en su mayoría del XVII y del XVIII, destacando la magnífica fachada de la portada de entrada al mismo, de estilo barroco, con frontón partido, y cuyo escudo, se encuentra en el ayuntamiento de Cádiz. Dedicado en su momento como fábricas de lonas y jarcias para las embarcaciones de la época, perdió su importancia a causa del Arsenal de la Carraca.
Real Carenero, San Fernando.


  • El castillo más antiguo: De Guzman el Bueno en Tarifa o de Matrera en Villamartín. En el uso de las fortalezas, nuestra provincia es generosa en ejemplos, ya que fue tierra de frontera durante dos largos siglos, en el que guerreros de uno y otro lado hacían razzias al enemigo. Por lo cual, era necesario fortificar a las ciudades. No obstante, los dos castillos mencionados aquí son muy anteriores, y ambos se discuten la antigüedad. En principio, parece más antiguo el de Matrera cuyo origen parece remontarse a la época del caudillo Omar Ben Hafsun (siglo IX), muladí que gobernó en la serranía de Ronda incordiando al emirato de Córdoba. No obstante, su estructura actual, es propia de la época de fronteras mencionado, estando actualmente en ruinas, y en el más triste de los olvidos. Sí conserva su estructura califal, el castillo de Tarifa o de Guzmán el Bueno, con gran parte construida en el siglo X, y algunas ampliaciones posteriores, sobre todo en el XIII. Dicho castillo forma parte de una red de castillo califales levantados en el siglo décimo entre los que se encuentra el de Baños de la Encina o la Alcazaba de Mérida. Si observamos las estructuras de las tres fortalezas veremos un parecido más que razonable. 
Castillo de Guzmán el Bueno, Tarifa.

  • La casa más antigua: Casa del Conde del Águila en Arcos de la Frontera. Otro lugar indispensable en toda población es la vivienda, y la más antigua que se conserva en nuestra provincia se encuentra en Arcos, en la llamada Cuesta de Belén, allí, de forma altiva, podremos observar una fachada gótica, de reminiscencias mudéjares, que se dice que es una de las más antiguas de Andalucía. La propia vivienda tiene origen andalusí al parecer, aunque puede fechase en el siglo XV, época posterior, ya cristiana.
Casa del Conde del Águila, Arcos de la Frontera.

  • El primer mercado de abastos: Cádiz. El mercado es una parte esencial en la vida de una ciudad. En un principio los puestos se disponían en distintas plazas o calles de la localidad. Pero posteriormente se crearon espacios destinados para ello. La primera de la provincia, y de España en ésta modalidad de mercado de abastos, es el de Cádiz. De bonita arquitectura neoclásica, con una plaza porticada y rodeada de columnas dóricas que bien recuerda a algún edificio público romano. Fue proyectado por Torcuato Benjumeda en 1.838.
Mercado de Abastos de Cádiz.

  • La iglesia más antigua en pie: Santos Mártires de Medina Sidonia. Es además, el primer templo religioso, independientemente del credo de nuestra tierra, por delante incluso de la mezquita del Alcázar de Jerez o de los restos de de la misma en el castillo de San Marcos del Puerto, y se dice que la más antigua de Andalucía, o al menos una de ellas. Nuestra ermita de los Santos Mártires es de origen visigodo, del siglo VII, aunque tiene restos de una villa romana como se puede observar en una torre defensiva, con merlones construidos en tiempos del califato, y varias columnas y zipos, muchas de ellas aprovechadas, tanto en el interior como el exterior como elementos arquitectónicos. Algo tipicamente visigodo, así como sus muros gruesos, contrafuertes y su ábside cuadrado. No obstante, la iglesia tiene importantes reformas de tipo románico mudéjares de la época de Alfonso X, como sus arcos de medio punto, y su precioso artesonado. Además de otros añadidos barrocos, y posteriores. 
Interior de la ermita de los Santos Mártires, Medina Sidonia.

  • La farmacia más antigua: Botica municipal de Jerez de la Frontera. De la cual ya hay datos en el año 1.840, y se situó donde está actualmente, en el palacio de Villavicencio, dentro del Alcázar de la ciudad, frente a la mezquita, tras la epidemia de cólera de 1.830. Aunque era anterior, pues gran parte de sus elementos provienen del convento de la Merced, existiendo alguna pieza con seis siglos de antigüedad, como un mortero del siglo XV.

Palacio de Villavicencio, sede de la Botica Municipal, Jerez de la Frontera.

  • La plaza de toros más antigua: Jerez de la Frontera y Villaluenga del Rosario. Marcamos aquí las dos como las más antiguas, ya que en el caso de la población serrana su ruedo es el más antiguo, sin discusión de la provincia, del siglo XVIII, mientras que su graderío de piedra es muy posterior, 1.965. Mientras que en el caso del el de Jerez de la Frontera, es el más antiguo como conjunto, pues fue fundada la plaza en 1.840 aunque reconstruída en 1.872 tras un incendio que devastó a la anterior. Por otro lado, la que conserva su estructura (o lo que queda) original es la de San Fernando, del año 1.871, por tanto, en el caso de los cosos taurinos, la antigüedad es discutible.
Plaza de toros de San Fernando.

  • El teatro más antiguo. El de Las Cortes de San Fernando. Aunque en gran parte reconstruido en los años noventa del siglo pasado, ha conservado mucho de su estructura original, y la reconstruida, refleja con cierta fidelidad como era en la época en la que fue levantado. Fue inaugurado el 1 de abril de 1.804, tiene además, el título de Real, y fue escenario de las Cortes españolas durante la Guerra de la Independencia. De muy posterior fabricación serían por éste orden el Gran Teatro Falla de Cádiz (1.905), el Villamarta de Jerez (1.928) y el Municipal de Florida de Algeciras (1.945).
Real Teatro de las Cortes de San Fernando.

  • El primer hospital: Hospital Militar de Cádiz. Situado tras la facultad de medicina, hoy forma parte del rectorado. Fue inaugurado en el siglo XVII, concretamente en el año 1.667, siendo uno de los más avanzados del mundo en el momento; en el siglo XVIII se situó la primera facultad de medicina de España. Funcionó hasta 1.984. Le sigue en antigüedad el antiguo de San José en San Fernando, del XVIII, y el antiguo de San Carlos, también en La Isla, de la que sólo queda la portada, también del mismo siglo.
Iglesia del Santo Ángel, perteneciente al antiguo Hospital Militar.

  • El primer puente: Medina Sidonia, Zuazo de San Fernando. Todos de origen romano, en el caso de los de Medina Sidonia (son varios), situados en la carretera de Vejer, se conservan en buen estado de conservación, y ya sin uso alguno. De origen romano también es el puente Zuazo de San Fernando, lo que no queda claro es si era sólo acueducto, o era además de ésto, también ya, un puente. No obstante, se acepta que el actual tiene origen bajomedieval, obra del francés Louis Gauier en 1.411, siendo reformado en el siglo XVI, en el que ya toma su actual aspecto general.
Puente romano de Medina Sidonia.
Puente Zuazo, San Fernando.

  • El primer parque: Parque Genovés, Cádiz. Sin duda alguna, fue el primero de la provincia proyectado como lugar de esparcimiento público en nuestra provincia, y no como parte de unos jardines privados. Nació en el siglo XVIII, y fue apodado como paseo del Perejil, de manera despectiva, fue ampliado a lo largo del XIX y del XX, y conserva una buena colección de distintas especies vegetales procedentes de todo el mundo, especialmente de América. Le sigue el pqrque del Caminillo de Medina Sidonía de 1.848, y el Botánico del Tempul en Jerez de la Frontera de 1.892.
Parque Genovés, Cádiz.

  • Instalaciones militares más antiguas: Arsenal de La Carraca, San Fernando. Las primeras instalaciones militares modernas nacieron en tiempos de Felipe V, pues hasta entonces, las guarniciones se situaban en castillos o fortalezas. La primera de todas las instalaciones, no ya de la provincia, sino de España, fue precisamente, la del Arsenal de La Carraca, desarrollado por José Patiño y el Marqués de la Ensenada, y cuyos trabajos de inicio se dieron en 1.752 (tras años de apuntalamiento en el fango). Aquí se botó el primer arma submarina de la historia, invento de Isaac Peral, en 1.888. 
Arsenal de La Carraca, San Fernando.

  • Faro más antiguo: Tarifa. Es el más antiguo de la provincia con diferencia, cuyo origen se sitúa en 1.811, en tiempos de Fernando VII, aunque con una reforma de 1.854. Se encuentra en la Isla de las Palomas, y por tanto, su acceso es restringido. El resto de faros de la provincia es de finales del XIX, el de Trafalgar de 1.860, como el de Chipiona  de 1.862, o el de Cádiz, del XX, de 1.907, y único metálico en uso de España. 
Faro de Tarifa.

  • El primer hotel: Reina Cristina de Algeciras. Es el primer establecimiento hotelero de la provincia, de finales del XIX, inaugurado en 1.890, en estilo colonial inglés, y como lugar de descanso tras la linea férrea de Algeciras a Bobadilla. En él se vivieron importantes capítulos de la historia, como la Conferencia de Algeciras de 1.906, o importante movimientos de espías entre contendientes de la II Guerra Mundial. Aquí se alojaron  Arthur Conan Doyle, Winston Churchill u Orson Welles entre otros (lamentablemente, no tengo fotos). Le siguen en antigüedad el Francia y París de Cádiz de 1902, el Roma de San Fernando con más cincuenta años de vida; y ya sin uso como hotel, y sí como cafetería, La Mallorquina, también de La Isla, e inaugurado en 1.913. 
Hotel Francia y París, Cádiz.

Con el cartel de Soberano, el antiguo hotel La Mallorquina, San Fernando.

  • El primer cementerio: el de San José, Cádiz. Municipal de San Fernando. El camposanto más antiguo de la provincia, sin discusión, es el de San José de Cádiz, nacido al amparo de la iglesia  homónima, a extramuros de la ciudad. Nació a finales del XVIII, tras la cédula de Carlos III. Ya sin uso. Le sigue, también sin uso, el de los Ingleses de San Fernando. Y tal vez, el más antiguo aún en uso es el Municipal de San Fernando, de finales del XIX. Como edificio conmemorativo, el Panteón de Marinos Ilustres, de 1.850 (como Panteón, como parroquia es anterior).
Iglesia de San José, asociada al Cementerio de San José, Cádiz.
Cementerio Municipal, San Fernando.


  • El asentamiento más antiguo: poblado del bronce de Camposoto, San Fernando. La primera ciudad, el primer poblamiento sedentario de la provincia, corresponde a unos restos arqueológicos de unos 6.000 años de antigüedad, el poblado del bronce de Camposoto, que además es el mayor de la época de nuestra tierra. Sepultado hoy día, bajo un campo de hockey, tras una inexplicable política del ayuntamiento de entonces. 
Los Enamorados, procedentes del poblado del Bronce.

  • La ciudad más antigua aún viva: Cádiz. Como no podía ser de otro modo, la Tacita responde a la tradición que la sitúa como la más longeva gracias al yacimiento de Gadir, con restos de fenicios arcaicos. No obstante, conviene aclarar tras las polémicas declaraciones del alcade de Huelva, que Cádiz es la más antigua, porque en ella se superponen 3.000 años de historia continua, y con una fundación clara, en el mismo sitio, y con un mismo nombre, Gadir, de la que ha derivado el nombre actual. En otras ciudades, como en la vecina San Fernando, hay restos de ciudades más antiguas, pero sin continuación, y sin la misma ubicación. Un saludo desde el sur.
Imagen de Cádiz.