Creo que no es novedad decir que soy un mitómano de
los dibujos antiguos, pues aunque ya no los veo, porque entre otras cosas,
pueden decepcionarte después de tantos años, creo, por lógica, que quien
simplemente vea la foto de mi perfil en éste blog, sabrá, sin conocerme, que
siempre he simpatizado por éstos simpáticos enanos azules (aunque realmente soy
un fanático de los Simpsons). Mi apodo de pitufo gruñón no se debió nunca a mi
estatura precisamente, sino al mal genio que siempre me caracterizó, convertido
en mala ostia e ironía en mi adultez. También es de sobra conocido, y sólo hace
falta observar levemente mi blog, el cariño que siento por la tierra que me vio
nacer; y de ello nace la unión del personaje ficticio que he inventado para
éste artículo, y propongo que lo vendan en las tiendas de todo a cien, o en la
promoción de algún diario deportivo insulso en contenidos, como los que abundan
en España; me refiero al Pitufo Caleti.
Dicho personaje es el único pitufo gordo de
Pitufilandia, y su vestimenta consiste en una camiseta del Cádiz, que siempre
luce en sus viajes, y que figura en sus fotos de Facebook, en las que sale con
sus colegas, el pitufo Bromista, el pitufo Jartible o el pitufo Chirlachi entre
otros; y de ella presume, orgulloso, con las pirámides de fondo, la Torre
Eiffel, el Big Ben o la madre que lo parió. También se viste con un bañador
estampado, de flores, al modo hawaiano, un gorro y una caña de pescar, además
de unas chanclas tipo romano, de plástico, compradas en un todo a cien. En
invierno, cuando el rasca hace acto de su presencia, se abriga con un chaquetón
o un forro polar, que el periódico local "La Voz de Pitufilandia",
vendió, a precio de costo, previa colección de sus correspondientes cupones, en
una cartilla que recogió dos meses antes, con el citado diario. He de decir,
que el chaquetón en cuestión, es azul cantoso, con ribetes amarillos
fosforitos, y tiene el escudo del equipo de sus amores. Club que no le gana a
nadie, ni siquiera en el Monopoly a Ruiz Mateos. El Pitufo Caleti tiene también
una perilla sin bigote, gafas de pastas, negras y gruesas, y un pendiente en la
oreja izquierda, al más puro estilo de Tony Rodríguez. También aprovecha
sus fines de semanas para pasar tres kilos de la Pitufina, porque prefiere coger
su barquita e irse a pescar, para luego ir al estadio "Alcalde Papá
Pitufo", para ver a su equipo. Piensa de ella, que es una calientapollas
porque tontea con muchos y luego no se va con nadie. El Pitufo Caleti, es
natural de Pitufilandia capital, y más en concreto del Casco Antiguo, de un
barrio de tradición carnavalera, donde ya ha salido en una chirigota, y ahora
en una comparsa, haciendo él, una de las famosas voces de pito, que nadie
soporta, pero que todo el mundo considera que son un arte. Por cierto, se le
pone los pelos como escarpias cuando escucha el sonido de una bandurria. Y se
le escapa alguna lágrima cuando un autor dedica una letra contra el maltrato de la mujer, para que todo
el teatro “Pitufo Músico” aplauda sin fin.
El Pitufo Caleti se lleva mal, con los de otra aldea,
esa que tiene un Ikea enorme. Pero aún así, va a ver las motos a dicha
población. Y siempre exclama: ¡Puta X...! Además llama beduinos a los del Casco
Nuevo. El Pitufo Caleti, no puede pasar un día, sin ver anochecer, en una
playa, protegida por dos castillos, y un antiguo balneario, que no se sabe bien
para qué sirve actualmente. Se toma una caña en sus chiringuitos, y observa las
barcas mecerse con las olas, acompañado de la canción "Dancing Queen"
de Abba como fondo, mientras las gaviotas rapiñan los trozos de panes y picos
que se le caen a todo Dios, por no hablar de las cáscaras de melones que todos
tiran a la arena, manjar por el que se pelean dichas aves. Hay que decir, que
el Pitufo Caleti, mea en cualquier esquina, y bebe en la calle, porque siendo
yo feliz, que les den por el culo a los demás, esa es su filosofía. Se
caracteriza también por dárselas de "grasioso". Fama que se ha ganado
por decir tres chascarrillos del tipo: pisha, bastinaso, y cosas así por el
estilo. Se defiende cuando dicen que su gracia es chabacana, ordinaria y basta; olvidándose de que su aldea
fue siempre refinada, y que su humor consistía en decir todo, sin decir nada,
pero piensa que para elegantes y estirados están… los de la aldea del Ikea. Cuando cuenta un chiste siempre lo termina cantando piripiririiiii...clan, clan, como si estuviera en un cuarteto. Y
siempre grita: "Esto es Pitufilandia, y aquí hay que mamar". Por cierto, tampoco soporta a los niños del programa del canal autonómico "Pitufo y Medio", porque van de enteradillos. El
Pitufo Caleti siempre se queja de la "frialdad" de Pitufilandia que
es una mezcla de frío y humedad; de hecho siempre dice que en Madrid si te
pones un abrigo y una bufanda no pasas frío, mientras que en su aldea, la
humedad se te mete en los huesos.
El Pitufo Caleti, es el único que no
hace nada, porque siempre está en paro, y sólo trabaja, de vez en cuando, en el
momento en que le sale un currito. Y siempre está de oposiciones. Hay que
decir, que sólo declara éste trabajo, porque en sus horas libres, se dedica a
hacer chapuzas para ganarse un dinerito extra, algo que aprendió de su primo de
la sierra, que cobra el PER, mientras fabrica carteras de cuero en un taller.
En todas las empresas que trabaja el Pitufo Caleti, sólo cotiza cuatro horas, a
pesar de que curra ocho, y cobra una mierda, porque así el Pitufo Emprendedor,
dueño de una subcontrata, pierde menos capital, y le dice eso de: "si no
te gusta, tengo doscientos más deseando trabajar"; ocurre eso, gracias a
que la administración de Papá Pitufo y el representante del sindicato
"Unión General de Pitufos Trabajadores", hacen la vista gorda. El
Pitufo Caleti siempre se queja de que no tiene dinero, que no le llega para
nada, pero tiene un "peaso coche", siempre está en los bares, y en
verano, se va de viaje al extranjero, colgando desde su portátil (actualmente
una tablet), las fotos que se hace con sus amigos del alma. Amigos por los que
mataría a cualquiera, pero de los que raja a sus espaldas. Muchos de ellos
tienen apodos como: Pitufo Cabesa, Pitufo Chino, Pitufo Negro, el Pitufo
Nono...y casi todos trabajan en la Guardia Civil. Y tiene más préstamos y
deudas que nadie, pero le da igual, porque él, va a seguir su ritmo de vida.
El Pitufo Caleti, se ha hecho un tatuaje
en el brazo, con la forma de una Virgen de la que es muy devoto, una de la que
se dice, que en tiempos anteriores, fue capaz de parar un maremoto en las
puertas de su parroquia. Y por ella, siempre se pega golpecitos en el pecho.
También disfruta, nuestro Pitufo Caleti de su Semana Santa, de la que es muy
forofo; cuando llega la primavera, en periodo de Cuaresma, todos los domingos
está el primero en todos los besapiés, con su cámara réflex y su trípode,
haciendo doscientas fotos. Esos días se viste de otro modo, llevando unos
anchos pantalones colorados que le llegan a la altura del sobaco, una camisa
rosa cantosa, con cuellos blancos impolutos, un medallón de su cofradía, tres
kilos de gomina, y para esas ocasiones, se deja unas enormes patillas, bastante
peludas. El Pitufo Caleti, siempre defiende el uso del paso de horquilla, y
carga en varias procesiones cada año, porque también es admirador de los
cargadores, y no de los costaleros que nos quieren meter los S...itas. El
Pitufo Caleti, como todos los pitufos, tampoco va al festival de cine
independiente de su aldea, como tampoco va nadie en Cádiz a ALCANCES. Tampoco
va al cine convencional, ya que para eso está Megaupload, porque para que va a
pagar por unas películas de nacionalidad pitufa, que son una porquería, con unos
argumentos que nadie entiende, que son un panfleto político, y que al fin y al
cabo, para ver un bodrio en una pantalla grande, no paga diez euros, que
prefiere gastarse en unos churritos con chocolate, en un bar cercano al mercado
de abastos de Pitufilandia. El Pitufo Caleti, también se dedica a hacer los
belenes de su cofradía, y a vender polvorones para sacar algún dinerito para la
misma, por Navidad. El Pitufo Caleti tiene problemas para hacer obras en su casa, con forma de
seta, porque en sus jardines han encontrado unas necrópolis de unos pitufos
fenicios que vinieron a su tierra, hará unos tres mil años, para fundar una
aldea, en el quinto coño de donde ellos venían. Y tiene un perro mestizo, con
muy mal genio, mezcla de pequinés con yorkshire, que lleva un abriguito,
siempre va en brazos, y que, como decía la chirigota del Selu, hace sus
necesidades en la puerta del supermercado. Por supuesto, nuestro amigo, no se
agacha para recoger el excremento; pues las bolsas las guarda para la basura,
esa, que suele dejar fuera de los contenedores, en vez de tirarla dentro. Por
su culpa, está toda la aldea llena de heces de perro, que son pisadas
constantemente por los turistas, y que dejan un olor nauseabundo que luego
todos los foráneos asocian con Pitufilandia. El Pitufo Caleti es parroquiano de
un bar de su barrio llamado "Seta Manteca", y es amante del lomo en
manteca y del pescaito frito que tanto sobrepeso le suponen.
El Pitufo Caleti opina, que como
Pitufilandia no hay nada, y que ya puede estar muerto de hambre, que no se va a
buscar trabajo a otro sitio donde haga más frío. Tiene una cuenta en
Pitufibook, porque así se relaciona con los pitufos de su tierra. Es también
aficionado a ver un programa de la televisión local, presentado por cuatro
majolos, que se llama el "Submarino Azul. Y está enfadado con Gárgamel,
porque a pesar, de ser diputado al Congreso por su aldea, no ha hecho nada por
ella. El Pitufo Caleti, se declara de izquierda, pero vota a la derecha. Y
siempre suelta: "Eso lo que hay", cuando algo no convence a un
pitufo. En verano, disfruta guarreando la playa en una sucia barbacoa, en la
que todos los pitufos van beodos, tras ver en su estadio el "Trofeo Papá
Pitufo", donde esta vez, ha ganado el Betis, para variar. Al Pitufo Caleti
le importa un huevo la celebración del Bicentenario de la I Constitución de
Pitufilandia, porque sencillamente, lo único que va a traer es a un montón de
políticos figurando y chupando cámara. Está harto de Papá Pitufo, porque se
dedica a enchufar a sus amigos en las doscientas cuarenta empresas públicas que
él ha creado, y que ningún pitufo sabe para qué sirven, y aprovecha EREs
fraudulentos para dárselos a sus colegas, con la fecha de su nacimiento, como
años cotizados. Y el Pitufo Caleti tiene una cosa en común con todos nosotros,
está hasta los huevos de los políticos, porque prometen muchas cosas para su
aldea, pero nunca llega nada, el paro sube, y si se logra algo, es tarde. Un
saludo desde el sur.
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