Es un tópico decir que Cádiz es la ciudad más antigua de occidente, más que las propias Atenas y Roma. Tanto, que al igual que éstas, su fundación está envuelta en las brumas de las leyendas. La Tacita de Plata es una de las localidades españolas que tienen por fundador al semidiós griego: Hércules . También los atlantes participaron, Tartessos, y hasta los Pueblos del Mar, misteriosa civilización de la que todos los textos antiguos hablan, pero que nadie sabe de donde vinieron; todos ellos participan en la mitología propia de La Tacita. Sin embargo, hasta la propia fundación histórica, la real, está envuelta en la polémica, por su temprana fundación: el 1.104 a.c. Y el pueblo que hizo ésto posible era el fenicio.
Hasta hace poco no se han descubierto restos fenicios arcaicos, anteriores al VIII a.c. en Cádiz. De hecho se pensó que la fecha de fundación era puro mito, y cierto es, que todavía no está aclarado del todo; pero hoy en día se piensa que los textos decían la verdad. No obstante, se han encontrado restos en el solar del Teatro Cómico, y en la zona de la Calle Ancha, donde se certifican vestigios de, al menos, el siglo IX a.c. Pero tal vez lo más interesante, es el hecho de que haya podido averiguarse que hubo una catástrofe en el Cádiz fenicio arcaico, y que tuvo que ser reconstruido, lo que podría explicar la escasez del periodo más antiguo. Todo, al parecer, se debió a un incendio que arrasó con buena parte de la localidad.
Pero...¿Por qué vinieron lo fenicios desde lo que hoy es el Líbano, hasta lo que en aquel periodo era el fin del mundo conocido?. La explicación sencilla puede achacarse a que se debió a la conquista persa lo que hizo que se echaran al mar en busca de mayores territorios, al igual que sus competidores griegos. Otra es el carácter netamente comercial de la civilización en sí, que buscaba comerciar con los indígenas de los distintos lugares... siempre menos avanzados que ellos, con lo que lograban acuerdos comerciales ventajosos para el pueblo semita. Pero no hay duda de que Tartessos ya era conocido en aquellos tiempos, y eran famosas sus naves que recorrían la Ruta del Estaño hacia las islas Británicas. Sea como fuere, la mayor parte del origen fenicio español correspondía a la ciudad de Tiro, lo que implicaba el hecho de que era extraño una fundación en Europa Occidental antes del siglo VIII a.c. Aún así, hay ejemplos como el de Medina Sidonia, cuyo apellido delata el origen de navegantes de Sidón, la competidora de la anterior ciudad mencionada. Pero fueron tirios los fundadores de Cádiz, Gadir entonces, que venía a significar fortaleza o recinto cerrado. Tras probar varios sacrificios fallidos con animales en varios puntos de la costa española, llegaron a unas islas que se correspondían con el gusto de los comerciantes fenicios: islas bien protegidas, en un estuario que facilitaba la entrada con el comercio anterior. Y donde el sacrificio animal salió al gusto de los sacerdotes. Allí mismo se fundó un templo que con el tiempo se haría famoso: el de Melkart o Hércules. En la actual Isla de Sancti Petri. En el otro extremo, se fundó la ciudad de Cádiz (en aquel entonces las dos islas estaban unidas). En dicho santuario pondrían los pies famosos personajes de la historia como Aníbal o Julio César.
Los restos del Cómico se han demostrado espectaculares, algo que no ha pasado desapercibido por nadie, ni siquiera por revistas tan importantes como National Geographics Historia, que el mes pasado le dedicó un reportaje. Ahora parece ser, y según el Diario de Cádiz, que se prevee un proyecto interesante con dichos restos. Esperemos que sea así, y no acaben como muchos otros, sin que nadie sepa que por donde pasan hay las ruinas de la ciudad más antigua de Occidente. Un saludo desde el sur.
Restos de Doña Blanca.
Los restos del Cómico se han demostrado espectaculares, algo que no ha pasado desapercibido por nadie, ni siquiera por revistas tan importantes como National Geographics Historia, que el mes pasado le dedicó un reportaje. Ahora parece ser, y según el Diario de Cádiz, que se prevee un proyecto interesante con dichos restos. Esperemos que sea así, y no acaben como muchos otros, sin que nadie sepa que por donde pasan hay las ruinas de la ciudad más antigua de Occidente. Un saludo desde el sur.
Restos de Doña Blanca.
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